Los ODS no funcionan con carb¨®n

En un evento organizado la semana pasada por un grupo de ONG, el embajador espa?ol para la Agenda 2030, Juan Francisco Montalb¨¢n, anunci¨® la creaci¨®n de una comisi¨®n interministerial para la aplicaci¨®n de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. De acuerdo con la informaci¨®n de Planeta Futuro, el grupo estar¨¢ adscrito a la Comisi¨®n Econ¨®mica Delegada de Presidencia y estar¨¢ liderado por el Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperaci¨®n.

Nos perdonar¨¢ el Gobierno si no hacemos piruetas con el anuncio. En primer lugar, la decisi¨®n llega nada menos que dos a?os despu¨¦s de la aprobaci¨®n de la Agenda, cuando se supone que todos los pa¨ªses deber¨ªan estar ya enfangados en la implementaci¨®n de los planes nacionales. Eso es lo que est¨¢ haciendo buena parte de Europa, unas cuantas comunidades aut¨®nomas espa?olas y un grupo significativo de empresas privadas. El Gobierno, mientras tanto, ni siquiera ha presentado un plan.

En segundo lugar, la ubicaci¨®n y composici¨®n del nuevo grupo despierta alguna inquietud. Aunque la Comisi¨®n Econ¨®mica es un sitio adecuado para un plan que debe cruzar diferentes pol¨ªticas y organismos de la Administraci¨®n del Estado (este blog sugiri¨® algo as¨ª hace un a?o y medio), el hecho de que dependa del Ministro de Exteriores y no de Presidencia o Vicepresidencia ignora precisamente ese principio. La cooperaci¨®n internacional constituye una parte relevante pero minoritaria de la agenda, por no mencionar el hecho de que este ministerio carece de ascendiente real sobre los dem¨¢s.

Tercero, y esto es posiblemente lo m¨¢s relevante. Si el Gobierno quiere hacer cre¨ªble su estrategia sobre ODS, vamos a necesitar algo m¨¢s que una comisi¨®n. De acuerdo con la ¨²ltima evaluaci¨®n realizada por el informe de REDS/SDSN, Espa?a no va realmente bien en ninguno de los 17 objetivos y suspende en seis de ellos, relacionados en su mayor¨ªa con la gesti¨®n medioambiental y energ¨¦tica.

?Cu¨¢nto va a tardar el Gobierno en dar una respuesta eficaz a trav¨¦s de un Plan Nacional de Desarrollo Sostenible a la altura del que ya han aprobado otros pa¨ªses como Alemania?

Me hac¨ªa esta pregunta mientras le¨ªa los datos publicados la semana pasada por el think tank brit¨¢nico Overseas Development Institute (ODI) acerca de los subsidios de Europa a los combustibles f¨®siles. En su informe ¨Cque les recomiendo sinceramente- el ODI advierte que 11 pa¨ªses europeos destinaron entre 2014 y 2016 la friolera de 112.000 millones de euros anuales a subsidiar la producci¨®n y consumo de combustibles f¨®siles.

En este asunto, Espa?a es parte del problema. El informe analiza cinco ¨¢mbitos en los que existe apoyo del sector p¨²blico a las energ¨ªas sucias. La inmensa mayor¨ªa corresponde a las ayudas fiscales a la producci¨®n y consumo de estos combustibles f¨®siles, que alcanzaron los 1.711 millones de euros de media anual entre 2014 y 2016, repartidos entre el carb¨®n, la electricidad, la agricultura, el gas y el petr¨®leo, as¨ª como el apoyo a la transici¨®n productiva y social de las regiones productoras. Tambi¨¦n destacan las ayudas a la producci¨®n de carb¨®n en el exterior (139 millones anuales) y los subsidios a la producci¨®n de gas y petr¨®leo (50 millones).

Resulta igualmente preocupante el hecho de que los investigadores responsables del estudio sobre nuestro pa¨ªs no hayan encontrado dato alguno para el 56% de las ayudas fiscales y el 20% de los subsidios p¨²blicos analizados. La opacidad de las cuentas en este ¨¢mbito es un obst¨¢culo serio para el escrutinio p¨²blico y una manera barata de saltarse los compromisos.

Porque esa es precisamente la pregunta: ?c¨®mo encaja todo esto con el compromiso de Espa?a y de la UE de poner fin a este tipo de ayudas para el a?o 2020? La comisi¨®n interministerial anunciada la semana pasada supone un paso adelante, pero no echaremos a andar hasta que no sea capaz de contestar a esta y a otras muchas preguntas esenciales relacionadas con los ODS.