Nunca hubo un mill¨®n
Los convocantes de manifestaciones exageran las cifras de asistentes hasta l¨ªmites inveros¨ªmiles
Los peri¨®dicos informaron el 19 de febrero de 1996 de que un mill¨®n de personas se hab¨ªan manifestado en Madrid tras el asesinato del jurista Francisco Tom¨¢s y Valiente. El horror, la indignaci¨®n, la repugnancia, parec¨ªan explicar la unanimidad en la cifra y en la falsedad. Pero ni siquiera la lucha contra ETA justificaba una mentira period¨ªstica.
Aquella marcha ocup¨® 95.000 metros cuadrados (7.500 en Sol, 40.000 en Alcal¨¢, 30.000 en Cibeles, 5.000 en Recoletos, 12.500 en Prado y Col¨®n). Cuatro personas por metro cuadrado habr¨ªan dado 380.000 manifestantes, pero si el lector hace el ejercicio en su casa ver¨¢ la dificultad de ese api?amiento, sobre todo si ha de durar mucho. Y ni con ocho participantes en tan reducido espacio se habr¨ªa completado la m¨ªtica cantidad. Del mismo modo que aquel d¨ªa no hubo un mill¨®n, jam¨¢s una aglomeraci¨®n pol¨ªtica ha mostrado una densidad de tal calibre.
El n¨²mero m¨¢gico del mill¨®n de personas se citaba tambi¨¦n para las demostraciones de adhesi¨®n a Franco en la plaza de Oriente de Madrid (la ¨²ltima en vida del dictador, el 1 de octubre de 1975). Pero ese lugar suma s¨®lo 40.000 metros cuadrados. Imposible juntar all¨ª a m¨¢s de 160.000 personas.
EL PA?S fue el primer diario espa?ol en aplicar un m¨¦todo para medir esas magnitudes (en 1978), que consagr¨® luego en su Libro de estilo. Y consist¨ªa precisamente en verificar la superficie ocupada y multiplicarla con un n¨²mero de personas por metro cuadrado. Los siguientes c¨¢lculos resultaron ya impactantes, porque redujeron escandalosamente las cifras.
Por ejemplo, tras una misa en la plaza de Col¨®n durante la visita de Juan Pablo II, el 16 de junio de 1993, Abc titul¨®: ¡°M¨¢s de un mill¨®n de personas con el Papa¡±. El Ayuntamiento del PP calcul¨® 1,3 millones. EL PA?S consider¨® s¨®lo 366.156 asistentes, lo que desat¨® acusaciones de manipulaci¨®n interesada. Esa plaza mide 20.000 metros cuadrados, si bien los asistentes ocupaban tambi¨¦n zonas y calles aleda?as (en total, 91.539 metros cuadrados). Para resultar cierta la cifra municipal habr¨ªa sido necesario api?ar a 14 personas por metro cuadrado. As¨ª que no hubo un mill¨®n, sino quiz¨¢s algo m¨¢s de 100.000 personas.
Entonces se sol¨ªan suponer cuatro manifestantes por metro cuadrado. Pero ahora sabemos que eso era una exageraci¨®n y que resultar¨ªa m¨¢s apropiado calcular una media de un solo participante en cada cuadr¨ªcula, y a¨²n menos si se hallasen en movimiento. Y sabemos de esa exageraci¨®n porque entre 2009 y 2011 la empresa espa?ola Lynce emple¨® un sistema de conteo que ella misma hab¨ªa desarrollado y que se basaba en la obtenci¨®n de fotograf¨ªas cenitales en alt¨ªsima resoluci¨®n (con avioneta, con zepel¨ªn o desde pisos altos, dependiendo del caso), que permit¨ªan ampliaciones hasta un detalle como para contar cabeza a cabeza; con la ayuda de un programa inform¨¢tico que pon¨ªa un n¨²mero a cada persona que aparec¨ªa en ellas. Ese sistema redujo a¨²n m¨¢s las cifras.
La agencia Efe contrat¨® los servicios de Lynce en 2009, para disgusto de antiabortistas, sindicalistas o de los organizadores del D¨ªa del Orgullo Gay (es decir, los convocantes de las principales concentraciones populares de aquel tiempo), que vieron desmentidos sus c¨¢lculos por una herramienta inapelable.
