Las esencias de Alejandro Sanz en 595 p¨¢ginas
El cantante y sus amigos m¨¢s cercanos hablan en la primera biograf¨ªa autorizada del artista
El primer regalo que le hizo su padre a Alejandro Sanz (1968, Madrid) fue una raqueta y ¨¦l no dud¨®: aquel era un objeto fant¨¢stico para ponerse frente al espejo imitando que tocaba una guitarra. No quer¨ªa ser cantante, quer¨ªa escribir canciones. Por eso, en su juventud de estudiante mediocre era alternativamente el colega que animaba la fiesta y el friki que siempre andaba acompa?ado de un l¨¢piz y un bloc de notas.
Con tanta poes¨ªa en la cabeza, los estudios flojeaban. Hasta que se top¨® con Vicente Ram¨ªrez, un profe que le transmiti¨® tanta seguridad en ¨¦l mismo que decidi¨® no defraudarle. Sanz acab¨® el curso con notable y el mentor se convirti¨® en su maestro para siempre. La persona de confianza a quien llam¨® cuando el ¨¦xito desbord¨® cualquier previsi¨®n y necesit¨® a alguien para encargarse de sus asuntos; y una de las ra¨ªces que le mantuvieron anclado al suelo hasta que su muerte prematura rompi¨® cualquier plan de futuro.
La familia, los inicios, la perseverancia, los tropiezos, los amigos, las canciones, las idas y venidas de este artista que se ha convertido en un fen¨®meno de masas y que es m¨²sica desde que se levanta hasta que se acuesta, es la esencia misma de Alejandro Sanz #Vive, la primera biograf¨ªa autorizada del cantante, escrita por ?scar Garc¨ªa Blesa, y publicada por Aguilar.
Sobre la religi¨®n quienes conocen a Sanz afirma que es creyente pero no est¨¢ de acuerdo con la doctrina cat¨®lica. ¡°Yo creo, pero no soy como Juan Luis Guerra, que incluso es pastor¡±, dice en uno de los pasajes del libro. ¡°Recuerdo que volv¨ªamos del Concierto por la Paz que organiz¨® Juanes en Colombia y en medio del viaje el avi¨®n empez¨® a moverse y yo me mor¨ªa de miedo, as¨ª que le dije a Juan Luis: 'Oye, t¨² que tienes mano con Dios, habla con ¨¦l¡±. Por algo afirma que solo es Alejandro Sanz y no san Alejandro: ¡°Mis primeros a?os conformaron una fase en la que pasaron muchas cosas. En Espa?a, a los veintitantos a?os es normal querer quemar garitos, y al menos yo puedo contarlo. Componer puede ser destructivo a veces. No puedes cantar canciones que emocionan jugando al golf¡±.
Juanes, Shakira, Juan Luis Guerra, Antonio Carmona, Ni?a Pastori, Mal¨²... se cuentan entre sus amigos. Tambi¨¦n Miguel Bos¨¦, en cuya casa de Somosaguas vivi¨® con su primera mujer, Jaydy Michel, casi a?o y medio mientras acababan las obras de la suya. All¨ª compuso El alma al aire, Cai para Ni?a Pastori y canciones para Antonio Carmona. ¡°En aquella ¨¦poca¡±, cuenta Alejandro en su biograf¨ªa, ¡°Luc¨ªa Bos¨¦ se fue a Segovia y su habitaci¨®n se convirti¨® en mi estudio. Me pasaba tocando hasta las cinco o las seis de la ma?ana. Hab¨ªa un interfono con la zona de la casa donde estaba Miguel y a veces me llamaba en mitad de la noche: 'Te ha fallado un acorde ah¨ª'. Bos¨¦ reconoce que intentaron componer juntos muchas veces sin ¨¦xito: ¡°Amo su m¨²sica, pero no s¨¦ c¨®mo agarrarla¡±.
Bos¨¦ tambi¨¦n fue testigo de la ¨¦poca pict¨®rica de Sanz. Una de las veces que lleg¨® a su casa de Miami, Alejandro le dijo a Bos¨¦: ¡°Quiero ense?arte algo: ?pinto!¡±. Esa misma noche Bos¨¦ le observ¨® mientras pintaba con Rachmaninov como m¨²sica de fondo: ¡°Miraba y no daba cr¨¦dito¡±, dice el int¨¦rprete de Bandido en el libro. Cuando Alejandro dio por finalizado su momento creativo, ¨¦l solo atin¨® a decirle a su amigo: ¡°Me parece que voy a empezar a cogerte man¨ªa. Buenas noches¡±.
El exministro de Justicia Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila tambi¨¦n forma parte de sus afectos. Se conocieron en un curso de ingl¨¦s en Londres. Hablaron de ETA cuando el asesinato de Gregorio Ord¨®?ez y Miguel ?ngel Blanco incendi¨® la opini¨®n p¨²blica. ¡°Alejandro¡±, explica Michavila, ¡°siempre me dec¨ªa: 'A por ellos. Nada de guerra sucia ni nada ilegal, pero con toda la ley. Ya est¨¢ bien de financiar a ETA con nuestros impuestos¡±.
Miles de an¨¦cdotas de gente cercana de este cantante que tiene nociones enciclop¨¦dicas de flamenco, creci¨® arropado por los acordes de la guitarra de Paco de Luc¨ªa y sabe que su gran triunfo son sus cuatro hijos y Raquel Pereda, la mujer que le conoci¨® en una furgoneta de cristales tintados. ¡°No le gusta lo domesticado¡±, dice Pereda, ¡°adora el mar, es muy generoso con sus amigos y necesita sus espacios. Es como si nunca dejara de pensar, de crear. Sus ¨²nicas guerras las libra contra s¨ª mismo, y por eso hace bien lo que se propone¡±.
Al ¨²nico pero de su ¨¦xito Alejandro Sanz tambi¨¦n le ha puesto verso: ¡°La fama es el castigo divino que Dios da a los artistas¡±. Y a ¨¦l le reconocen hasta disfrazado con rastas y gafas de sol, como ocurri¨® en una ocasi¨®n en la que quiso pasar desapercibido y alquilar un barco junto a Pepe Barroso, otro de sus incondicionales.
Un autor para ordenar los recuerdos
?scar Garc¨ªa Blesa, el autor de Alejandro Sanz #Vive, ha estado siempre ligado a la industria musical y trabaj¨® con Alejandro Sanz hace a?os, durante su etapa en Warner Music. "Esta biograf¨ªa huye del elogio", explica Garc¨ªa Blesa. "Recoge encuentros encadenados con personas famosas y an¨®nimas que han pasado por la vida de Alejandro". El proyecto forma parte de la celebraci¨®n del 20? aniversario de M¨¢s, el disco que se public¨® en 1997 y dispar¨® la popularidad del cantante. "Alejandro es talento", dice Garc¨ªa Blesa, "pero sobre todo una persona que crea v¨ªnculos s¨®lidos que nunca olvida".
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