?Por qu¨¦ se quedan las aulas vac¨ªas en Latinoam¨¦rica?
El corto 'Las buenas intenciones' narra la historia de dos adolescentes que dejan el instituto por culpa del conflicto armado colombiano
Hay muchas razones para dejar la escuela. Tantas, que en Latinoam¨¦rica alrededor de la mitad de los estudiantes no completa la secundaria. En Colombia, durante las ¨²ltimas d¨¦cadas, una ha dejado a miles de adolescentes sin educaci¨®n: el reclutamiento por parte de las guerrillas y las bandas paramilitares. Esta es la realidad que analiza el corto Las buenas intenciones, que se lanza este lunes 23 en todo el mundo (y se puede ver en el v¨ªdeo insertado m¨¢s abajo en este art¨ªculo).
El corto, de ficci¨®n pero inspirado en hechos reales, es uno de los 11 que integran El aula vac¨ªa, un documental con la direcci¨®n creativa de Gael Garc¨ªa Bernal que ha pasado por m¨¢s de 20 festivales internacionales y ha ganado precisamente en Colombia el premio de Unicef a la mejor pel¨ªcula sobre la ni?ez.
La idea del director de Las buenas intenciones, Carlos Gaviria, era hacer un documental, ¡°pero result¨® imposible¡±. Quiz¨¢s hoy d¨ªa, en pleno proceso de paz, habr¨ªa sido m¨¢s sencillo. Cuando comenz¨® el proyecto, en 2014, el conflicto en Colombia persist¨ªa y hablar en p¨²blico de este tab¨² les pod¨ªa costar la vida a los adolescentes.
Por eso, opt¨® por dar voz a las v¨ªctimas, a los chicos y chicas obligados a abandonar los estudios, pero mediante actores. ¡°Decid¨ª concentrarme en el d¨ªa en el que los muchachos fueron reclutados¡±, explica Gaviria. Son dos relatos narrados por sus ficticios protagonistas: un ni?o que, por salvar a su padre participa en acciones monstruosas; y el de una ni?a que sigue a su novio por el camino de la violencia. ¡°Son dos historias de las muchas que o¨ª¡±, asegura el director del corto.
La idea del documental del que forma parte este corto surge del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que es tambi¨¦n la primera instituci¨®n multilateral que produce una iniciativa similar. Marcelo Cabrol, gerente de su sector social, cuenta que, a instancias de Luis Alberto Moreno, el presidente de la entidad, decidieron salir de su ¡°zona de confort¡± a la hora de contar un problema en el que trabajan por toda Latinoam¨¦rica.
Un problema con diversas causas en funci¨®n de los pa¨ªses y las ¨¢reas donde se produce. Pero algunas son compartidas. Una muy importante, en opini¨®n de Cabrol, es el aburrimiento: ¡°La tecnolog¨ªa de la escuela no ha cambiado en m¨¢s de un siglo. Contin¨²a exactamente igual. Y no solo el edificio: c¨®mo est¨¢n sentados los chicos o donde se para el maestro, sino tambi¨¦n el curr¨ªculum y la l¨®gica de lo que pasa dentro sigue siendo igual. Los chicos no reciben suficientes est¨ªmulos¡±.
El abandono escolar tiene m¨²ltiples causas en la regi¨®n, pero una predomina: el aburrimiento, la falta de est¨ªmulos
Otro motivo crucial es el de los factores socioecon¨®micos. Por un lado, aunque la educaci¨®n sea gratuita, hay familias que no se pueden permitir uniformes, libros, cuotas de ciertas actividades complementarias. Otros tienen que aportar ingresos al hogar y, por lo tanto, abandonar la escuela. Pero hay m¨¢s. En el caso de Colombia est¨¢ el conflicto armado, adem¨¢s de las pandillas y las drogas, que tambi¨¦n desplazan a los chicos fuera de los estudios.
En Las buenas intenciones, adem¨¢s del relato principal, se entrev¨¦n otras causas. En una conversaci¨®n entre dos de los protagonistas, un chico le dice a su novia:
¡ª?Para qu¨¦ estudiar, Mar¨ªa? Tenga por seguro que sabiendo que es de este barrio nadie la va a contratar.
¡°Es tres veces m¨¢s probable dejar la escuela si eres pobre. Pero incluso superando estos obst¨¢culos y terminando la ense?anza secundaria, si perteneces al quintil con menos recursos es mucho m¨¢s probable que te discriminen en el mercado laboral", asegura Cabrol. Muchos j¨®venes perciben que no van a lograr sus metas por la v¨ªa correcta, as¨ª que buscan otros cauces. ¡°Ah¨ª empiezas a ver que una situaci¨®n violenta lleva a otra violenta¡±, a?ade.
En Colombia, las principales guerrillas ya no est¨¢n activas, pero el reclutamiento por parte de las conocidas como Bacrim (bandas criminales, vestigios a menudo de los grupos paramilitares) contin¨²an contribuyendo a este dato de deserci¨®n escolar. Y ya no es solo un problema de educaci¨®n. "Si vemos a adultos que quedan traumatizados tras la guerra, con los chicos es todav¨ªa mucho m¨¢s grave. El que inspira la historia del protagonista qued¨® muy tocado. Le perdimos la pista y la verdad es que no sabemos si seguir¨¢ vivo", cuenta Gaviria.
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