Soy hombre y una compa?era me cuenta que el jefe la acosa sexualmente: ?qu¨¦ hago?
Si algo ha demostrado el caso Weinstein es que estos asuntos no son casos tan aislados como creemos
Una alargada mesa en la que se sientan cuatro mujeres y cinco hombres, uno de ellos es el jefe. Charlan mientras trabajan y una de las mujeres cuenta c¨®mo una vez, cuando era adolescente y montaba a caballo, este se desboc¨®. El jefe, unos 10 a?os mayor que ella, sonr¨ªe, socarr¨®n, y le suelta: ¡°T¨² eres muy caballo desbocado, pero ya te domaba yo¡±. Los hombres de la mesa se r¨ªen aunque uno tuerce, casi imperceptiblemente, el gesto. En un aparte le dice a su compa?era que el jefe todos los a?os elige a una de las reci¨¦n llegadas y se dedica a atosigarla con comentarios, gestos y correos electr¨®nicos.
No es una situaci¨®n imaginada: es completamente real. En este caso concreto, como en el tan cacareado esc¨¢ndalo de abusos sexuales del productor de Hollywood Harvey Weinstein, se trataba de un ¡°secreto a voces¡± que se perpetu¨® durante a?os. Porque si algo se ha demostrado con todo lo publicado sobre Weinstein y con las reacciones de las redes sociales es que estos asuntos no son casos tan aislados como quer¨ªamos creer y que la sociedad no solo a¨²n los permite sino que los silencia. En 2013, hace solo cuatro a?os, el actor Seth MacFarlane anunci¨® las nominadas al Oscar como mejor actriz de reparto con esta broma: "Felicidades, vosotras cinco ya no ten¨¦is que fingir que os sent¨ªs atra¨ªdas por Harvey Weinstein". Ni aquello hizo saltar la voz de alarma.
El jefe, unos 10 a?os mayor que ella, sonr¨ªe, socarr¨®n, y le suelta: ¡°T¨² eres muy caballo desbocado, pero ya te domaba yo¡±
Pero no se trata solo de Hollywood. Un estudio de 2010 del Ministerio de Igualdad de Espa?a sobre acoso sexual en el trabajo y recogido en un informe del Consejo General del Poder Judicial, se?ala ¡°como dato significativo el reducido ¨ªndice de denuncias registrado¡±. No es algo positivo. No lo achaca a que sea un problema inexistente sino a que ¡°el sistema de creencias sexistas que a¨²n perdura en la sociedad espa?ola normaliza este tipo de conductas¡±.
Y prosigue: ¡°Las v¨ªctimas tienen tan normalizadas ciertas conductas violentas que se contentan con aceptar que forman parte de las reglas del juego entre los sexos¡±, explica el informe. As¨ª pensaban, que era algo por lo que deb¨ªan pasar, muchas de las actrices que se encontraron con Weinstein e incluso muchos de los hombres que lo vieron y lo permitieron. Ahora, cuando el caso se ha hecho p¨²blico, gracias a los reportajes de The New York Times y The New Yorker, muchos se preguntan por qu¨¦ callaron y qu¨¦ pod¨ªan haber hecho.
El ciclo es similar al que sucedi¨® con la violencia de g¨¦nero cuando a¨²n se consideraba algo que correspond¨ªa al ¨¢mbito privado y en lo que nadie deb¨ªa meterse. Si actualmente un hombre que viese una agresi¨®n f¨ªsica a una mujer no dudar¨ªa en actuar ?por qu¨¦ no sucede lo mismo con el acoso sexual en el trabajo?
Si eres uno de esos hombres que tampoco en esto quiere quedarse al margen, te damos algunas claves para que sepas c¨®mo actuar para ayudar.
?- Observar
Quiz¨¢s ese comentario a una compa?era al principio te pareci¨® una simple broma o ese acercamiento lo viste como un mero gesto de cari?o. Pero si te paras a pensarlo quiz¨¢s no sea algo tan normal. ¡°Las percepciones sociales de lo que es esperable de los hombres en sus relaciones con las mujeres lleva a calificar como simple inter¨¦s o mero galanteo lo que son situaciones de acoso sexual o acoso por raz¨®n de sexo seg¨²n la normativa vigente¡±, asegura el citado informe del CGPJ.
Mira a tu alrededor y aprende a observar. Sheela Raja, experta en acoso sexual cuenta en Esquire la importancia de atender a las reacciones de la mujer, si devuelve la sonrisa, si parece inc¨®moda, y explica que, aunque ¡°a las mujeres se les ense?a a disimular la incomodidad¡±, existen se?ales indicativas que nos pueden ayudar a ver que la situaci¨®n no es de su agrado.
¡°Si una compa?era cambia de forma brusca sus h¨¢bitos (no asististe a reuniones sociales, comidas, ya no toma el caf¨¦ con los compa?eros, se ausenta de las reuniones, viajes, etc.), puede ser un s¨ªntoma de que hay alguna situaci¨®n de relaci¨®n interpersonal problem¨¢tica, en ocasiones asociada al acoso¡±, explica la psic¨®loga Elisa S¨¢nchez, que coordina el grupo de salud laboral del Colegio Oficial de Psic¨®logos de Madrid.
