Las diez metamorfosis del Osito Mimos¨ªn: de peluche amigable a gigante psicod¨¦lico
Despu¨¦s de estudiar su trayectoria, se puede calificar la de 2017 como una de las entradas m¨¢s imaginativas de la saga
El otro d¨ªa puse la televisi¨®n y vi que el Osito Mimos¨ªn, cuyas andanzas siempre he seguido con inter¨¦s por ser ¨¦l un icono de la blandura, el regocijo y el confort, hab¨ªa mutado en una especie de mazacote lis¨¦rgico con diablescas habilidades para la danza. Fue algo as¨ª como zapear y que apareciese un parpadeante letrero ante mis ojos diciendo: esta bestia psicotr¨®pica es la ¨²ltima encarnaci¨®n del Osito Mimos¨ªn.
Habiendo estudiado la trayectoria audiovisual de Mimos¨ªn al detalle, me atrever¨ªa a calificar esta cosecha de 2017 (no s¨¦ si en calidad de erudito de la suavidad publicitaria o qu¨¦) como una de las entradas m¨¢s imaginativas de la saga, al menos desde el traum¨¢tico momento en que cambiaron al aterrador animatronic original por un impersonal monstruo en CGI. Este spot se mantiene fiel a los or¨ªgenes festivos del personaje, logrando salir airoso de los pasos de baile m¨¢s complicados con un espectacular juego de rodillas (minuto 0:10). Personalmente (y esto es s¨®lo una opini¨®n), creo que tanto la coreograf¨ªa como el nuevo y aberrante gigantismo del osito ayudan a refundar el mito, y nos alejan de la crisis creativa de los ¨²ltimos a?os, en los que Mimos¨ªn parec¨ªa abocado a hacer unas cucamonas fe¨ªsimas en prados de inspiraci¨®n Malick bastante nefasta.
El anuncio (que ha empezado a emitirse este a?o en Espa?a, pero llevaba dos pet¨¢ndolo en Francia) es una buena noticia para los amantes del frescor; ahora bien, ?cu¨¢l ha sido la evoluci¨®n est¨¦tica del osito? ?Qu¨¦ es lo que le ha hecho llegar hasta su actual estado de corpulencia ¨¢cida y bailonga, como si pasara de ser un E.T., mascota infantil manejable, a un Totoro, peluche colosal? Repasemos los 10 tramos biogr¨¢ficos m¨¢s se?alados en su vida.
Los or¨ªgenes tele?ecos
El osito nace en 1983 como imagen corporativa de la marca Snuggle (en espa?ol ¡°mimo¡± o ¡°acurruco¡±), un suavizante de la variedad de servicios higi¨¦nicos Sun Products comercializado en Estados Unidos y Canad¨¢. El encargado de dise?ar la mascota que mejor representara los valores esponjosos del producto fue Kermit Love, titiritero ilustre de Los Tele?ecos y Barrio S¨¦samo (pese a la coincidencia del nombre, la rana Gustavo/Kermit The Frog fue creada antes de que Jim Henson fichara a Love). El osito Snuggle naci¨® como un t¨ªtere supuestamente entra?able, pero sus movimientos mec¨¢nicos y esa mirada vac¨ªa como el abismo llamaban al escalofr¨ªo. El bater¨ªa y vocalista de The Monkeys, Micky Dolenz, fue el encargado de dotar de vida vocal al mu?eco. El soniquete t¨¦trico de su interpretaci¨®n no contribu¨ªa a atemperar la inquietud, como tampoco lo hizo su sucesora, Corinne Orr, cuya voz es el chirrido de una cripta que se abre. He aqu¨ª parte de la fascinaci¨®n que a¨²n hoy nos provoca la criatura: nacida para inspirar confianza, acababa hablando como una bruja traicionera que intenta atraerte con susurros a su casa de caramelo para luego asarte en el horno.
Mimos¨ªn musical, Mimos¨ªn homicida
Si el original ven¨ªa ya un poco 'creepy' de f¨¢brica, la versi¨®n espa?ola quiso profundizar en la cualidad amenazante del mu?eco, tal vez inspirado por el deseo de muerte freudiano que los publicistas de Mad Men discut¨ªan en el piloto de la serie como estrategia de venta para promocionar cigarrillos. Es lo que sugiere una decisi¨®n tan audaz como hacer que este peluche macabro versione, con traducci¨®n sedosa, la canci¨®n Killing me soflty (¡°m¨¢tame suavemente¡±). Atenci¨®n a la letra, interpretada con abundancia de pausas dram¨¢ticas para alimentar el suspense de lo que har¨¢ el osito: ?quiere abrazarnos o (asum¨¢moslo, la idea est¨¢ impl¨ªcita) asesinarnos? ¡°En los momentos felices/ que compart¨ªs con amor/ no hay nada que sea tan suave/ como la suavidad/ que te doy/ con mi amor¡¡±.
Coccolino: el Mimos¨ªn italiano, el Mimos¨ªn seductor
Si la versi¨®n castiza del osito se dedicaba a cantar nanas tenebrosas, la italiana, de nombre Coccolino, sal¨ªa al balc¨®n envuelta en una er¨®tica bata mientras dec¨ªa ¡°Ciao! Come va¡±, de la manera m¨¢s romana y seductora posible. No nos molesta ver a Coccolino desnudo, del mismo modo que no nos molesta ver a Pluto al natural; el problema viene cuando metemos en la ecuaci¨®n a un civilizado Goofy o a una bata sugestiva. Esa bata y ese acento son claramente lascivos y herederos de la cultura piropeadora italiana. Mal, Coccolino: nos violentas.
