Deriva aislacionista
Trump sigue con su pol¨ªtica de demolici¨®n del multilateralismo
La decisi¨®n tomada por Donald Trump para que Estados Unidos abandone la Unesco constituye una prueba m¨¢s de la peligrosa estrategia del presidente estadounidense de retirar a la democracia m¨¢s importante del mundo de organismos y acuerdos de car¨¢cter multilateral. No en vano, esta renuncia llega en paralelo a unas demoledoras cr¨ªticas al acuerdo firmado con Ir¨¢n en 2015 por seis pa¨ªses, entre ellos el suyo, que evit¨® la obtenci¨®n de armas nucleares a corto plazo por parte del r¨¦gimen de Teher¨¢n.
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Como ha resaltado al conocer la noticia la directora general saliente de la Unesco, Irina Bokova, la labor de este organismo internacional es clave para reforzar los lazos de la herencia com¨²n de la humanidad. En este sentido, la decisi¨®n de Washington supone un golpe muy importante para este reputado y aceptado proyecto, sobre todo si otros pa¨ªses siguen el camino marcado por el inquilino de la Casa Blanca. Es cierto que no es la primera vez que EE?UU se retira de la Unesco. Durante la presidencia de Ronald Reagan (1981-1989) ya protagoniz¨® una medida similar tras acusar a la organizaci¨®n de seguir una pol¨ªtica favorable hacia los intereses de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Ahora Trump aduce un constante sesgo antiisrael¨ª en las decisiones adoptadas por el organismo. Pero mientras en el caso de Reagan su decisi¨®n pod¨ªa responder a un movimiento t¨¢ctico dentro de un gran tablero global donde el entonces presidente de EE?UU nunca renunci¨® a jugar, la decisi¨®n de Trump parece responder m¨¢s a una falta de comprensi¨®n absoluta de la necesidad de estar presente en todos los escenarios del mundo donde se adopten importantes decisiones de cualquier tipo. Si las resoluciones de la Unesco referidas a Israel no le parecen aceptables a la Administraci¨®n estadounidense, lo l¨®gico ser¨ªa que emplee su fuerza y su influencia desde dentro del propio organismo para evitarlas o contrarrestarlas. La silla vac¨ªa es siempre una renuncia y Trump deber¨ªa entender el da?o que hace a su pa¨ªs ¡ªy por el camino a sus aliados¡ª con esta pol¨ªtica crecientemente aislacionista.
M¨¢s alarmante si cabe es el id¨¦ntico rumbo que ha iniciado Trump respecto al acuerdo nuclear con Ir¨¢n, cuya consecuci¨®n el mandatario ya critic¨® dur¨ªsimamente durante la campa?a electoral y que ha colocado en el punto de mira desde que asumi¨® la presidencia. No hay semana en la que no haga menci¨®n negativa a un tratado cuya primera consecuencia verificable fue la parada en seco del proyecto nuclear de car¨¢cter militar iran¨ª y la rebaja inmediata de tensi¨®n en una regi¨®n del mundo que no necesita precisamente que le a?adan m¨¢s tensiones. Ignorando de manera deliberada completamente esto, Trump dedica sus esfuerzos a denigrar el tratado, la ¨²ltima vez este mismo mi¨¦rcoles cuando asegur¨® en una entrevista que estaba ¡°incompetentemente dise?ado¡±. Es necesario advertir que la retirada de EE?UU del tratado nuclear con Ir¨¢n supondr¨ªa un golpe demoledor a la estabilidad no solo en Oriente Pr¨®ximo, sino en el resto del mundo. La peligrosa deriva aislacionista del presidente de EE?UU puede salir muy cara.
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