Los creadores de ¡®La zona¡¯: ¡°La televisi¨®n como la ve¨ªamos en los 90 est¨¢ muerta¡±
Alberto y Jorge S¨¢nchez-Cabezudo son los responsables del thriller post-apocal¨ªptico que estrena Movistar + el viernes. Con Eduard Fern¨¢ndez, Carlos Bardem y Alba Galocha
Una explosi¨®n en una central nuclear de Asturias es el comienzo de la trama de La zona, serie desarrollada por Alberto y Jorge S¨¢nchez-Cabezudo que llegar¨¢ a a Movistar + el pr¨®ximo d¨ªa 27. Un nuevo paso adelante en la ficci¨®n televisiva espa?ola, que est¨¢ viviendo un momento brillante y de plena expansi¨®n, como lo confirman el ¨¦xito de audiencia en al cadenas generalistas y la apuesta de las plataformas digitales. Sin ir m¨¢s lejos, Movistar + tiene en cartera tambi¨¦n Verg¨¹enza, la comedia de Juan Cavestany y ?lvaro Fern¨¢ndez-Armero; y la superproducci¨®n La peste, de Alberto Rodr¨ªguez, que llegar¨¢ comienzos de 2018 y que ya ha sido vendida a varios pa¨ªses.
Un cambio que ha llevado a muchos directores de cine (los actores ya hab¨ªan emigrado mucho tiempo antes) a tomar el camino de la tele. ¡°Lo que est¨¢ cambiando es el mundo en general; llevo un mont¨®n de tiempo solapando cine y tele con la intenci¨®n de hacer una pel¨ªcula, pero siempre se cruza un proyecto de tele interesante. Lo que se cruz¨® anteriormente fue Crematorio, que yo no cambiar¨ªa por nada. Y, ahora, con La zona ha pasado exactamente igual. De repente est¨¢bamos con un film y apareci¨® esta serie. Poder producir y tener el control nos sedujo bastante¡±, afirma Jorge. ¡°Y el tipo de historia tambi¨¦n cuenta, una serie te permite entrar mucho m¨¢s en la historia. Poder desarrollar ocho cap¨ªtulos y tener la autor¨ªa. La tele ha encontrado otros resortes y otras formas para llegar al espectador¡±, confirma su hermano Alberto.
As¨ª es La zona, la serie que no te puerdes perder este oto?o
Esta pareja creativa de hermanos ya hab¨ªan experimentado con la televisi¨®n como medio narrativo en Crematorio, la adaptaci¨®n de la novela de Rafael Chirbes, que supuso hace seis a?os un verdadero acontecimiento. ¡°No s¨¦ si a nivel de p¨²blico Crematorio fue tan determinante como desde el punto de vista de que lleg¨® a una masa cr¨ªtica dentro de la propia profesi¨®n. Y eso hizo que mucha gente luego recogiera el guante que se hab¨ªa lanzado para seguir haciendo cosas. Eso ayuda a que las cosas cambien. Igual que nosotros cambiamos seg¨²n nos iban llegando series de fuera, tambi¨¦n el p¨²blico ha ido cambiando. Est¨¢ m¨¢s preparado para otro tipo de productos¡±.
"Una serie te permite entrar mucho m¨¢s en la historia. Poder desarrollar ocho cap¨ªtulos y tener la autor¨ªa. La tele ha encontrado otros resortes y otras formas para llegar al espectador"
Mientras que su hermano, Alberto, mantiene que la libertad creativa es fundamental a la hora de cambiar la pantalla grande por la peque?a: ¡°En Estados Unidos ya lleva pasando bastante tiempo. El cine es m¨¢s b¨¢sico de lo que era el cine hace un tiempo. Cada vez la gente va menos a las salas y lo que se proyecta tiende a unificar al p¨²blico. Las pel¨ªculas medianas y peque?as van desapareciendo y, de repente, los creadores encuentran su voz en series y productos VOD. Esto puede ser un horror, pero es lo que est¨¢ pasando. Lo que no se puede perder es una voz cr¨ªtica que tenga su canal de expresi¨®n. Ya no es cuesti¨®n de tele o cine, es una cuesti¨®n de pantallas y de consumo privado. El acto social de ir al cine se est¨¢ perdiendo, se est¨¢ perdiendo la experiencia audiovisual compartida¡±.
Ahora, con La zona, cambian las intrigas urban¨ªsticas (y los negocios sucios) en torno a la costa levantina por un paisaje muy diferente. La historia se desarrolla en el norte, m¨¢s concretamente en Asturias, y comienza tras la explosi¨®n que se produce en una central nuclear y que, adem¨¢s de muchas muertes, tiene como consecuencia la creaci¨®n de una zona de exclusi¨®n en la que est¨¢ prohibido entrar por su alto nivel de radiaci¨®n. Tres a?os despu¨¦s del accidente, comienzan a volver a sus casas algunos habitantes, mientras que la zona ya se ha convertido en un lugar ocupado por mafias (otra vez) y gente excluida que quiere sacar provecho a trav¨¦s del tr¨¢fico de objetos y mercanc¨ªas que han quedado all¨ª abandonadas.
