?Pero cu¨¢ntos d¨ªas lleva sin dormir Puigdemont?

En plena crisis del proceso independentista catal¨¢n las horas de descanso ¨Ctanto de los implicados en lo pol¨ªtico como de los meros espectadores¨C han entrado como arma dial¨¦ctica en el debate. "Usted est¨¢ robando el sue?o y la tranquilidad a muchos catalanes", recrimin¨® In¨¦s Arrimadas, de Ciudadanos, a Carles Puigdemont. Albano Dante, de Podem, a?adi¨®: "Se?ora Arrimadas, el 1 de octubre le robaron el sue?o a muchos ciudadanos. ?Yo tampoco duermo!". Alejandro Fern¨¢ndez, portavoz del PP en el Parlament, dijo de Francesc Homs, del PDeCAT: "Necesita descansar para no hacer m¨¢s el rid¨ªculo".

?Cu¨¢nto duermen los protagonistas pol¨ªticos del proc¨¦s? De Mariano Rajoy cont¨® Cayetano Mart¨ªnez de Irujo en el espacio de Antena 3 Espejo P¨²blico?que dorm¨ªa?"divinamente", citando lo que el propio Rajoy le hab¨ªa desvelado en una cena. "A partir de las ocho y media o nueve yo desconecto y a no ser que pase una cosa muy importante que me tengan que avisar, estoy totalmente tranquilo". Del sue?o de Rajoy tambi¨¦n habl¨® la empresaria Paloma Tey, esposa de Jorge Moragas, director del Gabinete de la Presidencia de Rajoy: "Mariano duerme tranquilo". El propio Rajoy se pronunci¨® durante la campa?a electoral de 2008 en una entrevista a Jordi Evole: afirm¨® que dorm¨ªa unas siete horas y media.

"La p¨¦rdida de horas de sue?o en la Comunidad Europea (no hay datos de Espa?a) produce una p¨¦rdida de entre el 1 y 2 por ciento del PIB. Desde el punto de vista econ¨®mico, dormir pocas horas tiene efectos negativos importantes¡±

La pregunta es: ?cu¨¢ntos d¨ªas lleva sin dormir la persona sobre la que est¨¢n todas las miradas, Carles?Puigdemont? El presidente catal¨¢n ha abandonado temporalmente su vivienda en Girona, donde reside con su esposa, Marcela Topor, y sus hijas, Mar¨ªa y Magali, y lleva m¨¢s de diez d¨ªas viviendo en el Palau de la Generalitat. Este lugar?tiene una parte destinada a ser residencia de los presidentes de la Generalitat, que sin embargo ninguno habr¨ªa utilizado de forma constante.?

Su cansancio es patente en las im¨¢genes que aparecen a diario en la prensa, las de un hombre al que toda Europa observa esperando una decisi¨®n y que ha tenido que cambiar sus h¨¢bitos y lugar de residencia en plena vor¨¢gine. No solo forma parte de los intercambios dial¨¦cticos en el Parlament, tambi¨¦n se disecciona en las redes sociales:

"Existen?evidencias y estudios de que la falta de sue?o provoca un incremento en el n¨²mero de errores que se producen en la toma de decisiones", afirma Joaqu¨ªn Ter¨¢n Santos, presidente de la SES (Sociedad Espa?ola de Sue?o). "Adem¨¢s, disminuye la capacidad de alerta y produce modificaciones en el estado de ¨¢nimo, con tendencia a la depresi¨®n. Romper el sue?o tiene un efecto negativo para las funciones cognitivas y cardiovasculares", a?ade.

Un dato inquietante que aporta el doctor: "La p¨¦rdida de horas de sue?o en la Comunidad Europea (no hay datos de Espa?a) produce una p¨¦rdida de entre el 1 y 2 % del PIB. Desde el punto de vista econ¨®mico, dormir pocas horas tiene efectos negativos importantes". Un dato interesante: las c¨¢psulas para dormir que consum¨ªa George Bush padre, Halcion, se convirtieron en un asunto de estado cuando vomit¨® y se desvaneci¨® durante una cena de estado en Jap¨®n o comenz¨® a cometer fallos durante sus discursos, unos efectos que medios como el New York Times asociaron con el consumo del medicamento.

"Se habla poco de la cara de los pol¨ªticos", afirma el perito judicial y fisonomista Miguel Gallardo. "En este momento las variaciones de irritabilidad cut¨¢nea de Puigdemont son importantes. No solo es que haya cansancio, o que a veces aparezca sin afeitar: es que su cara est¨¢ deseando evidenciar?ciertas cosas. Ayer soport¨® muchas cosas. Hace falta estar ciego para no ver la piel de Puigdemont: ¨¦l es un comunicador profesional. Se le nota cuando est¨¢ disfrutando de la pol¨ªtica, pero se le nota tambi¨¦n cuando parece arrepentirse de haberse metido en este laberinto. La perspectiva psicosom¨¢tica de la pol¨ªtica actual es muy reveladora y ¨²til en toda negociaci¨®n de Estado, como bien saben todos los servicios de inteligencia,?y no la est¨¢ interpretando nadie".

En Espa?a preferimos afrontarlo con humor. Los espectadores no dejan de hacer chistes sobre las horas en directo que est¨¢ haciendo el presentador de La Sexta Antonio Garc¨ªa Ferreras desde el 1 de octubre (y medios sat¨ªricos como El Mundo Today tambi¨¦n le han sacado partido).

Habr¨ªa que preguntarse: ?alguna vez durmi¨® bien un pol¨ªtico? Zapatero afirm¨® (tambi¨¦n a Jordi ?vole) dormir unas seis horas, Donald Trump duerme solo cuatro (de una a cinco de la ma?ana, en concreto). Thatcher tambi¨¦n dorm¨ªa cuatro. Obama siete. Del canciller Schroeder se cuenta que durante la primera legislatura de Aznar llamaba a Jordi Pujol de madrugada para pedirle que intentase convencerle de algunos asuntos que intentaban sacar adelante. Aznar, mientras, dorm¨ªa.

En todo caso, el doctor Ter¨¢n Santos indica que "no se puede medir la calidad del sue?o por horas. Cada vez tenemos m¨¢s claro que hay que estudiar otros par¨¢metros, como el tiempo que tarda uno en dormirse, saber el tiempo que permanece despierto durante la noche, la sensaci¨®n de descanso que tiene al levantarse, cu¨¢l es su performance durante el d¨ªa¡­". ?Cu¨¢nto necesita dormir, en l¨ªneas generales, una persona sana? "Las recomendaciones generales indican unas siete horas por lo menos". Y los datos demuestran que todos los espa?oles, no los pol¨ªticos en particular, estamos durmiendo mal: "La media espa?ola est¨¢ unas seis horas 35 minutos. Entre un 30 y 35 por ciento de la poblaci¨®n tiene problemas de salud derivados de falta de sue?o".?

El pintor y poeta William Blake dio la que es probablemente la clave m¨¢s interesante: "Piensa por la ma?ana, act¨²a por la tarde, come por la noche y duerme de madrugada".

A viernes 27 de octubre, en un pleno del Parlament se est¨¢ debatiendo la respuesta al 155 de Rajoy a la hora de la siesta. William Blake no lo aprobar¨ªa, pero en vida lo llamaban loco.?