?Qu¨¦ pasa con las mujeres?

¡°Los medios de comunicaci¨®n estamos repitiendo estereotipos. Hablamos de asesinadas y no de los hombres que matan. Tenemos que hacer una autocr¨ªtica¡±, ha dicho Magda Bandera, coordinadora de esta web y directora de La Marea, durante la presentaci¨®n en Madrid. El lenguaje que se usa, ha indicado la periodista, es muy importante. ¡°Las mujeres no mueren. Nos matan¡±, ha ejemplificado. Por eso, a ¨¦l est¨¢ dedicado uno de los cinco m¨®dulos en los que se divide la p¨¢gina, que est¨¢ pensada como un taller pr¨¢ctico con tests, glosarios, sugerencias y ejercicios.

Para tornar el esterotipo que se cierne sobre las mujeres, en opini¨®n de Bandera, es necesario que se ¡°cambie la mirada¡±. En este sentido, Montserrat Boix, periodista de TVE, preguntaba: ¡°?A qui¨¦n entrevistamos? Trabajar con la l¨®gica de g¨¦nero significa cuestionarse: ?Y qu¨¦ pasa con las mujeres? Si no, estamos haciendo un periodismo sesgado y androc¨¦ntrico. Y yo quiero hacer buen periodismo¡±.

Coincide en este punto Marcela Ospina, directora de comunicaci¨®n de Oxfam Interm¨®n. ¡°Consideramos que perpetuar y caer en estereotipos sexistas es violencia contra las mujeres. Pero, adem¨¢s, no contar con su mirada a la hora de ejercer el oficio no es profesional, ya que excluye ni m¨¢s ni menos que a la mitad de la poblaci¨®n¡±, ha se?alado. ¡°En uno de los m¨®dulos, tambi¨¦n abordamos la violencia simb¨®lica. Como la invisibilidad de las mujeres¡±, ha anotado Bandera.

Para lograr los objetivos de no caer en estereotipos, ni olvidar las voces femeninas, Boix cree que ¡°es importante el compromiso personal, pero no hay que olvidar que tenemos dos leyes que enmarcan el papel de los medios de comunicaci¨®n en este asunto¡±. Se refer¨ªa as¨ª a que la televisi¨®n en la que trabaja, por su car¨¢cter p¨²blico, tiene que respetar la legalidad en cuanto al tratamiento informativo de las violencias machistas y otras cuestiones de g¨¦nero que adem¨¢s est¨¢n recogidas en su plan de igualdad. Ella es muy peleona y se empe?a en que sea cumplido, pero en su intervenci¨®n ha reivindicado la labor de las asociaciones de mujeres. ¡°No estar¨ªamos hoy aqu¨ª sin las organizaciones que han estado contando a las asesinadas y que han reivindicado que no eran asesinatos anecd¨®ticos, sino que tienen que ver con una l¨®gica machista y de desigualdad¡±, ha dicho.

Y quien tenga la tentaci¨®n de creer que todo esto est¨¢ ya superado y no necesita de la formaci¨®n que provee la p¨¢gina de Oxfam, se equivoca, seg¨²n Bandera. Pero se puede comprobar en la web, donde varios cuestionarios pasan examen a las pr¨¢cticas del periodista que responde.

¡°No hay mucha sensibilizaci¨®n en las redacciones. Creemos que en Espa?a ya no se lee lo de crimen pasional y s¨ª ocurre. Cometemos muchos errores de concepto¡±, ha subrayado. En este sentido, la activista y periodista colombiana Jineth Bedoya ha criticado que los esfuerzos que se hacen a nivel global desde los medios de comunicaci¨®n ¡°son muy pocos¡± frente a la magnitud de la crisis. ¡°La ONU ha dicho que la violencia contra las mujeres es una pandemia. Las cifras son dram¨¢ticas y nos quedamos en ellas. Pero no nos hemos metido en la investigaci¨®n de fondo. Esta herramienta nos permite que nos salgamos de la zona de confort del periodismo¡±, ha afirmado. ¡°Las redacciones en general son muy machistas. Hay que dar una batalla muy fuerte para posicionar los temas de g¨¦nero que todav¨ªa est¨¢n en el ¨²ltimo nivel, tras los temas judiciales, pol¨ªticos, deportes¡­ Las mujeres no son una prioridad¡±, ha zanjado.

