Miguel ?ngel Silvestre: ¡°El miedo sac¨® lo peor de m¨ª¡±
El actor, que se ha mudado a Hollywood para protagonizar ¡®Sense 8¡¯ y ¡®Narcos¡¯, reconoce que la fama se le fue de las manos
Algo resulta familiar en las formas de Miguel ?ngel Silvestre (Castell¨®n, 1982). Es como si hubieras visto antes ese desparpajo, esa expansividad en los gestos, esa sonrisa perpetua y esa cercan¨ªa con los desconocidos. Incluso te suena su forma de hablar intercalando t¨¦rminos en ingl¨¦s ¨Cexpresiones aleatorias como ¡°red district¡± o ¡°Braveheart¡±¨C con un acento empastado.
De repente, enumera los nombres de un heterog¨¦neo listado de personalidades que le han abierto puertas a los espa?oles en Hollywood. ¡°Lorca, Bu?uel, Picasso, Almod¨®var, Javier Bardem, Pen¨¦lope Cruz¡¡±. Eso s¨ª, antes que a todos estos ha nombrado a Antonio Banderas. Y caes en la cuenta de que el castellonense Miguel ?ngel Silvestre, imagen de la nueva campa?a de Springfield, podr¨ªa ser la versi¨®n siglo XXI de ese malague?o que a principios de los noventa viaj¨® a Hollywood a hacer las Am¨¦ricas.
"Mis padres o mi novia de entonces me confrontaban. Bien, pero con dureza. Y me dec¨ªan: ¡®Te est¨¢s equivocando¡¯. Ese es un trabajo que ya tengo hecho"
Los paralelismos son curiosos. Ambos renovaron el clich¨¦ del latin lover espa?ol, consiguieron resonancia internacional de la mano de Almod¨®var (Silvestre, como parte del reparto coral de Los amantes pasajeros) y dieron el salto al mercado yanqui pasados los 30. Hay hasta extra?as coincidencias: en ambos casos su primer gran papel estadounidense fue un personaje homosexual. Banderas, en Philadelphia, de Jonathan Demme. Silvestre, en la serie de Netflix Sense 8. ¡°Cuando lo le¨ª y vi que iba a interpretar a un personaje homosexual para m¨ª era importante contarlo con respeto, admiraci¨®n y empat¨ªa. Yo he recibido una gran educaci¨®n, porque en mi familia hay gente del colectivo LGTB, aunque no te voy a decir qui¨¦n, y creo que en Espa?a est¨¢ normalizado, pero en muchos lugares del mundo no es as¨ª¡±, dice de Lito, su gal¨¢n mexicano muy macho en p¨²blico, pero con una doble vida en la que vive con su novio.
Si en 1993, Philadelphia fue la pel¨ªcula de gran presupuesto que se atrevi¨® a tratar de la discriminaci¨®n de los afectados por el sida, Sense 8 es posiblemente la primera superproducci¨®n sexualmente no binaria jam¨¢s realizada para televisi¨®n. Sus cap¨ªtulos llevan grabados a fuego la filosof¨ªa vital de sus autoras: Lana y Lilly Wachowski, creadoras de la trilog¨ªa Matrix. ¡°Somos muchos en el rodaje, pero hay una persona que considero que es la protagonista: Lana Wachowski. Una de los aspectos bonitos de mi profesi¨®n es poder trabajar con gente especial que tiene un punto de vista apasionado de las cosas. Y hacerlo con Lana es un privilegio¡±.
Sense 8 es una celebraci¨®n de la diversidad en colorines, con ocho protagonistas, ocho idiomas y localizaciones que van de Islandia a Se¨²l, pasando por Bombay o Berl¨ªn. ¡°Era muy raro pasar de un d¨ªa a otro de ?msterdam a Corea. O del fr¨ªo island¨¦s al calor de Nairobi. Son muchas experiencias: nueve meses, 19 ciudades, 15 pa¨ªses¡ Tanto, que llega un momento en el que lo que te apetece es quedarte en el hotel. Es como: ¡®Mira, me parece muy bien esta ciudad, pero d¨¦jame quedarme en el sill¨®n de mi habitaci¨®n¡±.
Sense 8 ha sido su puerta de entrada en el mercado estadounidense a pesar de haber sido suspendida tras dos temporadas. Solo una campa?a mundial consigui¨® que se resucitara para una tercera minitemporada que le dar¨¢ un final. ¡°Tengo curiosidad, porque Lana es una directora con mucha autoridad y su viaje no es complacer al p¨²blico. Su viaje es dar un mensaje, comunicar una idea, una utop¨ªa. Pero si la serie ha vuelto ha sido por los fans. As¨ª que supongo que pretender¨¢ complacerles de alguna manera¡±.
No siente tanta cercan¨ªa con su trabajo en la tercera temporada de Narcos. El papel de Silvestre es fundamental para la trama, pero sus apariciones son contadas. Y menos a¨²n las que tienen un di¨¢logo. Sus grandes momentos son una persecuci¨®n y una conversaci¨®n cara a cara con Pedro Pascal. ¡°Uno de los retos era el acento. Aunque para cuatro frases que tengo, si lo llego a hacer mal, ya me vale¡ No salgo nada. Si quieres que te diga la verdad: una persecuci¨®n y ese tipo de cosas no creo que sea lo que tengo que aportar. Hab¨ªa d¨ªas que iba a trabajar y lo que me tocaba hacer era entrar en un banco y saludar. Art¨ªsticamente no es eso lo que me mueve. No me quejo, es una suerte estar en Narcos. Aunque hubiera querido aparecer m¨¢s, y ech¨¦ de menos actuar con Pedro¡±.
"Para m¨ª era muy importante interpretar a un personaje homosexual [en 'Sense 8'] con respeto, admiraci¨®n y empat¨ªa. Yo he recibido una gran educaci¨®n, porque en mi familia hay gente del colectivo LGTB"
Pascal es uno de sus amigos en Los ?ngeles. Como en el caso de Banderas, para conquistar Am¨¦rica tuvo que mudarse. ¡°Aunque no lo siento mi casa¡±, matiza. Dej¨® atr¨¢s su estatus de celebridad en Espa?a, algo que podr¨ªa considerarse una liberaci¨®n, hasta una huida.
¡°Soy mucho m¨¢s voyeur en Los ?ngeles, es cierto. M¨¢s an¨®nimo. Pero no me fui por eso. Un d¨ªa lo hablaba con mi padre. Tiene que ser incre¨ªble haber sido actor toda tu vida, tener 70 u 80 a?os, salir a dar un paseo y sentir la bonita energ¨ªa de la gente que te reconoce y te saluda. Porque eso te hace compa?¨ªa y supongo que, a partir de cierta edad, lo que m¨¢s miedo tiene que dar es la soledad. Ahora lo enfoco as¨ª. Al principio llev¨¦ muy mal la fama. El miedo sac¨® lo peor de m¨ª. La parte m¨¢s infantil, cuando te encierras en ti y no te abres para ver al otro. Pero es injusto que me queje de lo que me da muchas alegr¨ªas, y adem¨¢s, de comer. Yo, como actor, sin el apoyo de la gente no trabajar¨ªa NA-DA. Ni el mejor actor del mundo, si la gente no le quiere ver, trabaja¡±. Asegura que todo es un proceso. ¡°Mis padres o mi novia de entonces me confrontaban. Bien, pero con dureza. Y me dec¨ªan: ¡®Te est¨¢s equivocando¡¯. Ese es un trabajo que ya tengo hecho¡±.
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