Sobre Catalu?a
Hay muchas razones. Catalu?a es y ha sido siempre Espa?a, al menos en igual medida que todas las dem¨¢s actuales comunidades. Su tejido empresarial est¨¢ fuertemente ligado al del resto y ese boicot es una piedra tanto en su tejado como en el com¨²n. Y es probable que muchos de los empresarios a los que se pueda boicotear sean precisamente de los que desde dentro consideran unionistas. Pero adem¨¢s el boicot da alas a los independentistas y hace parecer real el Espa?a nos roba y dichos similares que sus l¨ªderes han utilizado y utilizan para hacer crecer su proyecto. Es momento no solo de la pol¨ªtica sino tambi¨¦n de acci¨®n ciudadana. Mostrar aprecio y simpat¨ªa en este preciso momento hacia una Catalu?a que es parte nuestra y que est¨¢ pasando un mal trago, es fundamental y quita argumentos a quienes no tenemos ninguna raz¨®n para d¨¢rselos. Hay que seguir comprando los productos catalanes que por su excelencia siempre hemos comprado. Y hay que encontrar cualquier manera para que desde la ciudadan¨ªa podamos mostrar nuestro aprecio; muchos catalanes se sienten catalanes y espa?oles en la misma medida que muchos espa?oles nos sentimos espa?oles y catalanes.¡ª Eliseo Pascual G¨®mez. Alicante.
Nunca me gustaron la tristeza y la voz de Llu¨ªs Llach, pero reconozco que luch¨® con sus canciones por la libertad en el mundo gris y aciago de la dictadura franquista, como hicimos otros, aunque sin tanta poes¨ªa. Hac¨ªa mucho tiempo que su voz no se o¨ªa; y ahora, volvemos a escucharla con un discurso que ya no pertenece al presente, a este contexto nuevo. Que quiera seguir en aquel mundo que le dio la fama no se lo recrimina nadie; pero, por favor, que no confunda a la juventud. Los j¨®venes de hoy son alegres, viajan al extranjero, hacen Erasmus, reciclan, son solidarios, necesitan trabajar, prosperar, divertirse, amarse. No se les puede decir que Puigdemont es un exiliado, no se les puede confundir. Hay que hablarles de todas las libertades que nuestra sociedad ha conseguido. Si Llach hace eso, quiz¨¢s la historia lo recuerde como un hombre menos sombr¨ªo.¡ª Amparo Gonz¨¢lez Freijo. Barcelona.?
Que orgulloso aclamaba hace unos pocos meses que era barcelon¨¦s, catal¨¢n y espa?ol, y que envidiosa me miraba la gente. En mi residencia en el extranjero, la gente me dec¨ªa: ?qu¨¦ bonita es tu ciudad!, ?qu¨¦ agradable su gente! Sin embargo, la situaci¨®n ha parecido cambiar del todo. Ya no solo sienten que vengo de un lugar en guerra, sino que sienten pena y tristeza por m¨ª. Hemos pasado de ser una comunidad envidiada por el mundo entero a un lugar triste, irreconocible y lo peor de todo, dividido. Es por eso que, desde M¨¦xico, llamo al di¨¢logo, al entendimiento y a la unidad. Por el bien de los catalanes, por el bien de los espa?oles.¡ª Nicol¨¢s Espuny Carre?o. Ciudad de M¨¦xico.
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