Trump, a tiro
Queda apenas un a?o para evitar que Pyongyang tenga capacidad disuasiva
Kim Jong-un lo tiene ya a mano. Si nada ni nadie se interpone, pronto tendr¨¢ lista su arma nuclear, un misil intercontinental con un alcance de unos 13.000 kil¨®metros y capaz de detonar un artefacto at¨®mico sobre la Casa Blanca o Mar-a-Lago en Florida, donde Donald Trump pasa los fines de semana.
La prueba bal¨ªstica que realiz¨® ayer fue la tercera y la m¨¢s avanzada de este a?o, despu¨¦s de dos meses y medio de un mutismo nuclear que ha sido interpretado err¨®neamente en Washington como se?al de disposici¨®n al di¨¢logo. Joseph Yun, el representante del departamento de Estado para el conflicto con Corea del Norte, as¨ª lo entendi¨® en fecha muy reciente, el pasado 30 de octubre, en un discurso ante el Consejo de Relaciones Exteriores.
Pyongyang ha dejado pasar dos ocasiones especialmente acordes con su habitual uso de las pruebas como sistema de comunicaci¨®n mediante la amenaza: primero, el 19 congreso del Partido Comunista de China, entre los d¨ªas 18 y 14 de octubre, y luego la gira asi¨¢tica de Trump, que le llev¨® a Jap¨®n, Corea del Sur y China en la primera quincena de noviembre y de la que el presidente estadounidense confiaba obtener la apertura de la v¨ªa diplom¨¢tica, despu¨¦s de haber avivado las brasas con sus bravatas e imprudencias verbales.
A Pyongyang solo le falta un paso para alcanzar el umbral de la disuasi¨®n asim¨¦trica, de peque?o a grande, y este consiste en miniaturizar la bomba y colocarla en la cabeza del misil, pero todav¨ªa no ha experimentado un proyectil intercontinental con suficiente potencia como para catapultar a tanta distancia el peso de la bomba en vez de ir de vac¨ªo como ha sido el caso de esta ¨²ltima prueba. Cuando lo obtenga, estar¨¢ en disposici¨®n de amenazar cualquier regi¨®n del mundo dentro de un radio que alcanza incluso Europa entera.
Una Corea del Norte con ojivas nucleares intercontinentales todav¨ªa estar¨¢ en inferioridad respecto a las potencias de la tr¨ªada nuclear, es decir, la panoplia de misiles intercontinentales en tierra, los bombarderos y los submarinos estrat¨¦gicos con capacidad de golpear en cualquier punto del planeta; pero puede disuadir a cualquier de estas potencias tri¨¢dicas (EE UU, Rusia, China, y probablemente India) gracias a la amenaza asim¨¦trica.
A Trump le queda poco tiempo, un a?o quiz¨¢s, para evitar la inc¨®moda situaci¨®n de encontrarse a tiro nuclear de Kim Jong-un. No puede destruir las instalaciones norcoreanas mediante un ataque militar si no quiere encender la guerra en la pen¨ªnsula y poner en riesgo a los habitantes de Se¨²l, muy cerca de la frontera y de la artiller¨ªa pesada norcoreana. El r¨¦gimen busca una negociaci¨®n que implique el reconocimiento de Pyongyang y de su arsenal nuclear y aliente la idea de una reunificaci¨®n dirigida desde el norte.
Queda la opci¨®n de una coexistencia relativamente pac¨ªfica en un equilibrio del terror asim¨¦trico, a semejanza de la guerra fr¨ªa con la Uni¨®n Sovi¨¦tica aunque ahora a peque?a escala. Ser¨ªa una severa derrota para el Trump belicista que promet¨ªa victorias a los estadounideneses y, lo que es peor, un fort¨ªsimo est¨ªmulo a la proliferaci¨®n nuclear en un mundo cada vez m¨¢s inestable y peligroso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.