El a?o de la fatiga de lo existente
2017, de la llegada de Trump a la irrupci¨®n de las mujeres valientes del #yotambi¨¦n
En 2017 el mundo continu¨® buscando su ajuste desde un orden internacional sin un centro de gravedad o liderazgo claros. Y nos deja una percepci¨®n generalizada de desgaste de lo establecido: la pol¨ªtica, las ¨¦lites, las democracias. Media docena de pol¨ªticos fuertes, alguno estridente, insurgente y rompedor, autoritarios otros, o sorprendentes, por su juventud y audacia, Macron o el pr¨ªncipe heredero saud¨ª, o por su desaf¨ªo, Kim Jong-un, dibujan un a?o extraordinario en pol¨ªtica internacional. La irrupci¨®n de las mujeres valientes, que rompen el silencio con el #yotambi¨¦n, para llamar la atenci¨®n contra el acoso sexual y la discriminaci¨®n en el trabajo, aportan dignidad a 2017. El a?o de la fatiga de lo existente.
La llegada contra pron¨®stico a la Casa Blanca de Trump, un plut¨®crata disfrazado de populista en la ola de la rebeli¨®n contra las ¨¦lites pol¨ªticas, conmocion¨® al mundo. El tsunami que ya hab¨ªa inundado Europa con el Brexit cruz¨® el Atl¨¢ntico con la fantas¨ªa del presidente de EE UU de construir el mundo desconect¨¢ndose de ¨¦l. Am¨¦rica primero. Un arranque furioso te?ido de nacionalismo y defensa cerrada de la declinante mayor¨ªa blanca anglosajona que se siente amenazada por la demograf¨ªa ascendente de los otros americanos.
Como Sinatra, Trump pensaba que el mundo ser¨ªa remodelable a su manera; que podr¨ªa confrontar a China con amenazas y torsi¨®n comercial; doblegar a Rusia, y menospreciar a sus aliados tradicionales. Gran fiasco. Ha acabado dando marcha atr¨¢s y halagando al emperador de Pek¨ªn y al zar del Kremlin como ejemplos a seguir. Putin, adem¨¢s, tiene enredado a Trump en la telara?a de una supuesta colusi¨®n de la Casa Blanca con Rusia para interferir en la elecci¨®n presidencial de 2016.
Trump ha hecho poco y, desoyendo el mandato de Hip¨®crates, ha hecho da?o. Como si fuera un leninista, ha atendido la llamada ideol¨®gica a demoler el Estado, acabar con su poder regulador, y desmantelar los residuos que restan del welfare. Emprende una contrarrevoluci¨®n legislativa y administrativa. Trump no tiene las luces necesarias para construir una nueva arquitectura internacional. El vac¨ªo que produce el presidente republicano tiende a ser llenado por China. Pero carece de una estrategia para contenerla. Se limita a repetir, como un ni?o, que Estados Unidos vuelve, regresa fuerte. Xi Jinping ha consolidado un inmenso poder y compra influencia en todos los continentes.
Putin, buen ejemplo de un poder autoritario eficiente, se prepara para ser reelegido en marzo presidente de Rusia, sin una oposici¨®n que pueda hacer sombra a su control absoluto del Estado y la sociedad. Ha devuelto el orgullo nacional a los rusos. De nuevo, la falta de estrategia de EE UU hacia Rusia deja a la intemperie a Europa. Una cosa es segura, lo amemos u odiemos, Trump ha atra¨ªdo nuestra atenci¨®n. A punto de cumplirse el primer a?o de su presidencia, ¡°el show de Trump no amaina, suscita divisi¨®n de opiniones, pero nadie puede mirar para otro lado¡±. As¨ª justifica la revista Time el haberle designado segundo personaje del a?o 2017.
fgbasterra@gmail.com
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