?Qu¨¦ puedes hacer para luchar contra la pobreza?
El ¨²nico cambio posible viene a trav¨¦s de la forma en que vivimos y ser conscientes del da?o que hacemos
Al igual que la esclavitud y el apartheid, la pobreza no es un fen¨®meno natural. La causan los seres humanos y puede ser superada y erradicada gracias a la actuaci¨®n de esos mismos seres humanos. Acabar con la pobreza no es un gesto de caridad; es un acto de justicia. Es proteger un derecho humano fundamental, el derecho a la dignidad y a una vida decente. Mientras siga habiendo pobreza, no habr¨¢ verdadera libertad.
Nelson Mandela.
Cuando hablamos de luchar contra la pobreza lo primero que hacemos es echar mano a la cartera, a ver si nos sobran unos eurillos con los que contribuir para que alg¨²n ser humano, m¨¢s pobre que nosotros, pueda vivir un poco m¨¢s. Donamos a organizaciones, a bancos de alimentos, o directamente a pobres locales que piden en el metro. Y as¨ª nos sentimos mejor. Pero, con todos los respetos y el cari?o, eso no es luchar contra la pobreza. Eso es parchear la pobreza un rat¨ªn.
La pobreza no es casual. La pobreza no es natural. La pobreza es necesaria para que podamos seguir viviendo como lo hacemos. Por eso no acabamos con ella.
Cada vez que compramos una prenda de ropa que cuesta menos que el material con el que est¨¢ hecha, estamos comprando la misera de otro. Cada vez que compramos un tel¨¦fono m¨®vil, casi de cualquier marca, estamos comprando colt¨¢n que es sin¨®nimo de sangre y esclavitud. Cada vez que compramos un maquillaje con brillantina estamos comprando trabajo esclavo infantil en las minas de mica en Pakist¨¢n. Casi sin excepci¨®n cualquiera de las personas que est¨¢n leyendo este art¨ªculo viven a trav¨¦s del trabajo esclavo de m¨¢s de una decena de personas situadas en el resto del mundo (pueden calcular su huella de esclavos en esta maravillosa Web slavery footprint).
Cuidado que no se trata aqu¨ª de culpabilizar a nadie. No creo que los que estamos inmersos en est¨¢ espantosa sociedad de consumo seamos conscientes del da?o que hacemos. Y aun si¨¦ndolo tampoco creo que podamos cambiar de la noche a la ma?ana. S¨ª que creo que el ¨²nico cambio posible viene a trav¨¦s de la forma en que compramos y vivimos, y no a trav¨¦s de aportaciones de un dinero que damos para que otros se ocupen de la pobreza en el mundo.
Hace unos a?os, antes de la crisis, lo eco y lo sostenible estaban de moda. Ahora, no se ve mal hacer apolog¨ªa de consumo barato en un bazar chino. C¨®mo en muchos otros aspectos la precarizaci¨®n de nuestra sociedad, empobrecida y todav¨ªa muy malherida, nos ha llevado a olvidar qu¨¦ tipo de mundo queremos. Algunos est¨¢n inmersos en conservar una seguridad que ya no existe, otros simplemente siguen pas¨¢ndolo fatal para llegar a fin de mes. Sea cual sea la situaci¨®n que se viva, somos m¨¢s vulnerables y nos estamos dejando manipular por un sistema perverso que basa su supervivencia en la desigualdad.
As¨ª que, ?que podemos hacer? Pues principalmente informarnos, reflexionar y actuar con conciencia y consciencia. No existe una formula m¨¢gica, las opciones son m¨²ltiples. Solo hay que pensar en a qu¨¦ estamos dispuestos a renunciar, de todo lo que tenemos, para que otras personas puedan vivir mejor. A partir de ah¨ª, todo vale.
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