Almuerzo
Las grandes hecatombes modernas hoy se sirven entre plato y plato sin que ninguna sea tan importante como para alterar una buena digesti¨®n
Este ciudadano corriente durante el almuerzo tiene un grave problema: no sabe si debe coger los esp¨¢rragos con los dedos o hay que tomarlos con cuchillo y tenedor. Mientras se debate en esa duda vuelve los ojos hacia el televisor donde en ese momento el exgeneral bosniocroata Slobodan Praljak, con pinta de un fiero y barbado Agamen¨®n, se suicida en directo tom¨¢ndose la cicuta con determinaci¨®n despu¨¦s de soltar una ag¨®nica soflama ante el tribunal de La Haya que lo acaba de condenar a 20 a?os por cr¨ªmenes de guerra. Meterse un trago de veneno entre pecho y espalda como un brindis airado tiene mucha m¨¢s fuerza que cualquier tragedia de Esquilo, S¨®focles y Eur¨ªpides. Este ciudadano corriente y sus compa?eros de mesa saben que a estas alturas no hay ficci¨®n dram¨¢tica que pueda superar a un telediario vulgar. En las tragedias griegas se requer¨ªa que los dioses estuvieran implicados en las pasiones de los humanos; en cambio las grandes hecatombes modernas hoy se sirven entre plato y plato sin que ninguna sea tan importante como una buena digesti¨®n. El ciudadano corriente ha resuelto el problema cogiendo los esp¨¢rragos con la mano. La agradable conversaci¨®n de sobremesa la interrumpe ahora la noticia del ¨²ltimo proyectil lanzado por Corea del Norte, que ha alcanzado los 4.475 kil¨®metros de altura. Este misil intercontinental es capaz de trasportar una cabeza nuclear y dejarla caer sobre Washington o Nueva York. El gordinfl¨®n Kim Jong-un, que en televisi¨®n no se distingue de un mu?eco de dibujos animados, puede poner el mundo patas arriba, pero este ciudadano corriente tiene otro problema no menos grave. No sabe si pedir el solomillo al punto o poco hecho, casi sangrante. Esta duda en la mesa se ha convertido en un tema de debate. ?Y el Apocalipsis? De postre, con un poco de nata, por favor.
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