Pontevedresas para un callejero paritario
La ciudad gallega, con un 90% de calles ¡®masculinas¡¯, rescata a aviadoras, escritoras, taxistas o lavanderas para reequilibrar
Amalia Armesto fue la activa Iris, militante de la logia mas¨®nica Helenes n? 7, fundada en Pontevedra hacia 1920. Descendiente de una extensa familia de arist¨®cratas de la ciudad, su apasionante historia fue casi coet¨¢nea de la de otras dos mujeres adelantadas a su tiempo: la escritora y miembro de la Real Academia Gallega Mar¨ªa Vinyals, conocida como La Marquesa Roja por sus ideas progresistas en defensa de los derechos de la mujer. O la intr¨¦pida Elisa Pati?o y Mel¨¦ndez, la primera aviadora de Galicia ¡ªalg¨²n cronista local dice que de Europa¡ª, que vol¨® sola por primera vez en octubre de 1913 y cuya carrera fue truncada por la epidemia de gripe de 1918.
Ellas, junto a otras 27 pontevedresas de biograf¨ªa singular, quedar¨¢n inmortalizadas en el callejero urbano de una ciudad que hasta ahora solo acog¨ªa pr¨¢cticamente a hombres. Hasta el 90% de las calles son masculinas. As¨ª, una de las urbes m¨¢s imitadas y premiadas por su f¨®rmula urban¨ªstica, pr¨¢cticamente dise?ada para caminar, quiere seguir evolucionando. Despu¨¦s de idear el Metrominuto, un plano peatonal de tiempos y distancias que ya han copiado otras capitales europeas, Pontevedra se ha puesto a buscar en la memoria colectiva de la ciudad a mujeres que hayan destacado en los sectores m¨¢s variopintos para empezar a equilibrar el g¨¦nero del callejero.
La indagaci¨®n retrospectiva de los expertos en busca de candidatas se ha remontado hasta el siglo XII. ¡°Es un reconocimiento a aquellas mujeres con nombre propio que son referente de nuestra historia local, por lo que una apuesta as¨ª, con tan largo recorrido, no se hab¨ªa hecho nunca¡±, afirma la concejal de Cultura, Carmen Fouces, del BNG, partido que gobierna Pontevedra desde 1999. Otras candidatas para guiar al peat¨®n en la sexta ciudad m¨¢s poblada de Galicia (83.000 habitantes) son la actriz dram¨¢tica y compa?era del Ram¨®n del Valle-Incl¨¢n, Josefina Blanco Tejerina; la navegante del siglo XVI, Isabel Barreto de Mendoza, o la principal impulsora del Museo de Pontevedra, Virxinia Pereira, esposa de Alfonso Castelao, y depositaria de su legado.
La capital pontevedresa tambi¨¦n ha sido una de las primeras ciudades gallegas en erradicar del callejero los vestigios del franquismo aplicando hasta ahora criterios que primaban el uso de la toponimia tradicional. El pr¨®ximo cambio se har¨¢ en la avenida que lleva el nombre del ¨²ltimo pol¨ªtico y militar que queda en el callejero, el de Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez Ladreda, pero esta vez ya ser¨¢ sustituido por una mujer, la escritora Mar¨ªa Victoria Moreno, a la que se le dedicar¨¢ el D¨ªa das Letras Galegas en 2018. ¡°Pero queremos hacerlo con el consenso de todos los partidos, incluso el de la familia afectada por el cambio para que nadie se sienta agredido, porque no se trata de ganar sino de homenajear¡±, incide la portavoz municipal.
Para bautizar otra avenida de pr¨®xima apertura en el acceso sur de la ciudad, ya se ha propuesto el nombre de Josefina Arruti Via?o, la que fuera mujer del alcalde republicano de Pontevedra Bibiano Fern¨¢ndez. Encarcelada y sometida a arresto domiciliario durante tres a?os, Arruti est¨¢ considerada un s¨ªmbolo de la solidaridad para numerosos vecinos de Pontevedra. Arruti abri¨® el pante¨®n familiar para que v¨ªctimas del franquismo fueran enterradas all¨ª. Pontevedra tampoco quiere olvidar a Dolores Trabado, la primera taxista de la ciudad. Conduc¨ªa un inmenso Citro?n que hered¨® de su hermano y que igual serv¨ªa para llevarte al sanatorio, al altar o a la plaza de toros.
Tambi¨¦n se recupera el nombre de la lavandera del estadio del Pasar¨®n, Dolores Calvi?o, entra?able hincha del equipo local, y a la vendedora de chuches de la plaza de la Herrer¨ªa, Mar¨ªa Luisa Ola?eta, que vio crecer a varias generaciones desde su carrillo, un puesto con dos grandes ruedas que estaba unido a su figura. Tambi¨¦n subir¨¢ al callejero la curandera Vasquida Garc¨ªa, que en 1650 fue acusada de hechicer¨ªa por la Inquisici¨®n y condenada a la hoguera.
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