Casey de Fischerspooner: ¡°Michael Stipe me ayud¨® a descubrir mi sexualidad¡±
El nuevo proyecto del d¨²o de electr¨®nica neoyorquino incluye un disco y una exposici¨®n que eleva la b¨²squeda de sexo con el m¨®vil a la categor¨ªa de arte
Para entender el ¨²ltimo trabajo de Fischerspooner primero hay que visualizar, como ca¨ªdo del cielo, a aquel Michael Stipe alado de Losing my religion, que ahora regresa a la vida de Casey Spooner (Georgia, 1970) para rescatarlo. Cuesta m¨¢s imaginarse al gur¨² de REM coproduciendo y escribiendo en el nuevo ¨¢lbum del d¨²o de electr¨®nica, pero quiz¨¢ choque menos al saber d¨®nde y c¨®mo se top¨® con un Casey muy joven. Fue una noche de 1988 en la ciudad donde viv¨ªan ambos, Athens (Georgia), junto a una pista de baile. ¡°Todav¨ªa no me creo del todo que pudiera conocerle. Lig¨® conmigo en un bar. Yo ten¨ªa 18 a?os [Stipe es diez a?os mayor] y era virgen¡±, confiesa el artista.
¡°Me ayud¨® a descubrir mi sexualidad y me anim¨® a convertirme en artista¡±, se?ala Casey, que tantos a?os despu¨¦s estrena cuerpo de gimnasio y sentimientos. ¡°Siempre he puesto mi alma y coraz¨®n en Fischerspooner, es algo que arraiga en mis deseos m¨¢s profundos, aunque la imagen y el sonido fueran tan de pl¨¢stico¡±, confiesa tras el ¨²ltimo parto de su d¨²o de electr¨®nica. Esta vez han sido trillizos: junto a un ¨¢lbum que se pondr¨¢ a la venta el 16 de febrero de 2018 (tras adelantar el single Have fun tonight), salen a la luz un libro-cat¨¢logo y una exposici¨®n del museo MUMOK de Viena. Las tres criaturas del matrimonio Fischerspooner se llaman igual: SIR.
El proyecto triple llega 19 a?os despu¨¦s de que Spooner fundara el grupo junto a Warren Fischer, el reverso t¨ªmido (apenas aparece en fotos) del sobreexpuesto y expansivo cantante. Los mismos adjetivos de Casey aplican a Fischerspooner, una propuesta de vanguardia que se aventura m¨¢s all¨¢ de la m¨²sica para crear v¨ªdeos, vestuarios y performances espectaculares. Eso s¨ª, quienes quieran asistir de nuevo al cabar¨¦ de m¨¢scaras y glitter al que les acostumbr¨® sepan que este grupo llega esta vez m¨¢s ligero de sobreactuaciones. Y de ropa. Ya la portada de Have fun tonight lo deja claro con una foto del cantante desvestido, contorsionado como un atleta griego que recoge su disco del suelo. ¡°Todo est¨¢ desnudo y crudo. Mi cuerpo es mi traje y lo cubro de sudor y l¨¢grimas en lugar de brillantina¡±, avisa.
El espacio que acoge la expo, el MUMOK, es quiz¨¢ el m¨¢s contempor¨¢neo y atrevido de una Viena plagada de adoratrices de Sis¨ª en busca de reproducciones de El Beso de Klimt. La amistad con uno de los trabajadores del museo trajo a Casey a la capital austriaca, que ¡ªa la vista est¨¢¡ª ya no es tan gazmo?a. ¡°Me encanta montar exposiciones en galer¨ªas y museos. Ah¨ª es donde naci¨® Fischerspooner y donde hacemos nuestro mejor trabajo, adonde pertenecemos¡±, comenta Spooner. En la expo airea lo ¨²nico bueno que sali¨® de una ruptura dolorosa y una ¨¦poca agitada, que el artista desgrana en una salmodia: ¡°Perd¨ª todo: a mi mejor amigo, a mi amante, mi casa, mi madre me traicion¨®, me ech¨¦ otro novio y tambi¨¦n lo perd¨ª. Perd¨ª mi pasado, mi futuro, se me fue la puta olla, pero mi vida se llen¨® de algo excitante, de aventura, de crecimiento¡±.
