Dignidad e inmigraci¨®n

Las condiciones de vida de los inmigrantes en situaci¨®n irregular no son una prioridad para los Gobiernos espa?oles. La prueba est¨¢ en la improvisaci¨®n que ha dominado los m¨¢s de veinte a?os de presi¨®n migratoria. El pr¨®ximo a?o se construir¨¢ en Algeciras un edificio dise?ado, por primera vez, para albergarlos mientras se resuelven los tr¨¢mites para su expulsi¨®n. Los siete CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) ahora existentes tuvieron una funci¨®n diferente.

Los primeros datos de ese nuevo centro de Algeciras ¡ªmodelo para el futuro¡ª indican que mejorar¨¢ las condiciones de los actuales. Dispondr¨¢ de zonas recreativas, enfermer¨ªa, zonas divididas en funci¨®n del sexo, la nacionalidad y la religi¨®n y sala de comunicaciones, entre otras ventajas. El nuevo modelo, sin embargo, requiere de mayores precisiones, que debieran llegar de la mano de una negociaci¨®n abierta y constructiva entre las fuerzas pol¨ªticas. Es esencial fijar tambi¨¦n un modelo de gesti¨®n adaptada. Los CIE son centros cerrados, pero sus habitantes no son delincuentes y necesitan atenciones especiales. La propuesta del propio ministro del Interior de crear un cuerpo de funcionarios civiles espec¨ªfico va en la buena v¨ªa.

La presentaci¨®n se produce ¡ªseguramente no por casualidad¡ª una semana despu¨¦s de que el colapso de los CIE llevara al internamiento de casi 500 inmigrantes en la futura c¨¢rcel de Archidona (M¨¢laga). Urgen un nuevo modelo y nuevas instalaciones. Comprom¨ªs y Podemos han criticado el proyecto tachando a los CIE de ¡°prisiones encubiertas¡±, y claman por una pol¨ªtica de puertas abiertas.

Todo esto forma parte de un debate m¨¢s profundo y a escala europea. De momento, nuestras democracias han optado por limitar la inmigraci¨®n y sancionar las entradas irregulares. Mientras no cambien esas pol¨ªticas, todo lo que signifique aportar mayor dignidad a la estancia provisional de los extranjeros es una buena noticia.