Desde la asociaci¨®n Stop Violencia Sexual a?aden que, debido a que las mujeres cuestionan que ellas son las culpables, es muy habitual que cambien ¡°su forma de vestir, siendo muy cautelosas en su manera de relacionarse, etc. Se puede dar una sintomatolog¨ªa ansiosa depresiva y de evitaci¨®n del trabajo, especialmente del encuentro con el individuo, lo que a veces resulta en una bajada del rendimiento laboral¡±.
?- No te calles
Esta es una de las partes m¨¢s dif¨ªciles porque supone significarte, posiblemente enfrentarte a algunos de tus compa?eros. ¡°No podemos olvidar¡±, explica el CGPJ, ¡°que el clima organizacional espa?ol es a¨²n tolerante al acoso sexual y al acoso por raz¨®n de sexo, lo que influye de modo decisivo en la ocultaci¨®n del problema y en la descalificaci¨®n del testimonio de la v¨ªctima¡±.
Es importante hacer ver al acosador ¡°que su conducta no es adecuada ni compartida, que es una conducta inaceptable, que es un tipo de violencia de g¨¦nero. Algo que sucede muy a menudo, y que est¨¢ en nuestra mano cambiar, es por ejemplo las cadenas de chistes o im¨¢genes que se reciben por whatsapp. Hay que pararlas, hacer notar en esos grupos o a esa persona que las env¨ªa que no tienen gracia, y que no te vuelva a mandar archivos de este tipo, y por supuesto no reenviarlas¡±, explica Antonio Herrera, profesor de Psicolog¨ªa Social en la Universidad de Granada y autor de varios estudios sobre acoso sexual en el trabajo.
Emtrain, una empresa que ofrece cursos de capacitaci¨®n a empresas sobre acoso sexual, tiene un curioso sistema para evaluar las conductas en el ¨¢mbito laboral. Se trata de un sistema de colores: el verde es el que crea un buen ambiente de trabajo, ¡°el amarillo es cuando no estamos poniendo lo mejor de nosotros mismos para trabajar. El naranja es inapropiado, son comportamientos que reflejan parcialidad y acoso. El rojo es ilegal", explica a Esquire Janine Yancey, CEO de la empresa que ha asesorado, entre otras, a compa?¨ªas como Netflix. De esta forma, se?alan, se aprende a evaluar y desterrar los comportamientos negativos poniendo el foco en las acciones.
?- Habla con ella?
?Si ves alguna de estas situaciones, tira de naturalidad y pregunta a la mujer si se ha sentido inc¨®moda. Este simple hecho ayuda a su confianza. Ya no se trata de algo que solo ella est¨¢ percibiendo: le da seguridad y le resta culpabilidad. Aunque, como apunta la psic¨®loga Elisa S¨¢nchez, ¡°hay que tener mucho cuidado por c¨®mo se pregunta, porque es frecuente que la persona acosada lo niegue en un primer momento por miedo o culpa¡±. Pero, aunque ella diga que no pasa nada, si el acoso est¨¢ teniendo lugar, el inter¨¦s mostrado puede ayudarla. ¡°En muchas ocasiones solo mostrando apoyo social, haci¨¦ndole ver que no est¨¢ sola y que la puedes acompa?ar en el proceso, es suficiente para sentirse con fuerzas para afrontar y denunciar la situaci¨®n¡±, apunta Herrera.
¡°Es importante no decirle que no tiene importancia, que aguante, que ya se pasar¨¢¡ Estos comentarios no solo no pararan las conductas de acoso sino que los acrecentar¨¢¡±, contin¨²a Herrera. Tampoco tomes decisiones sin contar con su opini¨®n, quiz¨¢s en ese momento no se sienta lo suficientemente fuerte para denunciar. En ese caso, S¨¢nchez apunta que una buena opci¨®n es "evitar que est¨¦ sola con el acosador, mantenernos a su lado en reuniones o conversaciones, ante llamadas telef¨®nicas, etc.¡±. De esta forma, no solo podr¨ªamos evitar el acoso sino tambi¨¦n, si se produce, ser testigos del mismo, lo cual ayudar¨ªa si la v¨ªctima se decidiese a denunciar.
?- Denuncia
En Espa?a, con la llegada de la Ley de Igualdad en 2007 se establecieron protocolos espec¨ªficos que pueden ser muy ¨²tiles en estos casos. En un informe del Instituto de la Mujer se concluye que de todas las posibles opciones, la respuesta m¨¢s eficaz es ¡°trasladar la queja a los jefes¡±. En casi 6 de cada diez casos que ha tomado esta iniciativa el acoso ha desaparecido, opina S¨¢nchez, que contin¨²a: ¡°Si en la empresa hay una Comisi¨®n de Igualdad y/o un protocolo de acoso, se debe activar¡±. En este caso se tratar¨ªa de una denuncia de car¨¢cter laboral. Para que se produjese una de car¨¢cter penal es indispensable la participaci¨®n de la v¨ªctima.
Es, sin duda, la parte m¨¢s dif¨ªcil. La que conlleva implicarse del todo porque es un problema que nos ata?e a todos como sociedad.
Pero tambi¨¦n es la que marca la diferencia entre que el acoso sexual en el trabajo sea un ¡°secreto a voces¡± o simplemente deje de serlo.
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