Los clones del C¨®dice Voynich, el libro m¨¢s misterioso del mundo

En una nave industrial y en una peque?a oficina de Burgos, un grupo de personas se aplican como hormigas laboriosas en una extra?a tarea: clonar el libro m¨¢s misterioso del mundo. Se dice f¨¢cil. Pero el C¨®dice Voynich es duro de pelar. Las pruebas del carbono-14 efectuadas por cient¨ªficos de la Universidad de Arizona en 2011 aseguraron que fue escrito e ilustrado en el siglo XV, entre 1404 y 1438. Desde 1969, y gracias a la donaci¨®n del bibli¨®filo, coleccionista y fil¨¢ntropo estadounidense de origen alem¨¢n Hans Peter Kraus ¡ªsuperviviente de Auschwitz¡ª, permanece en la Biblioteca Beinecke de Libros Raros y Manuscritos de la Universidad de Yale.

El c¨®dice original presenta agujeros, cortes y quemaduras. Y todas esas ¡®heridas¡¯ son imitadas al mil¨ªmetro

A finales de 2015, y tras una larga y paciente espera de 10 a?os, los responsables de la universidad estadounidense comunicaron a los dos socios de la editorial burgalesa Silo¨¦ Arte y Bibliofilia que eran ellos los elegidos, de entre numerosos competidores de todo el mundo, para llevar a cabo la edici¨®n facsimilar del ?Voynich. En otras palabras, clonar este indescifrado, viejo y descosido ejemplar de 22,5 por 16 cent¨ªmetros. Un volumen escrito probablemente en Italia por un autor desconocido en una lengua que sigue sin ser identificada seis siglos despu¨¦s, del que no se sabe si es un cuaderno bot¨¢nico, un tratado cosmol¨®gico, una obra de iniciaci¨®n esot¨¦rica, un relato b¨¦lico, un libro cabal¨ªstico, un c¨®digo ¨¦lfico, un cat¨¢logo de p¨®cimas para magia, un inventario de remedios anticonceptivos para mujeres en pecado o el diario de un extraterrestre.

El trabajo ha supuesto una aut¨¦ntica obra de orfebrer¨ªa editorial que hoy, tras dos a?os de trabajo intensivo, ha visto ya la luz en Burgos. La r¨¦plica acaba de ser presentada en sociedad por los editores Juan Jos¨¦ Garc¨ªa y Pablo Molinero. No es la primera aventura de esta peque?a empresa, ganadora de 15 premios nacionales del Ministerio de Cultura y due?a de una hoja de servicios que incluye las ediciones facsimilares de joyas como el Bestiario de Westminster, el Atlas de Texeira, el Beato Corsini, los Cartularios de Valpuesta, el Libro de Horas de Luis de Laval o la Cosmograf¨ªa de Ptolomeo.

Hasta una veintena de gremios intervienen en la clonaci¨®n del C¨®dice Voynich: desde el propio editor hasta el notario que acredita la autenticidad de la r¨¦plica, pasando por curtidores de pieles y pergaminos, fabricantes y expertos en tratamiento de papel, costureros, encuadernadores, envejecedores de bordes de p¨¢ginas, fot¨®grafos, fotomec¨¢nicos, impresores, ser¨ªgrafos, dibujantes, modelistas, orfebres, fundidores y dise?adores.

Flanqueados en todo momento por dos vigilantes, Juan Jos¨¦ Garc¨ªa y un fot¨®grafo comenzaron el proceso documentando y copiando las 234 p¨¢ginas del original a lo largo de una semana en la Beinecke. Lo hicieron en una sala dotada de un sistema de aspiraci¨®n permanente, lo que imped¨ªa que ni una sola mota de polvo pudiera aterrizar sobre el Voynich. ¡°El libro se tumbaba y se fotografiaba abierto, en ¨¢ngulo recto. Lo fotografiamos con una c¨¢mara Hasselblad de alta resoluci¨®n y con luz fr¨ªa. El trato que damos a los libros tiene que ser muy respetuoso. De hecho, antes de que te den el permiso, tienes que explicar a los responsables de esas bibliotecas qu¨¦ m¨¦todos piensas aplicar, y ellos los estudian y deciden¡±, aclara Garc¨ªa, quien ya tiene en marcha un nuevo proyecto de clon editorial: Vida y milagros de san Luis, uno de los libros m¨¢s bellos del mundo, cuyo original duerme en la Biblioteca Nacional de Francia.

Isabel y Jes¨²s, los encuadernadores, se encuentran hoy inmersos en pleno proceso de ensamblaje. Para el cosido utilizan aguja e hilo de c¨¢?amo crudo y natural. Su tarea es f¨¢cil de decir y tremendamente compleja de lograr: se trata de hilvanar a mano y con toda minuciosidad las p¨¢ginas, los nervios y la cabezada del libro. El volumen queda armado, no sin horas de trabajo y bastantes quebraderos de cabeza t¨¦cnicos.

