Fin de semana de reflexi¨®n

El lunes van a pasar muchas cosas. Y no tienen porqu¨¦ ser buenas. En la Generalitat de Catalu?a, en el Palacio de la Moncloa y en la Audiencia Nacional. Durante el fin de semana, se tienen que tomar decisiones que marcar¨¢n el futuro de Espa?a y los tel¨¦fonos no han dejado de sonar desde que el mi¨¦rcoles el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el l¨ªder de la oposici¨®n, Pedro S¨¢nchez, marcaran la hoja de ruta del constitucionalismo espa?ol: amenaza directa de aplicar el art¨ªculo 155 y anuncio de una pr¨®xima reforma de la Constituci¨®n.

En Barcelona, Carles Puigdemont est¨¢ recibiendo presiones fort¨ªsimas para que responda con un s¨ª al requerimiento de Madrid. Pero el presidente de la Generalitat no ha decidido todav¨ªa si ser directo o ambiguo. Si enviar el texto de su intervenci¨®n ante el Parlament o la declaraci¨®n de los 72 secesionistas (firmada como una carta de felicitaci¨®n de las que venden en los VIP), o un documento indescifrable y provocativo que obligue a mover ficha al Gobierno. Lo que est¨¢ claro es que el independentismo est¨¢ dividido.

En Madrid se tiene la esperanza de que Catalu?a vuelva al sentido com¨²n, niegue haber declarado la independencia y se convoquen elecciones auton¨®micas. M¨¢s que esperanza, es un deseo desesperado de evitar una confrontaci¨®n que cada vez parece m¨¢s inevitable y que desembocar¨¢ en una crisis sin precedentes. Pero, por una vez, hay unanimidad entre los unionistas de que no se pueden aguantar m¨¢s burlas y que si no se act¨²a ya, pronto recibir¨¢n una citaci¨®n para reunirse en un hotel de Oslo con alg¨²n intermediario de tres al cuarto.

A la misma hora que vence el plazo para la primera respuesta de las autoridades catalanas, desfilar¨¢n por la Audiencia Nacional el jefe de los Mossos d¡¯Esquadra, Josep Llu¨ªs Trapero, y los dirigentes de ?mnium Cultural, Jordi Cuixart, y de la Asamblea Nacional de Catalu?a, Jordi S¨¢nchez. Los tres est¨¢n acusados de sedici¨®n y aunque hay diversidad de opiniones entre los juristas, no se descarta que los dos Jordis acaben el d¨ªa en prisi¨®n provisional. La palabra clave, tumultuaria, pesa sobre sus cabezas mientras los magistrados analizan las im¨¢genes de ambos agitando a las masas subidos sobre la chatarra de los coches de la guardia civil.

El destino de Trapero no parece tan claro, porque las fuentes consultadas se?alan que ha preparado su defensa con el mismo cinismo que prepar¨® sus actuaciones, claramente sediciosas, los d¨ªas previos al refer¨¦ndum ilegal y el propio 1 de octubre. La respuesta, el lunes.

Con una y otra noticia, Rajoy tendr¨¢ que decidir c¨®mo actuar. Despu¨¦s de a?os de inmovilismo frente a la cuesti¨®n catalana, el presidente no tiene m¨¢s remedio que ejercer de jefe del Gobierno y hacer cumplir la ley. Ya no es tiempo de palabras, sino de hechos. Ojal¨¢ que Puigdemont d¨¦ marcha atr¨¢s, pero los s¨ªntomas no son nada optimistas.