Esto no ha acabado todav¨ªa

La euforia no es buena ni en pol¨ªtica ni en la vida. Ser¨ªa un error pensar que porque la aplicaci¨®n del 155 expr¨¦s se haya iniciado con ¨¦xito, los problemas se han acabado. Ni mucho menos. Es verdad que se ha cortado en seco la rebeli¨®n y que las elecciones convocadas para el 21 de diciembre abren una v¨ªa de esperanza para el cambio pol¨ªtico en Catalu?a. Pero nada m¨¢s. Ni el bloque independentista ha tirado la toalla, ni los constitucionalistas tienen asegurada la victoria. Los secesionistas han perdido, pero no ha ganado nadie. Yo dir¨ªa que todos hemos perdido un poco en esta disputa.

Por eso, es muy importante continuar con la intervenci¨®n efectiva del Gobierno de la Generalitat, prevista en el art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n, y que la justicia siga haciendo su trabajo para que todos aquellos que se han saltado la ley sean juzgados como har¨ªa cualquier Estado de derecho. A todos se nos llena la boca al hablar de la independencia del poder judicial, pero luego caemos en la tentaci¨®n de pedir a los jueces una cosa o la contraria; rapidez o calma; firmeza o piedad.

Es el momento de que todos (pol¨ªticos, periodistas, l¨ªderes de opini¨®n y hasta los propios jueces y fiscales), dejemos de decir a los magistrados lo que tienen que hacer. Ellos lo saben perfectamente: juzgar si se han cometido delitos y actuar en consecuencia. Lo que s¨ª podemos pedir es que el fiscal general del Estado deje de intervenir p¨²blicamente. Esa no es su funci¨®n. Los jueces y fiscales hablan con sus escritos, autos o sentencias. Y cada vez que Jos¨¦ Manuel Maza sale a la palestra para explicar lo que va a hacer la fiscal¨ªa, est¨¢ dando razones para que los independentistas acusen al Gobierno de intervenir en el procedimiento.

El Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional ya han citado a declarar como imputados a los miembros de la mesa del Parlament y al Gobierno de la Generalitat el jueves y el viernes. Ahora se inician unos procedimientos que deben seguir su camino sin interferencias de ning¨²n tipo. Otra cosa es lo que pueda hacer el expresidente Carles Puigdemont, que ayer mont¨® un espect¨¢culo estramb¨®tico en Bruselas, pidiendo garant¨ªas de un juicio justo para volver a Espa?a a ser juzgado. ?Garant¨ªas o privilegios? Porque nadie duda de que el sistema judicial espa?ol es de los m¨¢s garantistas de Europa.

Lo que deber¨ªan hacer los partidos pol¨ªticos es olvidarse de la v¨ªa judicial y dedicarse a preparar a conciencia las elecciones auton¨®micas del 21 de diciembre. Los resultados de esos comicios son vitales para poder recuperar la concordia en Catalu?a y de los catalanes con el conjunto de los espa?oles. Si se repiten los resultados de 2015, volveremos a la casilla de salida. Y seg¨²n la ¨²ltima encuesta oficial del CIS catal¨¢n, las fuerzas independentistas volver¨ªan a tener mayor¨ªa en el Parlament si hoy se celebraran las elecciones. Aunque una consulta de este tipo, sin que se sepa c¨®mo ser¨¢n las coaliciones electorales, tiene una credibilidad m¨¢s bien escasa.

Quedan 50 d¨ªas para las elecciones. Los independentistas y sus sat¨¦lites van a intentar embarrar al m¨¢ximo el terreno de juego. Lo que deber¨ªan hacer los partidos constitucionalistas es lanzar una buena campa?a electoral llamando al voto a esa mayor¨ªa silenciada que volvi¨® a la calle hace pocos d¨ªas, y a todos los decepcionados por el proc¨¦s .