Si quieres resolver un problema con alguien, sigue estos cuatro pasos
La violencia es la expresi¨®n tr¨¢gica de necesidades no satisfechas
En ocasiones los conflictos se enquistan porque no hemos sabido ver lo que la otra persona necesita. Cuando esto ocurre, el otro se enfada o llega a tener comportamientos agresivos aunque no sepa el por qu¨¦. Sencillamente, deja de hablarnos, nos grita o act¨²a con cualquier otra respuesta que tenga en su cat¨¢logo habitual. En esos momentos, si decimos ¡°no te enfades¡± conseguimos lo contrario, que el otro a¨²n se cabree m¨¢s. Por tanto, reconducir un conflicto requiere un modo diferente de comunicaci¨®n. As¨ª lo comprob¨® Marshall B. Rosenberg despu¨¦s de trabajar en situaciones realmente complicadas durante los a?os 60 en el sur de Estados Unidos. All¨ª reinaba la segregaci¨®n racial y los actos de violencia estaban a la orden del d¨ªa. Este psic¨®logo desarroll¨® una metodolog¨ªa denominada Comunicaci¨®n No Violenta (CNV), que le permiti¨® acercar posiciones y reducir la agresividad de ambos bandos. Y dicha metodolog¨ªa podemos aplicarla en nuestro d¨ªa a d¨ªa cuando nos enfrentamos a una discusi¨®n o a un conflicto.
La CNV parte del supuesto de que el enfado, la agresividad o la violencia, en ¨²ltimo extremo, son expresiones de la desesperaci¨®n o de la impotencia de alguien ante una necesidad no atendida. Por ello, una comunicaci¨®n efectiva ha de ver m¨¢s all¨¢ de las palabras, de los hechos o de las emociones (aunque algunas nos saquen de quicio). Ha de reparar en las necesidades de fondo que existen y que no est¨¢n satisfechas, para conseguir una conexi¨®n sincera con el otro y con uno mismo. Y eso es lo que propone la CNV, a trav¨¦s de cuatro fases.
La primera fase consiste en observar la situaci¨®n sin juicio, tanto lo que ocurre fuera como lo que se nos mueve dentro. Una conversaci¨®n reparadora comenzar¨ªa con una exposici¨®n sin valoraci¨®n. No consiste en frases que le hagan al otro sacar el escudo defensivo como, por ejemplo: ¡°trabajas demasiado¡±, ¡°eres un desastre¡± o ¡°te enfadas con cualquier tonter¨ªa¡±. La idea es comenzar con algo que no se puede cuestionar, como: ¡°cuando te hablo de algo importante para m¨ª y coges el m¨®vil para consultar tu correo¡¡±. Si ha pasado, no se puede negar.
En el segundo paso se han de identificar los sentimientos que surgen tanto al interlocutor como a uno mismo y que pueden ser emociones o sensaciones f¨ªsicas. Tampoco sirve acusar al otro pensando que ¨¦l o ella es responsable de todo cuanto me ocurre, con frases como ¡°por tu culpa me siento fatal¡± o ¡°me enfadas much¨ªsimo¡±. Si lo hacemos, recordemos, el otro volver¨¢ a sacar su escudo protector y la conversaci¨®n habr¨¢ terminado. El objetivo es expresar lo que nos pasa sin juicios. Si seguimos con el ejemplo anterior, ser¨ªa ¡°cuando te hablo de algo importante para m¨ª y coges el m¨®vil para consultar tu correo, me duele¡¡± (o ¡°me entristezco¡¡±).
La tercera fase es la m¨¢s dif¨ªcil de todas porque significa identificar las necesidades de fondo. Todos tenemos necesidades de sentirnos queridos, de pertenencia a un grupo, de ser v¨¢lidos o reconocidos y de sentirnos aut¨®nomos. Cuando dichas necesidades no se ven atendidas, se expresan en emociones poco amigables, como el miedo, la ira o la tristeza. Por ello, si somos capaces de profundizar m¨¢s all¨¢ del sentimiento, podremos tender un puente para una comunicaci¨®n m¨¢s efectiva. Si retomamos el ejemplo, la conversaci¨®n podr¨ªa ser: ¡°Cuando te hablo de algo importante para m¨ª y coges el m¨®vil para consultar tu correo, me duele porque necesitar¨ªa que ayudaras a encontrar una soluci¨®n a mi problema¡±.
Y la cuarta fase consiste en exponer la petici¨®n concreta que satisface la necesidad. En este punto hay que hablarlo con claridad y no esperar a que el otro saque una bola de cristal para deducirlo. El ejemplo anterior se terminar¨ªa a?adiendo: ¡°Por tanto, en la medida en que pudieras, me gustar¨ªa que escucharas mir¨¢ndome y compartieras tu opini¨®n¡±. L¨®gicamente, lo que el otro haga o diga ya no depende de ti. Pero esta comunicaci¨®n resulta m¨¢s eficaz que la opci¨®n de decirle directamente: ¡°deja el maldito m¨®vil¡± o ¡°eres tal y cual porque no me escuchas¡±.
En definitiva, la CNV ofrece un m¨¦todo para tener conversaciones m¨¢s aut¨¦nticas, sin tanta carga emocional y que permita resolver los conflictos. Si somos capaces de hacerlo, seguramente nos ahorraremos muchos problemas.
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