El Voynich no va pegado, no hay encolado por ning¨²n lado. Est¨¢ todo cosido sobre la base de pergaminos originales, curtidos y tratados por especialistas. ¡°Es una encuadernaci¨®n en tapa blanda, t¨¦cnicamente bastante compleja, sobre todo porque hay p¨¢ginas desplegables que hay que imitar, y porque el cosido hay que hacerlo con much¨ªsimo cuidado ya que este es un papel especial que se rasga f¨¢cilmente. El pergamino es un organismo vivo muy complicado de manipular¡±, explica Jes¨²s. Otro problema t¨¦cnico radica en homogeneizar las tintadas y el grosor de las pieles, ¡°porque nunca van a tener ni el mismo color ni la misma textura, claro. En una misma tintada te pueden salir varios muy distintos entre s¨ª, adem¨¢s de que algunos tienen taras, y eso es un gran problema¡±, comenta su colega Isabel, que apunta que llevan desde diciembre con este proceso. Es lo que el editor Juan Jos¨¦ Garc¨ªa denomina ¡°trabajar la imperfecci¨®n¡±.

El fruto de esas imperfecciones reposa sobre unas rejillas met¨¢licas que se parecen a una barbacoa: all¨ª se secan las p¨¢ginas del libro m¨¢s misterioso del mundo, perd¨®n, del clon del libro m¨¢s misterioso del mundo. Huelen fuerte y mantienen la magia del chasquido del pergamino. El C¨®dice presenta agujeros, cortes, quemaduras y otros desperfectos. Puede ser porque el animal del que procede la piel del pergamino resultara herido, o debido a mordeduras de rat¨®n o rata durante su almacenamiento, o sencillamente porque al encuadernador se le fue el punz¨®n o la cuchilla, o por la ca¨ªda de un candil. Y todas esas heridas son imitadas al mil¨ªmetro.

Quiz¨¢ no todo el mundo entender¨ªa igual de bien que su r¨¦plica del Voynich est¨¦ agujereada, quemada o rasgada, as¨ª que cada uno de los 898 ejemplares de la tirada incluye una tarjeta que describe el estado primigenio del volumen. Cada r¨¦plica, un verdadero objeto editorial de lujo, saldr¨¢ a la venta a un precio superior a los 8.000 euros. Los responsables de Silo¨¦ aseguran que ya han dado salida a 300 en la preventa y que otros 200 han sido reservados, algunos de ellos en la reciente Feria del Libro de Fr¨¢ncfort. El segundo documento incluido en el facs¨ªmil es una r¨¦plica exacta de la denominada Carta Marci, que el bohemio Johannes Marcus Marci ¡ªentonces poseedor del Voynich¡ª le dirige en 1666 a su amigo el jesuita Athanasius Kircher apelando a su sabidur¨ªa y pidi¨¦ndole que intente descifrar el manuscrito. Como tantos otros, Kircher, especialista en lenguas muertas y entonces considerado por muchos como el hombre m¨¢s sabio del mundo, nunca logr¨® hacerlo.

Carlos, especialista en tratamiento y envejecimiento de libros, tiene sobre su mesa un diagrama, p¨¢gina a p¨¢gina, del C¨®dice Voynich. Es el mapa que le sirve para saber c¨®mo hay que replicar cada hoja, con sus leng¨¹etas, sus agujeros, sus parches, sus cosidos y recosidos¡­ ¡°Hay algunos m¨¢s sencillos de hacer, pero otros son t¨¦cnicamente dificil¨ªsimos¡±, reconoce. ¡°El volumen tiene 243 agujeros que hay que imitar y luego manchar para que queden iguales¡±.

Carlos incide en el car¨¢cter casi obsesivo de este trabajo: ¡°Hay que lograr una r¨¦plica lo m¨¢s cercana posible, cueste lo que cueste¡±. ¡°Es cuesti¨®n de c¨®digo deontol¨®gico¡±, subraya el editor Juan Jos¨¦ Garc¨ªa. No hay que olvidar adem¨¢s que el eventual comprador de una edici¨®n facs¨ªmil como esta, dispuesto a desembolsar 8.000 euros, es normalmente un buen conocedor de la obra original.

Son d¨ªas, semanas y meses de labor extenuante. ¡°No trabajamos al mil¨ªmetro, sino a la micra¡±, apunta Garc¨ªa, a quien el Voynich no deja de deparar sorpresas: ¡°Es, sin duda, el libro m¨¢s dif¨ªcil que nos hemos encontrado¡±.