Que no cunda el p¨¢nico

Nada m¨¢s conocerse los resultados de las elecciones, Junts per Catalunya y Esquerra Republicana, que con el 43% de los votos han logrado sumar 66 esca?os (sobre un total de 135), se han proclamado vencedores y reclamado para s¨ª el derecho a gobernar Catalu?a.

Est¨¢n en su derecho de intentar formar gobierno. Otra cosa es que puedan conseguir llegar a la investidura con un proyecto viable, el candidato que ellos quieren y el respaldo mayoritario del Parlament. O que el d¨ªa despu¨¦s de la investidura puedan garantizar un Gobierno estable y capaz. Especialmente si deciden completar esa mayor¨ªa relativa con los cuatro esca?os de la CUP, esa capacidad estar¨¢ en entredicho desde el minuto uno.

En la euforia del d¨ªa siguiente, el expresident Puigdemont, cabeza de lista de JxC, ha afirmado la derrota de la Monarqu¨ªa, la abolici¨®n del art¨ªculo 155, recordado que la Rep¨²blica ya est¨¢ proclamada, interpretado la elecci¨®n del jueves 21 como una ratificaci¨®n del refer¨¦ndum ilegal de independencia del 1 de octubre y llamado a Rajoy a reunirse con ¨¦l en el extranjero para negociar bilateralmente.

Ninguna de esas afirmaciones, tomadas de forma individual o conjuntamente, allana el camino de Puigdemont, su partido o el bloque independentista hacia la Generalitat. Al contrario, lo alejan de ella pues demuestran que el expresident no ha entendido que las elecciones celebradas el 21-D ten¨ªan como objetivo principal restaurar el autogobierno mediante el juego democr¨¢tico normal dentro los l¨ªmites marcados por la Constituci¨®n y el Estatut.

Hay que lamentar por esa raz¨®n que las fuerzas pol¨ªticas del independentismo hayan decidido ignorar tan alegremente el hecho de que la fuerza m¨¢s votada ha sido Ciudadanos ¡ªa cuya l¨ªder, In¨¦s Arrimadas, no han tenido la cortes¨ªa de nombrar ni felicitar, como si no existieran ni ella ni sus votantes¡ª. Y que hayan omitido el hecho de que los tres partidos (PP, PSOE y Ciudadanos) que respaldaron el art¨ªculo 155, al que dicen haber derrotado, han logrado el respaldo de casi 1.900.000 catalanes, esto es el 43,5% de los votos y un important¨ªsimo n¨²mero de esca?os (57).

Las elecciones no han hecho sino confirmar lo necesario y acertado que fue aplicar el art¨ªculo 155: en una sociedad tan profundamente dividida, la imposici¨®n de una secesi¨®n unilateral y no pactada era un proyecto profundamente antidemocr¨¢tico. De ah¨ª que restaurar la legalidad y las instituciones fuera un paso imprescindible para volver a la normalidad.

Se trataba entonces de defender la democracia y la convivencia. Y de eso se sigue tratando.Por eso, no conviene dejarse llevar por el des¨¢nimo: aunque los partidos constitucionalistas no hayan logrado un resultado que les permita formar gobierno, han logrado, adem¨¢s de una important¨ªsima victoria moral, hacer visible su existencia y fortaleza. Ellos y sus votantes tienen garant¨ªas plenas de que el Estado de derecho, la Constituci¨®n y el autogobierno seguir¨¢n funcionando y que los intentos de ruptura no prosperar¨¢n. Los independentistas han logrado un resultado notable (sorprendente, seg¨²n se observe la realidad catalana). Pero son ellos los que tienen que convertirlo en un Gobierno estatutario viable. Veremos si son capaces.