Casey Spooner resume la motivaci¨®n de su trabajo en el v¨ªdeo de presentaci¨®n del MUMOK. ¡°Esto es una recreaci¨®n de cuando mi novio desde hac¨ªa 14 a?os cort¨® conmigo. Cuando abr¨ª la puerta [de casa] tuve un sentimiento agobiante y tremendo. El apartamento era un oscuro sitio encantado y me sent¨ª culpable por haberlo tra¨ªdo a este espacio terrible¡±. Y ese ambiente el que recrea la expo en una ¨²nica sala con paredes empapeladas de fotograf¨ªas enormes, de suelo a techo, que entre s¨ª no dejan un solo blanco. Se funden unas con otras aprovechando que la luz es m¨ªnima para contar la historia cotidiana de Casey, sus amigos y amigas, sus amantes, su soledad en casa.
La ¨²nica luz que interesa la emanan los trabajos fotogr¨¢ficos de Yuki James, a quien Casey conoci¨® por Instagram. Ah¨ª van esos flashazos y azules de ne¨®n que descubren bocas abiertas, braguetas y genitales, pero tambi¨¦n el fregadero de una cocina, el dormitorio y la sala de estar del hogar, oscuro hogar, del artista. Como ¨²nica concesi¨®n a la claridad entre la umbr¨ªa, la sala se parte en dos con la proyecci¨®n de Casey practicando una versi¨®n muy liviana de aquella ¡°gimnasia revolcatoria¡± que se atribuye a Lorca y Cernuda. ¡°[Para los escarceos] mi madre ha acu?ado un t¨¦rmino: ¡®folleteo deportivo¡¯¡±, comenta el artista. El v¨ªdeo, rodado tambi¨¦n en su casa, desvela una coreograf¨ªa a c¨¢mara lenta, te?ida de rojo, en la que Casey y su acompa?ante saltan el uno sobre el otro sin apenas tocarse.
La exposici¨®n se recoge y se ampl¨ªa en el cat¨¢logo, una combinaci¨®n airosa de tipograf¨ªas y fotos que evocan la paleta de las polaroids de Warhol, y que surgi¨® cuando Casey le pas¨® desbloqueado su iPhone al dise?ador Nicol¨¢s Santos. Dentro del tel¨¦fono estaba todo ¨¦l, carne hecha unos y ceros: su yo digital, sus emojis en un chat de ligoteo, muchas fotos y un retrato junto a Michael Stipe como contrapunto tierno a la imagen de un frasco de antirretrovirales. El libro envuelve las im¨¢genes en un trabajo limpio de dise?o gr¨¢fico que, como siempre ocurre con Fischerspooner, no oculta el af¨¢n de asentar una nueva tendencia.
"Todos nos hemos acostumbrado tanto al sexo sin implicaci¨®n emocional que cuando aparecen los sentimientos resulta que matan el deseo"
En realidad, el uso del m¨®vil se infiltra por todo SIR: no se puede entender el proyecto sin Instagram y las apps de ligue gay que espolean en p¨²blico intimidades, a las que Casey lleva asom¨¢ndose a?os. ¡°[Ah¨ª] he hecho contactos incre¨ªbles, aunque tambi¨¦n perd¨ª mucho el tiempo y viv¨ª experiencias horrendas¡±, reconoce. ¡°Pertenezco a la ¨²ltima generaci¨®n de gais que recuerda c¨®mo era el sexo ante de que existieran las apps. Veo el impacto que la tecnolog¨ªa ha causado en los j¨®venes homosexuales. Sobre todo lo que veo es una divisi¨®n real entre sexo e intimidad, y es un problema. Antes, cuando me tra¨ªa a casa a alguien, no sab¨ªa qu¨¦ tipo de sexo ¨ªbamos a practicar. Ahora en Nueva York cualquiera elige el tipo de sexo como si estuviera pidiendo comida para llevar¡±.