Eduard Fern¨¢ndez, Alba Galocha, Sergio Peris-Mencheta, Alexandra Jim¨¦nez, Carlos Bardem, Tamar Novas o ?lvaro Cervantes encabezan, entre muchos otros, un reparto coral en el que todos acaban teniendo su momento para el lucimiento. ¡°En todos los personajes, en alg¨²n momento dado de la serie, cae el peso total de la historia. Aunque no sean protagonistas, porque es una historia coral, en alg¨²n momento todos le pueden sacar un brillo. Todos se sintieron orgullosos. Emma Su¨¢rez no aparece hasta el cap¨ªtulo tres, Luis Zahera le la otro color¡ La idea era tener un personaje como el que interpreta Eduard (Fern¨¢ndez) que aguanta el peso. Le pon¨ªamos la m¨²sica de Johnny Cash y le dec¨ªamos que tirara para adelante como un metr¨®nomo. Y alrededor de ¨¦l se colgaban el resto de personajes. Entre el guion y los actores que se fueron sumando, todos comprendieron que iba a ser un proyecto interesante¡±, recuerda Alberto.
"Tuvimos que parar el proyecto por lo que sucedi¨® lo de Fukushima justo cuando est¨¢bamos a punto de sacarlo. Eso hizo que al retomarlo nos interesara mucho m¨¢s"
Basada en sucesos reales (y terribles)
El thriller, el cine negro, el terror y un fuerte componente social se dan cita en el guion desarrollado por los dos hermanos que surge a partir de los sucesos reales de Chernobyl, hace varias d¨¦cadas, y el caso m¨¢s reciente de Fukushima. ¡°Aunque en el punto de partida de la serie tambi¨¦n est¨¢n algunas im¨¢genes de Stalker, de Tarkovsky, con un personaje cruzando la naturaleza como marco de referencia. Eso nos dio pie a investigar lo sucedido en Chernobyl. Tuvimos que parar el proyecto por lo que sucedi¨® en Fukushima justo cuando est¨¢bamos a punto de sacarlo. Eso hizo que al retomarlo nos interesara mucho m¨¢s. El hecho de ver lo de Jap¨®n como algo de actualidad, adem¨¢s en un sitio que, con sus diferencias, es parecido a Espa?a en cuanto a econom¨ªa de mercado, nos impact¨® mucho y nos hizo tirar para adelante. La pregunta era siempre: ?Te imaginas que esto ocurriera aqu¨ª? Esa fue nuestra frase t¨¦cnica como guionistas, la clave para empezar a currar. Nuestro objetivo era que el espectador lo sintiera como algo local, por eso hemos incorporado muchas cosas de la realidad socio-pol¨ªtica espa?ola que no est¨¢n tratadas de forma expl¨ªcita pero que est¨¢n ah¨ª y nos gustar¨ªa que la gente las identificara¡±, resume Alberto.
La zona llama la atenci¨®n, adem¨¢s de por su historia que engancha desde el primer cap¨ªtulo, por su brillante dise?o de producci¨®n que incluye un paisaje post-nuclear, escenarios naturales y algunas escenas repletas de extras realmente asombrosas desde el punto de vista t¨¦cnico. ¡°Hay mucha postproducci¨®n con todo el tema de la central, sobre todo para crear y multiplicar universos. A nosotros nos obsesiona la preparaci¨®n, todo el tiempo que le ganemos al rodaje para poder optimizar recursos y efectos es muy importante. Comenzamos a localizar seis meses antes de rodar, con Jaime Maellas, al que mandamos ¡®exiliado¡¯ a Asturias, y nos mandaba cosas que alimentaban la escritura. La naturaleza silenciosa de Asturias y su fauna se parecen mucho a lo que puedes ver alrededor de Fukushima; adem¨¢s tambi¨¦n tiene la herida de la mina, que ha dejado una gran huella en la sociedad. Muchos extras eran mineros jubilados¡±.
Jorge S¨¢nchez Cabezudo se dieron a conocer gracias a la gran acogida que tuvo su ¨®pera prima, La noche de los girasoles, un thriller en forma de rompecabezas que estuvo nominado a dos Goya, y se sigue declarando un aut¨¦ntico rom¨¢ntico del cine. ¡°Me encanta ir a una sala, los festivales¡ Pero al final todo se resume entre alguien que cuenta una historia y alguien que la escucha. Igual que se dijo cuando apareci¨® el sonoro que el cine hab¨ªa muerto, ahora tampoco ha muerto. Va evolucionando y sabe c¨®mo llegar al p¨²blico de su tiempo¡±.
Y su hermano concluye en la misma l¨ªnea que nuestra forma de consumir est¨¢, definitivamente, mutando. ¡°La llegada de Netflix y de HBO ha cambiado todo. Nunca volveremos a ser los que ¨¦ramos, ni la ficci¨®n volver¨¢ a ser como antes. La tele de los noventa ha muerto. Incluso las cadenas generalista est¨¢n cambiando, el p¨²blico cada vez consume m¨¢s. El ejemplo es lo que est¨¢ pasando ahora con Fe de etarras, que se va a estrenar en una sala, y que deber¨ªa poder optar a los Goya. Ha pasado ya en Cannes y pasar¨¢ en m¨¢s sitios. El que manda es el consumidor. Si el p¨²blico quiere m¨¢s ficci¨®n seriada ser¨¢ por algo¡±.
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