Cinco consejos de las expertas

Uno por m¨®dulo. Navegamos por la web de Oxfam y estas son algunas de las lecciones que recogen, con ejemplos reales de los errores cometidos en medios:

1. Cambiar la mirada

La realidad es que las mujeres aparecen como sujetos de las noticias en un porcentaje notablemente inferior al de los hombres. En Espa?a, por ejemplo, lo hacen en un 30% de los casos. El porcentaje se eleva hasta el 51% del total en las informaciones sobre cr¨ªmenes y violencia. Son datos del Proyecto de Monitoreo Global de Medios (GMMP) ¡ªel principal estudio sobre g¨¦nero y medios de comunicaci¨®n a nivel mundial¡ª elaborado en 2015, se?alan las autoras de la p¨¢gina. Una de las indicaciones que dan a los profesionales es: ¡°A la hora de seleccionar las fuentes, f¨ªjate cu¨¢ntas de ellas son mujeres. A continuaci¨®n, analiza qu¨¦ rol desempe?an: ?son v¨ªctimas, testimonios, protagonistas, expertas?¡±.

2. Estereotipos y lenguaje

El uso del masculino por sistema para describir realidades que afectan tanto a hombres como a mujeres puede resultar correcta en t¨¦rminos acad¨¦micos, pero supone uno de los principales mecanismos de discriminaci¨®n y una de las razones por las que en algunos ¨¢mbitos existen pocos referentes femeninos. ?Una de sus sugerencias? Usar gen¨¦ricos en vez de los t¨¦rminos masculinos: ciudadan¨ªa en lugar de ciudadanos o ej¨¦rcito sustituyendo a militares, por ejemplo.

3. Mujeres invisibles

Las mujeres que aparecen en los medios de comunicaci¨®n en calidad de expertas representan un 9% del total de especialistas, seg¨²n el Proyecto de Monitoreo Global de Medios de 2015 (GMMP). En secciones consideradas ¡°duras¡± como pol¨ªtica, econom¨ªa e internacional su ausencia es a¨²n m¨¢s notable. La situaci¨®n empeora en ciencia y tecnolog¨ªa. ¡°Podemos conseguir o rozar el equilibrio num¨¦rico, pero si las cuatro voces femeninas seleccionadas son mujeres que hablan en calidad de v¨ªctimas o testimonios, y las masculinas son expertos que analizan lo que les sucede a ellas, estaremos reforzando los estereotipos machistas¡±, se?ala el texto formativo.

4. Violencias machistas

En Espa?a, por ejemplo, en torno a 60 mujeres son asesinadas cada a?o por sus parejas o ex parejas, seg¨²n datos del Consejo General del Poder Judicial. Este organismo solo registra a las v¨ªctimas que se ajustan a la definici¨®n de la Ley Integral contra la Violencia de G¨¦nero, aprobada en 2004. Proyectos como feminicidio.net ampl¨ªan esa cifra hasta m¨¢s de 100 v¨ªctimas anuales, al incluir en su registro a todas las mujeres asesinadas por el mero hecho de serlo, con independencia de que previamente hubieran podido mantener o no una relaci¨®n ¨ªntima con sus agresores. Para evitar el efecto ¡°narcotizador¡± de algunas informaciones, proponen tener en cuenta las siguientes claves, entre muchas:

• La violencia de g¨¦nero no es un suceso y hay que evitar detalles escabrosos o sensacionalistas a la par que no limitarse a narrar una serie de hechos sin explicar el contexto en el que se producen.
• La ¨²nica causa es el machismo. Seg¨²n la definici¨®n consensuada en 1995 en la Plataforma para la Acci¨®n de Beijing, ¡°la violencia contra la mujer es una manifestaci¨®n de las relaciones de poder hist¨®ricamente desiguales entre mujeres y hombres¡±. Por tanto, no se debe buscar la justificaci¨®n que pueda alegar un homicida o su defensa en cada asesinato concreto: celos, efecto del alcohol o las drogas, arrebatos, problemas psicol¨®gicos, econ¨®micos¡­
• Mejorar la narraci¨®n: lograr que las historias sean atractivas sin banalizar los hechos, buscando enfoques distintos y cuidando el estilo.
• Mantener el contador activo: informar sobre los asesinatos como si fuesen casos aislados mediante un relato fragmentado dificulta que la violencia machista se perciba como un problema global.
• Lenguaje. Unos ejemplos: usaremos las expresiones violencia machista, violencia de g¨¦nero, violencia sexista, violencia masculina, feminicidio y femicidio cuando hablemos del asesinato de una mujer por el hecho de serlo. Rechazaremos los t¨¦rminos violencia dom¨¦stica, violencia de pareja, violencia familiar y crimen pasional.

5. Gu¨ªa de redacci¨®n

En este m¨®dulo se realizan muchas recomendaciones. Entre ellas, como primer paso que el periodista, al preparar un tema, se pregunte c¨®mo puede aplicar una perspectiva de g¨¦nero en su tratamiento.