Borja Thyssen y Blanca Cuesta, 10 a?os de matrimonio y mil batallas con la baronesa
La boda del hijo de Carmen Thyssen dinamit¨® la relaci¨®n con su madre que, desde entonces, ha pasado por a?os de silencio y reconciliaciones de revista. La pareja contin¨²a su uni¨®n ajena a quienes no apostaban por ella y pendientes de un juicio por delito fiscal
Entender las claves del matrimonio de Borja Thyssen y Blanca Cuesta es tan dif¨ªcil como hacerlo con cualquier otro, porque las parejas son as¨ª de misteriosas para terceros cuando se trata de buscar razones a los asuntos del coraz¨®n. Ellos cuentan con elementos que elevan la tensi¨®n y la atenci¨®n: ¨¦l es hijo de Carmen Thyssen, heredero del fallecido bar¨®n Thyssen, que reuni¨® una de las colecciones privadas de arte m¨¢s reputadas del mundo, y pas¨® de ser el ni?o adorado de su madre a pleitear con ella en los tribunales. Nadie duda sobre el origen econ¨®mico de estas desavenencias de ida y vuelta, pero madre e hijo cuentan con un escollo previo en su relaci¨®n y se llama Blanca Cuesta. Exmodelo, cinco o 10 a?os a?os mayor que ¨¦l, seg¨²n la publicaci¨®n que se consulte, y sin otro trabajo conocido que no sea rentabilizar su fama pintando cuadros que se han puesto a la venta por 9.000 euros de media. En su descargo, hay que decir que a su marido, con quien contrajo matrimonio el 10 de octubre de 2007, tampoco se le conoce una profesi¨®n en sus 37 a?os de vida.
La pareja se cas¨® despu¨¦s de varios a?os de relaci¨®n y cuando Blanca Cuesta se encontraba ya embarazada del primero de los cuatro hijos que completan la familia: Sacha (9), Eric (7), Enzo (5) y Kala (2 a?os). Esta uni¨®n no cont¨® con la presencia de Carmen Thyssen, que hasta poco tiempo antes hab¨ªa compartido vacaciones y complicidad con la novia de su ¨²nico hijo. Algunas fuentes especulan que la juventud de Borja ¨Cten¨ªa 17 a?os cuando empez¨® su relaci¨®n con Blanca Cuesta¨C le hac¨ªa pensar en una relaci¨®n que no llegar¨ªa a m¨¢s. Conviene recordar que cuando las cosas se pusieron serias y la pareja anunci¨® su embarazo, la baronesa Thyssen sac¨® a pasear los mensajes de un m¨®vil, hipot¨¦ticamente robado a la exmodelo, en el que hab¨ªa contenidos expl¨ªcitos sobre una supuesta relaci¨®n sexual de la novia con su guardaespaldas. La futura suegra no tard¨® en reclamar una prueba de paternidad que demostrara que el ni?o que esperaba era de su hijo.
Borja dej¨® a un lado las publicitadas dudas maternas y se cas¨® con Blanca, sin su madre presente pero con una jugosa exclusiva con la revista ?Hola!. Desde entonces la pareja ha ido desmintiendo a todos los que no apostaban por su relaci¨®n y han seguido aumentado su familia y disfrutando de un elevado nivel de vida gracias a las entregas por fases de la herencia del bar¨®n Thyssen, a rentas inmobiliarias y a la nada desde?able paga anual de 250.000 euros que le tiene asignada su madre. Todo ello con siete a?os de silencio entre madre e hijo y una querella criminal de por medio: la que Borja interpuso contra su madre en enero de 2011 por la supuesta apropiaci¨®n indebida de dos cuadros que ¨¦l quer¨ªa recuperar para venderlos.
La querella se archiv¨® pero madre e hijo no se reencontraron hasta octubre de 2012 cuando Carmen Thyssen le visit¨® en la cl¨ªnica en la que estaba ingresada su nuera con motivo del nacimiento de su tercer hijo, a quien no lleg¨® a conocer entonces. Tuvo que pasar otro a?o y medio para reencontrarse casualmente con la pareja a quien se acerc¨® cuando les vio paseando por la calle y hubo que esperar hasta julio de 2014 para poder ver una imagen de los tres juntos.
Desde entonces el matrimonio ha cambiado varias veces de ciudad de residencia por motivos fiscales y el mismo motivo es el que aducen para justificar que en la actualidad Blanca resida en Madrid con sus cuatro hijos, y Borja en Andorra para cumplir con los 183 d¨ªas al a?o que debe pasar fuera de Espa?a si quiere evitar m¨¢s problemas con Hacienda.
Las relaciones entre madre e hijo van y vienen. Han compartido vacaciones en navidades y verano de 2016, pero no en 2017, al menos no en p¨²blico. No existe una sola fotograf¨ªa donde se pueda ver a Borja Thyssen junto a sus hermanas, las mellizas Carmen y Sabina a quienes Carmen Thyssen adopt¨® en 2008. Y lo peor para todos ellos, Borja Thyssen tiene una espada de Damocles pendiendo sobre su futuro: el juicio por el que la fiscal¨ªa le pide dos a?os de c¨¢rcel y 1,2 millones de euros por ocultar a Hacienda parte del dinero que gan¨® en 2007 por las exclusivas de su boda y el bautizo de su primer hijo.
Sea cual sea el resultado, en la familia sobrevuela una frase pronunciada por Borja que deja claro que en esta guerra Blanca juega con ventaja respecto a Carmen Thyssen, y que el apuesta claramente por su matrimonio: ¡°Mientras no respete a Blanca no habr¨¢ nada que hacer¡±. Seguro que la baronesa ya lo ha anotado en may¨²sculas en su agenda.
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