La sorprendente paradoja del caso de los ERE

Dos expresidentes andaluces, Manuel Chaves y Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, se sentar¨¢n en el banquillo de los acusados dentro de dos meses. La desgracia y la sospecha han ca¨ªdo sobre ellos porque son los presuntos m¨¢ximos responsables ¡ªlos jueces lo determinar¨¢n¡ª de la tacha imborrable de corrupci¨®n que ha empa?ado el historial del PSOE. Durante seis a?os, desde que la justicia empez¨® a indagar, el esc¨¢ndalo de los ERE (expedientes de regulaci¨®n de empleo) en Andaluc¨ªa ha dado un combustible impagable al Partido Popular, sumido a su vez en grav¨ªsimos casos de corrupci¨®n. De hecho, el PP est¨¢ personado en esta causa como acusaci¨®n popular.

La vida da muchas sorpresas y la pol¨ªtica est¨¢ repleta de ellas. Porque ahora, seis a?os despu¨¦s, nos hemos enterado de que el Gobierno central ¡ªprimero en manos del PP y luego del PSOE¡ª a trav¨¦s del Ministerio de Empleo ha dado las mismas ayudas sin concurso p¨²blico, es decir, con una carencia de control no id¨¦ntica, pero similar a la que se ha reprochado a la Junta de Andaluc¨ªa. Sorprendente y parad¨®jico.

La noticia ha pasado casi desapercibida en esta actualidad secuestrada por el independentismo catal¨¢n. Es, sin embargo, un dato de primer orden. Incluso el actual ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, autoriz¨® la adjudicaci¨®n de 34 millones de euros estatales para uno de los ERE investigados cuando era delegado del Gobierno en Andaluc¨ªa.

Volveremos a atender con la m¨¢xima atenci¨®n los detalles del esc¨¢ndalo de los ERE cuando se inicie la vista oral en diciembre. Mientras tanto, la justicia ha dejado libres de imputaci¨®n a un pu?ado de gente y ha circunscrito el presunto fraude a 152 millones de euros en una d¨¦cada (de 2001 a 2011). Fue goloso explotar el caso del ch¨®fer Juan Francisco Trujillo, agraciado con una ayuda arbitraria con la que compraba regalos y coca¨ªna para su jefe, el entonces director de Empleo de la Junta Javier Guerrero. Y fue una tentaci¨®n irresistible exagerar la dimensi¨®n del esc¨¢ndalo y valorar el fraude en 855 millones, que es en realidad el montante total de las ayudas que recibieron, en la mayor¨ªa de las ocasiones, aut¨¦nticas empresas en dificultades y trabajadores reales despedidos.

Cuando la justicia interviene ¡ªsalvo que una juez como Mercedes Alaya est¨¦ al tim¨®n¡ª se suelen estrechar las posibilidades de sobreactuaci¨®n. Los da?os de este caso son irreparables, pero se establecer¨¢n los t¨¦rminos del esc¨¢ndalo en una dimensi¨®n m¨¢s cercana a la realidad y las Administraciones ya han empezado a tomar nota. La Junta de Andaluc¨ªa modific¨® los procedimientos para otorgar sus ayudas sociales. La administraci¨®n central, tambi¨¦n. La gran ventaja de las democracias es que, gracias al entramado de los contrapoderes, estas est¨¢n abiertas a mejorar. Quiz¨¢ la democracia espa?ola sea capaz, gracias a casos como este, de extremar a¨²n m¨¢s el control de las finanzas p¨²blicas. De paso, podr¨ªa reducirse el ruido de la bronca pol¨ªtica ?Es mucho pedir?