Respeten las palabras
¡°Presos pol¨ªticos¡±, ¡°totalitario¡±, ¡°golpe de Estado¡±... son ejemplos del robo de significados en estos d¨ªas
?
Las palabras forman el alma del di¨¢logo, designan la realidad, construyen la convivencia. Si nos fallan las palabras, todo se derrumba. Las palabras son el acuerdo m¨ªnimo a partir del cual se construyen los dem¨¢s.
Hoy m¨¢s que nunca debemos recordar la respuesta que dio el maestro Confucio (siglo VI a. de C.) cuando le preguntaron qu¨¦ medidas habr¨ªan de tomarse para ordenar el Estado: ¡°Lo primero que hace falta es la rectificaci¨®n de los nombres. Si los nombres no son correctos, las palabras no se ajustar¨¢n a lo que representan y, si las palabras no se ajustan a lo que representan, las tareas no se llevar¨¢n a cabo, y el pueblo no sabr¨¢ c¨®mo obrar¡±.
Ya conviv¨ªamos con las manipulaciones de ¡°austeridad¡±, ¡°ajustes¡± o ¡°recortes¡±. Sus significados cabales fueron vaciados para llenarlos de lodo y confusi¨®n pero manteniendo el aroma de su carcasa; del mismo modo que caemos en decir ¡°Estado Isl¨¢mico¡± para designar un horror que ni es Estado ni es isl¨¢mico.
?sas y otras claudicaciones nos han anestesiado, y han preparado el terreno para el gran latrocinio de las palabras ocurrido esta semana.
Los independentistas catalanes ya hab¨ªan subvertido los significados de ¡°ley¡±, ¡°democracia¡±, ¡°Catalu?a¡±, ¡°pueblo¡±, ¡°nosotros¡±, ¡°futuro¡±, para atraerlos a su conveniencia tras desproveerlos de su valor real.
Y luego dijo Pablo Iglesias, tras las ¨²ltimas actuaciones judiciales: ¡°Vamos a una situaci¨®n en la que en Espa?a va a haber presos pol¨ªticos¡±. Qu¨¦ habr¨¢n pensado quienes s¨ª fueron presos pol¨ªticos al o¨ªr esa locuci¨®n en boca de alguien que la aplica para un pa¨ªs donde no los hay, y sin embargo evit¨® usarla en referencia a Venezuela, donde s¨ª existen. Qu¨¦ vaciamiento de la verdad de las palabras para volverlas falsas.
Y habl¨® Carles Puigdemont: ¡°El Estado ha aplicado de facto el estado de excepci¨®n¡±, asegur¨®; como si esta excepcionalidad por culpa de la insensatez de un lado y la insensatez y media del otro implicara la suspensi¨®n de libertades que esa locuci¨®n se?ala. No puede haber estado de excepci¨®n cuando no se ha reducido ninguno de los derechos de los ciudadanos, emanados de una Constituci¨®n que fue votada en todas las provincias de Catalu?a con m¨¢s de un 90% de s¨ªes; y cuyo articulado no se ha suspendido en ninguno de sus extremos aunque muchos deseemos su reforma por v¨ªas legales y democr¨¢ticas.
En el otro lado del desastre, algunos cargos p¨²blicos han acusado a los independentistas ¨Cautores de un golpe al Estado¨C de perpetrar ¡°un golpe de Estado¡±. Aunque entiendo algunas razonables interpretaciones al respecto, creo que la provocaci¨®n de la Generalitat no encaja del todo ni con el imaginario actual ni con la definici¨®n del Diccionario: ¡°Actuaci¨®n violenta y r¨¢pida, generalmente por fuerzas militares o rebeldes, por la que un grupo determinado se apodera o intenta apoderarse de los resortes del gobierno de un Estado, desplazando a las autoridades existentes¡±.
Y c¨®mo no sobrecogerse tambi¨¦n al o¨ªr que se culpa de ¡°actitud totalitaria" al PP; partido que, habiendo sido irresponsable, mezquino y mendaz en esta ruta hacia el abismo ¨Cdesde que hizo derribar el Estatut hasta hoy¨C, dista tanto de ser el partido ¨²nico.
Ojal¨¢ cada uno de los autores referidos no tuviera un manipulador antag¨®nico en la otra orilla del precipicio. Ojal¨¢ fueran ¨¦stos los ¨²nicos ejemplos de robo de significados. Ojal¨¢ no se haya perdido el respeto a las palabras, sin el cual se acabar¨ªan derogando todos los dem¨¢s respetos.
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