Cajoline: el Mimos¨ªn franc¨¦s, el Mimos¨ªn pervertido
Si el t¨®pico nos dice que, en el amor, los italianos son donjuanescos y mujeriegos, a los franceses no nos queda m¨¢s remedio que ligarlos a la siempre graciosa perversi¨®n. La banda sonora de este anuncio, susurrada con vocecillas insinuantes, parece remitirnos a la m¨²sica de Gainsbourg. Cajoline, el Mimos¨ªn franc¨¦s, se las apa?a para que, incluso cuando lo que est¨¢ haciendo es, en teor¨ªa, ponerle la ropa a una ni?a, nuestra cabeza piense todo lo contrario. En cuanto a la edad de la actriz protagonista y al inc¨®modo plano del segundo 17, nos remitimos al siguiente punto de esta lista.
Mimos¨ªn y los ni?os: una relaci¨®n complicada
Grimoso, ?eh? Por todo lo que hemos visto, no parece que este peludo granuja sea la persona m¨¢s indicada para dejar a cargo de nuestros hijos. Lo cierto es que esta alarma metaf¨®rica se acab¨® tornando literal en el a?o 2004, cuando se retiraron del mercado 4 millones de peluches Mimos¨ªn promocionales tras descubrirse que los ojos y la nariz pod¨ªan desprenderse, provocando la asfixia de los ni?os que jugaran con ellos. Hoy d¨ªa ser¨ªa dif¨ªcil que se emitiera un anuncio en el que Mimos¨ªn pareciese tan c¨®modo ante la desnudez infantil (segundo 0:15 de este v¨ªdeo), pero los locos 80 eran locos por algo.
Mimos¨ªn y los animales: una relaci¨®n todav¨ªa m¨¢s complicada
Ya sabemos lo que los ni?os pueden hacer con los peluches de Mimos¨ªn, pero ?y los animales? Bueno. Todo aquel que haya visto de lo que es capaz un perro en celo cuando se hace con el extremadamente tentador y dominable peluche de un beb¨¦ sabe de lo que estamos hablando.
Mimos¨ªn y Nintendo: el crossover que nadie esperaba
No tengo ni la m¨¢s remota idea de lo que pasa en ese v¨ªdeo, pero juro que es oficial. Esto se emiti¨®. Esto existi¨®.
Mimos¨ªn en 3D
?Molesto por la involuci¨®n de los efectos especiales en Hollywood? ?Te irrita que el xenomorfo original de Alien, un se?or embutido en un traje con resortes de animaci¨®n mec¨¢nica, haya sido reemplazado en las nuevas pelis por creaciones digitales m¨¢s propias de la Playstation? Eso no es nada comparado con el desgarro emocional que sentimos los amantes de Mimos¨ªn cuando el nuevo siglo sustituy¨® al Tele?eco por esa cutrez que parece nacida de una tarde loca mirando tutoriales de Blender en Youtube. Por fortuna, los anuncios americanos rectificaron a tiempo y todav¨ªa siguen utilizando el t¨ªtere tradicional. Sin embargo, la sensibilidad europea parece m¨¢s terca, en este sentido, e insiste en seguir probando con animaciones tridimensionales de corte pocha.
La app de Kuschelweich: Mimos¨ªn entra en Sillicon Valley
Kuschelweich es la versi¨®n alemana de Mimos¨ªn. A diferencia de sus hom¨®logos europeos, que calcan las caracter¨ªsticas del original americano, este osito ha tomado en los ¨²ltimos a?os una deriva propia. Los catalanes tienen motivos de sobra para la indignaci¨®n, puesto que mientras a ellos se les sigue negando la posibilidad de expandir el autogobierno, a Kuschelweich le permitieron, desde 2015, tener pelaje parduzco y una est¨¦tica germ¨¢nica. El v¨ªdeo que encabeza este apartado se corresponde con una app que introduce a Mimos¨ªn en el mundo de las nuevas tecnolog¨ªas. Yo la he probado y puedo garantizar que, en t¨¦rminos de jugabilidad e inmersi¨®n, se trata de una aplicaci¨®n llena de posibilidades did¨¢cticas para el 'gamer' de entre 3 y 5 a?os, sin que ello obste para incluir algunos gui?os orientados al p¨²blico adulto, haciendo del proceso de lavar la ropa una experiencia que se rompe de simp¨¢tica. Aparte de hacer la colada, tambi¨¦n podr¨¢s buscarle las cosquillas a Kuschelweich, despertando en ¨¦l una amplia variedad de risitas.
La cumbre de todas las cumbres: el Mimos¨ªn TORERO
Sin lugar a duda, el mejor Mimos¨ªn. Ese arrojo, esa gallard¨ªa, ese giro de flamenco sexy. El Mimos¨ªn Torero podr¨ªa convencer a cualquier animalista desnudo (no digo esto de manera gratuita: por alg¨²n motivo, a esta clase de manifestantes les priva la desnudez en sus reivindicaciones). Cuando un taurino grasiento me habla de Picasso o de Hemingway me da lo mismo, pero es citarme este anuncio y acabo anestesiando mi conciencia, por naturaleza contraria a la tortura (pero tambi¨¦n sensible a la Belleza). Sinti¨¦ndolo mucho, ahora mismo firmar¨ªa por la extinci¨®n de trece o catorce especies animales si con ello me garantizaran m¨¢s anuncios como ¨¦ste.
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