Felipe VI conciliador
El Rey pone en valor el Estado de derecho y abre la puerta a actualizarlo
El Rey volvi¨® a cumplir su papel de jefe del Estado en el mensaje de Navidad. Si en sus ¨²ltimas intervenciones, en octubre, toc¨® defender con firmeza la Constituci¨®n y las normas de convivencia, Felipe VI adopt¨® un tono conciliador y positivo, sin olvidarse de poner en valor lo que la Espa?a democr¨¢tica ha construido en los ¨²ltimos 40 a?os y la necesidad de preservarlo. Y abri¨® la puerta a actualizar ese marco com¨²n (se puede entender como un mensaje impl¨ªcito de reforma de la Constituci¨®n), ¡°sobre la base s¨®lida de los principios democr¨¢ticos y valores c¨ªvicos de respeto y di¨¢logo que fundamentan nuestra convivencia¡±.
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Felipe VI ha tenido que afrontar en 2016 y 2017 serios problemas pol¨ªticos en nuestro pa¨ªs. Primero fue la dificultad para formar Gobierno en Espa?a y luego la grav¨ªsima crisis en Catalu?a. En ambos casos, el Monarca actu¨® con serenidad, sin saltarse los l¨ªmites que le marca la Constituci¨®n, aunque haya tenido que intervenir con firmeza cuando le correspondi¨®. Sobre todo en la cuesti¨®n catalana, consciente de que su solemne discurso de octubre le causar¨ªa problemas con una parte de los ciudadanos. El Rey ha salido fortalecido de ambas crisis.
En su mensaje de Navidad, Felipe VI quiso empezar poniendo en valor el Estado de derecho construido durante los ¨²ltimos 40 a?os. Destac¨® el asentamiento de la democracia, la integraci¨®n en la Uni¨®n Europea, la derrota del terrorismo y la profunda transformaci¨®n de la sociedad espa?ola. A partir de ah¨ª, su intervenci¨®n abri¨® varias veces la puerta a actualizar el marco de convivencia mediante el di¨¢logo y el respeto. Casi al final del discurso, el Rey remach¨® esa propuesta reformista: ¡°Estoy seguro de que nadie desea una Espa?a paralizada o conformista, sino moderna y atractiva, que ilusione; una Espa?a serena, pero en movimiento y dispuesta a evolucionar y a adaptarse a los nuevos tiempos¡±. Un mensaje valiente, aunque se mantenga en su l¨ªnea habitual de prudencia para no sobrepasar las l¨ªneas que le marca una Constituci¨®n que ha tra¨ªdo la ¨¦poca de mayor libertad y prosperidad a nuestro pa¨ªs, pero que deber¨ªa reformarse en cuanto sea posible, como viene defendiendo EL PA?S.
En cuanto a Catalu?a, Felipe VI destac¨® el valor de las elecciones del 21-D y a?adi¨® que el nuevo Parlament debe afrontar los problemas que afectan a todos los catalanes, ¡°respetando la pluralidad y pensando con responsabilidad en el bien com¨²n de todos¡±. Insisti¨® en renunciar al enfrentamiento o a la exclusi¨®n ¡°que solo generan discordia, incertidumbre, des¨¢nimo y empobrecimiento moral, c¨ªvico y econ¨®mico¡±. Destac¨®, adem¨¢s, los valores m¨¢s positivos de Catalu?a.
Por ¨²ltimo, el Rey quiso enviar un mensaje claro de que la cuesti¨®n catalana no es el ¨²nico desaf¨ªo que tienen los espa?oles. Enumer¨® con acierto las preocupaciones que condicionan nuestro futuro: la econom¨ªa y el empleo, el terrorismo yihadista, la corrupci¨®n, el protagonismo perdido en Europa, la defensa del medioambiente y la violencia de g¨¦nero. Una muestra m¨¢s de que su misi¨®n es la de ser un monarca ¨²til y cercano a todos los espa?oles.
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