Casey no se corta en la cr¨ªtica. ¡°Todos nos hemos acostumbrado tanto al sexo sin implicaci¨®n emocional que cuando aparecen los sentimientos resulta que matan el deseo¡±, comenta, para retomar enseguida su apuesta por las redes y la libertad de los polvos de una noche: ¡°En la comunidad queer hay un v¨ªnculo real que nace de los encuentros casuales. Es bonito eso de conectar y compartir fuera de los ideales heteronormativos. Somos un tipo especial de familia¡±.
"Me cabrea el auge del supremacismo blanco y los movimientos neonazis de Estados Unidos. Siento que mi existencia es un acto de rebeli¨®n"
Ese sentimentalismo forja la letra de Have fun tonight, una pieza de tempo lento que celebra a la par el poliamor y el afecto. A decir de las palabras de Casey, los sentimientos tambi¨¦n abundan en el resto del disco. ¡°Este ¨¢lbum trata el hecho de ser sexual, emocional y queer, trata sobre el v¨ªnculo entre el amor y la lujuria que no se averg¨¹enza¡±, explica. ¡°Y yo soy algo m¨¢s que la reina del IRL [la abreviaci¨®n que se usa en Internet para decir que se habla de algo ¡°en la vida real¡±, no en la Red]. Si quieres llamar mi atenci¨®n, tienes que decirme ¡®hola¡¯ a los ojos. Antes que unas im¨¢genes cachondas prefiero sentir una vibraci¨®n. Una foto no es una persona¡±.
Una de las trabajadoras del MUMOK reconoce que no todos los asiduos al museo salen contentos de SIR: ¡°Algunos de nuestros visitantes nos dijeron que nos hab¨ªamos rendido al porno¡±. Pero lo m¨¢s trasgresor es c¨®mo tira de imaginer¨ªa gay, vista y revista (culto al cuerpo, contorsioneo, mostachos a lo Freddy Mercury), para reciclar lo m¨¢s clandestino en un cat¨¢logo de buenos usos y costumbres. El proyecto no alienta ninguna nostalgie de la boue; revisita sin ?o?ez un pasado con olor a humo impregnado en cuero.
Con SIR, el movimiento gay se hace mayor por la v¨ªa de consagraci¨®n en un museo. Grinder es m¨¢s un mamporrero golfo que un cupido, pero nada asalvajado llega a plasmarse en la exposici¨®n. Lo que distingue esta de otras exposiciones es un elemento abiertamente tradicional, una suerte de costumbrismo queer. Ah¨ª est¨¢ el maromo desnudo echado sobre un fregadero cuyo grifo deja correr el agua, ah¨ª est¨¢ Casey, pl¨¢cido, con un amante viendo la tele como si eso sustituyera al cigarrillo de despu¨¦s. En su casa-exposici¨®n cualquier regodeo lascivo se anula a fuerza de seriarlo y repetirlo.
Fischerpooner vuelve con 'SIR'
Despu¨¦s de 19 a?os, el d¨²o de electr¨®nica publica un proyecto triple. Junto al ¨¢lbum, que se pondr¨¢ a la venta en los pr¨®ximos meses tras adelantar el single Have fun tonight, salen a la luz un libro-cat¨¢logo y esta exposici¨®n del museo MUMOK de Viena. Las tres criaturas del matrimonio Fischerspooner se llaman igual: SIR.
Parece, sin embargo, que en Casey Spooner sigue desatada aquella rabia pol¨ªtica de su We need a war (2005) y la creencia en el movimiento gay como reivindicaci¨®n: ¡°El mayor cambio [de Fischerspooner] es que ahora abordamos la pol¨ªtica y las emociones de manera m¨¢s directa. Ahora m¨¢s que nunca es importante ser un maric¨®n con calzoncillo suspensorio. Me cabrea el auge del supremacismo blanco y los movimientos neonazis de Estados Unidos. Siento que mi existencia es un acto de rebeli¨®n¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.