C¨®mo Michael Jackson se la jug¨® a los Beatles con un anuncio de Nike Air Max
Se forr¨® a su costa metiendo la canci¨®n 'Revolution' en un spot televisivo en blanco y negro, con Michael Jordan, John McEnroe y deportistas an¨®nimos
Algunas marcas deportivas intentan convencernos de que sus productos son iconos revolucionarios con capacidad de cambiar el modo de relacionarnos con la realidad. A veces incluso tienen raz¨®n. Aunque lo hagan muy lejos de donde se les espera.
A mitad de los ochenta Nike hab¨ªa dejado de ser la marca de referencia e incluso hab¨ªa perdido el primer puesto para dejar a Reebok como dominador. La respuesta deb¨ªa ser impactante y Phil Knight, el fundador de Nike que durante un tiempo presumi¨® de no creer en la publicidad, dio su brazo a torcer. Nike necesitaba un gran producto dentro de una gran campa?a.
El producto estaba casi listo, un pack formado por la primera Air Max y otras zapatillas como Air Trainer o Air Safari. Nike dedicaba 20 millones de d¨®lares a la publicidad y reserv¨® 7 solo para esta campa?a de dos meses en televisi¨®n. Peter Kagan y Paula Grief hab¨ªan dirigido clips para Duran Duran, Scritti Politti o Steve Winwood y la agencia de publicidad de Nike le pidi¨® que hicieran ¡°lo mismo, pero con mi coche en el parking¡±. Un videoclip con Nikes. Un minuto en super 8 y blanco y negro en el que deb¨ªan aparecer Michael Jordan, John McEnroe y deportistas an¨®nimos. No hab¨ªa historia, la m¨²sica era la primera imposici¨®n: Revolution de The Beatles.
"Lou Reed fue el primer m¨²sico que vendi¨® su alma en un anuncio"
En 1987 que usaran tu m¨²sica en un anuncio era un desprestigio, era colocarte a la altura de un creador de jingles. Unos a?os antes Lou Reed se hab¨ªa convertido en la diana perfecta despu¨¦s de aparecer en un anuncio de Honda y ni siquiera hab¨ªa utilizado la versi¨®n original de Walk On The Wild Side. En la misma serie de anuncios de Honda, Miles Davis aparec¨ªa sin m¨²sica y se utilizaron trucos similares con Devo, Adam Ant y Grace Jones. A los ojos de la mayor¨ªa y aunque no fuera realmente as¨ª, Lou Reed fue el primer m¨²sico que vendi¨® su alma en un anuncio. Aunque lo que sonaba en el anuncio de Honda fuera una versi¨®n instrumental en el que el saxofonista llevaba unas Nike. Y no era casualidad, la agencia de Honda, Wieden & Kennedy, durante muchos a?os fue tambi¨¦n la agencia de Nike.
En el anuncio de Nike la marca solo aparec¨ªa dos veces, al principio y al final, con un estilo de corta-pega y exceso premeditado de grano, Revolution se acercaba m¨¢s al cinema verit¨¦ que a una gran producci¨®n publicitaria. Sin embargo, para entender el sonido hab¨ªa que retroceder unos a?os, justo despu¨¦s de grabar Say Say Say en Abbey Road, Paul McCartney invitaba a su amigo Michael Jackson a cenar en su propia casa.
Aquella noche, el Beatle explic¨® a Michael de d¨®nde ven¨ªa su fortuna, no de sus habilidades musicales sino de los derechos de las canciones de otros. Cada vez que una de esas canciones de Buddy Holly o Al Johnson era reproducida, McCartney ganaba dinero. Jackson sigui¨® ese camino y entre 1983 y 1984 compr¨® colecciones de Sly Stone y Len Barry antes de dar con su premio gordo, un cat¨¢logo en el que se inclu¨ªan 251 canciones de The Beatles. En manos de un inversor australiano, The Beatles hab¨ªan cedido los derechos en 1963 y el propio McCartney hab¨ªa intentado recuperar los derechos de reproducci¨®n de sus canciones por 20 millones de d¨®lares. Michael Jackson ofreci¨® 46, consigui¨® su objetivo y termin¨® con su amistad con el Beatle.
Casi a la vez que el anuncio de Honda de Lou Reed, los propietarios de los derechos de The Beatles cedieron Help para un anuncio de coches de Lincoln Mercury, pero no se hab¨ªa utilizado una versi¨®n original. Michael Jackson necesitaba amortizar el gasto y acept¨® 500.000 d¨®lares para su utilizaci¨®n de la versi¨®n original en un anuncio de Nike. Comenz¨® la revoluci¨®n.
Seg¨²n cuenta la leyenda, en marzo de 1987, durante un cap¨ªtulo del Show de Bill Cosby, apareci¨® por primera vez el anuncio Revolution de Nike. George Harrison denunci¨® p¨²blicamente el uso de sus canciones para vender productos y Paul McCartney lo ve¨ªa como un ataque doble, hacia su m¨²sica y hacia su relaci¨®n con Michael Jackson. A los o¨ªdos de los inexpertos, aquello sonaba como una batalla entre Nike y The Beatles, aunque en realidad se trataba de un asunto de propiedad de los derechos. En un extra?o giro, Nike termin¨® contratando espacios publicitarios para explicar la situaci¨®n y ten¨ªa el valor de citar a Yoko Ono. Un anuncio para explicar la m¨²sica de otro anuncio.
Unos meses despu¨¦s se anunciaba que Nike y The Beatles, EMI Capitol Records y Apple Records, hab¨ªan llegado a un acuerdo extrajudicial que inclu¨ªa una cl¨¢usula que les imped¨ªa hacer p¨²blico los datos del pacto. La cosa debi¨® funcionar al menos con Yoko Ono, porque poco despu¨¦s Nike volvi¨® a usar otro tema de John Lennon, Instant Karma. En 1987 se edit¨® por primera vez en CD el ¨¢lbum blanco en el que se incluye una versi¨®n del tema Revolution, que muchos hab¨ªan conocido gracias al anuncio. Las ventas de Nike se duplicaron entre 1987 y 1989 y volvi¨® a convertirse en la marca m¨¢s vendida.
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