El asunto
Ci¨¦rrenles una semana la calefacci¨®n a los subsecretarios, apaguen las calderas del Congreso. A ver de qu¨¦ hablan estos se?ores pasados cuatro d¨ªas
La palabra ¡°fr¨ªo¡± provoca m¨¢s solidaridad que el eufemismo ¡°pobreza energ¨¦tica¡±. Pobreza energ¨¦tica suena a problema de orden t¨¦cnico que se arregla con la creaci¨®n de un comit¨¦, es decir, que no se arregla. T¨² ves en la calle a un ni?o tiritando de fr¨ªo y corres a abrigarlo. A veces ni siquiera hace falta que sea un ni?o: hay gente que salva la vida con su propio aliento a un gorri¨®n. Pero si ves a un pobre energ¨¦tico piensas que ya lo arreglar¨¢n el Gobierno o una ONG. Ahora mismo, mientras los telediarios hablan de nimiedades dignas de una reuni¨®n de vecinos que se llevan a matar, hay gente con los labios morados y sin sensibilidad en los dedos de las manos y los pies. Cuando una casa se enfr¨ªa, se enfr¨ªa el mango de los tenedores y de las cucharas. Se enfr¨ªan los bordes de la taza del retrete o del bid¨¦, incluso la pastilla de jab¨®n. Se enfr¨ªan tambi¨¦n los mandos del grifo y el suelo de la ducha. Se enfr¨ªan los picaportes de las puertas, los interruptores de la luz, los vasos, los barrotes del cabecero de la cama, las sartenes, los platos, los lomos de los libros y hasta la montura de las gafas. Todo quema en una casa fr¨ªa. Y t¨², dentro de ella, no eres m¨¢s eres un t¨¦mpano de hielo con la televisi¨®n encendida y las manos tendidas hacia la pantalla. Pero la tele, pese a los colorines, tambi¨¦n despide fr¨ªo, m¨¢s que un aparato de aire acondicionado. ?De qu¨¦ habla toda esa gente que sale en las noticias cuando el ¨²nico asunto, para el que tiene fr¨ªo, es el fr¨ªo?
Dejen ustedes que se enfr¨ªen los despachos de los ministros, el palacio de la Moncloa, el de la Zarzuela. Ci¨¦rrenles una semana la calefacci¨®n a los subsecretarios, apaguen las calderas del Congreso. A ver de qu¨¦ hablan estos se?ores pasados cuatro d¨ªas.
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