Lynce entregaba a Efe las fotograf¨ªas a¨¦reas con los manifestantes numerados y pon¨ªa a disposici¨®n de los clientes de la agencia todo el material, con posibilidad de cotejar las fotos, ampliarlas, hacer catas y todo tipo de verificaciones, pero nadie acudi¨® a comprobar nada. Sin embargo, muchos convocantes de protestas cuestionaron el sistema cuando les perjudicaba; sin ofrecer explicaci¨®n alguna sobre c¨®mo hab¨ªan calculado a su vez las hinchadas cifras que difund¨ªan.
De aquellas mediciones de Lynce precisas y continuadas durante casi tres a?os se pudo obtener una conclusi¨®n clara: casi ninguna concentraci¨®n super¨® la media de 0,91 personas por metro cuadrado.
Los datos de esa empresa sol¨ªan ser aceptados en los medios hasta que se produjo la manifestaci¨®n que se covoc¨® en julio de 2010 en Barcelona contra los recortes del Estatut decididos por el Constitucional. La cifra m¨¢gica del mill¨®n de manifestantes volvi¨® a correr en boca de organizadores y participantes, pero la realidad daba otro resultado: el per¨ªmetro del recorrido de la protesta abarc¨® 100.000 metros cuadrados, de los cuales en s¨®lo 68.000 hab¨ªa manifestantes. Las personas asistentes (numeradas cada una con sus d¨ªgitos en la cabeza) sumaron 62.000 (tras un redondeo al alza), a las que se aplic¨® un generoso margen de error del 20% por los participantes que pudieran quedar ocultos bajo los ¨¢rboles del recorrido. Ello elev¨® la cifra final a 74.400 personas. Tan lejos de nuevo del ¡°mill¨®n¡± de siempre.
Lynce se sirvi¨® para aquel trabajo de una avioneta con la que tom¨® 12 fotos en gran resoluci¨®n, que se cotejaron con otras obtenidas desde 10 grandes alturas de la ciudad a lo largo de todo el recorrido (y no s¨®lo en la cabecera), con dos momentos distintos de medici¨®n: a las 19.45 y a las 20.30 (coincidiendo este ¨²ltimo con el final previsto de la manifestaci¨®n, como en otras ocasiones; es decir, cuando se supone que hay mayor n¨²mero de personas, si bien no se dieron diferencias sensibles entre ambas tomas).
Esos 74.400 manifestantes se convirtieron en 1,2 millones para la Guardia Urbana y en 1,5 millones para los convocantes. Los organizadores y algunos periodistas y medios informativos acudieron entonces a la t¨¦cnica de presentar lo irrelevante como si fuera relevante, y cuestionaron para la descalificaci¨®n global la hora en que se obtuvieron las fotograf¨ªas. Llegaron a decir incluso que se tomaron cuando la manifestaci¨®n ya hab¨ªa terminado. Sin embargo, los que dudaban de los datos de Lynce no pidieron explicaci¨®n alguna a quienes facilitaron cifras m¨¢s abultadas, como tampoco los croquis, fotograf¨ªas o cuadr¨ªculas que les condujeran a su vez a esos c¨¢lculos. Ni tampoco los organizadores los difundieron ni explicaron, a diferencia de lo que hizo Lynce.
En cambio, careci¨® de pol¨¦mica medi¨¢tica el trabajo que acometi¨® en Par¨ªs esa misma empresa espa?ola el 12 de octubre de 2010 (contratada por France-Soir a ra¨ªz de la experiencia de Efe) para medir la que se consider¨® la mayor manifestaci¨®n sindical contra el presidente Nicolas Sarkozy: los dem¨¢s medios franceses dar¨ªan por buenos los datos cuando los conocieron, razonados en detalle: 80.330 manifestantes, lo que supon¨ªa 0,318 por metro cuadrado (los sindicatos convocantes hab¨ªan calculado 330.000 personas). El m¨¦todo fue acogido all¨ª, pues, con respeto y sin conflicto.
En la denominada V¨ªa Catalana del Onze de Setembre de 2013, la entidad Societat Civil se tom¨® el trabajo (cosa que no hizo ning¨²n medio informativo) de contar uno a uno los participantes en aquella cadena humana, a partir de las 107.000 im¨¢genes de la Gigafoto que se obtuvo entonces por encargo de la Asamblea Nacional de Catalunya a lo largo de los 400 kil¨®metros del recorrido.
Les llev¨® tres meses a 20 personas, pero lo consiguieron. El an¨¢lisis y conteo de todas las im¨¢genes fue tutelado por un catedr¨¢tico de Estad¨ªstica de la Universidad de Barcelona (Josep Maria Oller), y el resultado se?alaba que participaron 793.683 personas (y no los dos millones que dijo la ANC o los 1,6 millones de la Generalitat). De ellas, 103.311 eran ni?os.
En la gran marcha del pasado Onze de Setembre de 2017 en Barcelona, la Guardia Urbana calcul¨®, una vez m¨¢s, un mill¨®n de asistentes; y la delegaci¨®n del Gobierno, 350.000.
Los metros cuadrados que se cubrieron ese d¨ªa sumaban 161.350, seg¨²n el dato que public¨® EL PA?S. Eso dar¨ªa unas 500.000 personas a raz¨®n de tres por metro cuadrado y si se considerase que tal superficie estuvo ocupada por completo. No se publicaron fotos a¨¦reas de detalle al estilo Lynce, sino sobre todo panor¨¢micas frontales (y a menudo de zonas cercanas a la cabecera), pero los datos y la experiencia que se han expuesto hasta aqu¨ª avalan la hip¨®tesis de que no acudieron m¨¢s de 160.000 personas.
Un elemento de confusi¨®n para quienes hacen c¨¢lculos a ojo en las manifestaciones tiene que ver con la perspectiva de la mirada a pie de calle. Lo llamaremos efecto de llegada del pelot¨®n. Vistos de frente, los ciclistas parecen estar en un pa?uelo, toc¨¢ndose los codos y sin que se sepa bien qui¨¦n ha ganado. Pero la perspectiva del helic¨®ptero los muestra con amplio espacio entre s¨ª, y a veces con cierta ventaja para el vencedor.
No hay tantos corredores por metro cuadrado en esas llegadas masivas. Y lo mismo pasa con las concentraciones humanas. A pie de calle no se ven los huecos, y se obtiene una sensaci¨®n de una densa multitud. Desde un piso alto, sin embargo, los espacios vac¨ªos saltan a la vista (sobre todo, en zonas alejadas de la cabecera de la marcha); pero luego en los c¨¢lculos de los diarios o de los organizadores, esos huecos entrar¨¢n tambi¨¦n en la multiplicaci¨®n como si hubiera un manifestante en cada baldosa. O cuatro. O m¨¢s.
De ese modo se ha ido construyendo durante a?os una gran falsedad sobre la participaci¨®n en concentraciones multitudinarias. Pero pocos la cuestionan, pues se corre el riesgo de ser tachado con esos calificativos siempre dispuestos para la ocasi¨®n.
Una opini¨®n no vale nada si no va seguida de un argumento. Y, del mismo modo, cualquier cifra de manifestantes carece de validez si no se respalda con un c¨¢lculo transparente.
Alg¨²n d¨ªa ¡ªma?ana mismo, si se quisiera¡ª se sabr¨¢ por la geolocalizaci¨®n de los tel¨¦fonos m¨®viles cu¨¢ntas personas se hallan a la vez en una superficie (con alg¨²n notario de por medio para evitar nuevas sospechas, y admitiendo asimismo un ligero margen de error). Quiz¨¢s entonces se compruebe por fin lo dif¨ªcil que resulta juntar a un mill¨®n de manifestantes un mismo d¨ªa y en un mismo sitio.
?lex Grijelmo dirigi¨® la agencia Efe entre 2004 y 2011; y es responsable del ¡®Libro de estilo¡¯ de EL PA?S desde l990.
Otros art¨ªculos de ?lex Grijelmo en IDEAS
Las 52 veces de Rajoy. Antes un compareciente deb¨ªa dar explicaciones a quien le citaba. Ahora convoca ¨¦l, y se las exige a otros.
Respeten las palabras. "Presos pol¨ªticos", "totalitario", "golpe de Estado"... son ejemplos del robo de significados en estos d¨ªas
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.