Un fracaso anunciado
Tras las ¨²ltimas elecciones, el PP ha desaparecido pr¨¢cticamente de Catalu?a
Si nos remontamos a 1995 nos encontramos con un PP de Catalu?a en alza sin precedentes liderado por Aleix Vidal Quadras que puso nervioso hasta la exasperaci¨®n a Pujol y hab¨ªa desbancado el reinado de ¡°los Fern¨¢ndez¡±, que pastorearon, primero AP y luego el PP, durante decenios. Pero Alejo ¡ªo Aleix, tanto monta¡ª ya dec¨ªa que se sent¨ªa como Gulliver en el reino de Liliput y que unos enanitos, por medio de las m¨¢s incre¨ªbles (que luego aparecieron por medio de escuchas) artima?as, le iban derribando poco a poco. Aznar me pidi¨® que me presentase a las elecciones de 1996 y que, de alg¨²n modo, mediase entre fernandistas y vidalquadristas.En medio de toda esa mel¨¦, Trias de Bes, antiguo convergente huido de las fauces pujolistas, ser¨ªa el cabeza de lista del PP en las elecciones generales. En seguida me di cuenta de que la ¨²nica opci¨®n que ten¨ªa calidad pol¨ªtica y moral era la de Vidal Quadras y - mi papel qued¨® vinculado a quien entonces ostentaba la presidencia del PP catal¨¢n: Alejo Vidal Quadras.
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En las elecciones de marzo de 1996 el PP cosech¨® un ¨¦xito penoso debido, en gran parte, a los m¨ªseros resultados que obtuvo en Catalu?a. Aqu¨ª estaban todos peleados. Los de Trias de Bes contra los Fern¨¢ndez y los de Vidal Quadras. Los Fern¨¢ndez intentando aliarse con Pujol, al que admiraban, dicho sea de paso. Y los de Vidal Quadras, como el gigante de Liliput, derribados por los suelos. A todo esto, en Madrid, un Aznar noqueado no sab¨ªa qu¨¦ hacer porque, por si fu¨¦ramos pocos, Gallard¨®n le intentaba hacer la cama ali¨¢ndose con Felipe Gonz¨¢lez. Fueron d¨ªas intensos que terminaron con el pacto del Majestic, con Rato de urdidor principal. Con todo, la estrategia de Gallard¨®n habr¨ªa sido la acertada, si en lugar de intentar apu?alar a Aznar por la espalda, le hubiese convencido para gobernar en coalici¨®n con los socialistas y no caer en las garras de nacionalismo. Una utop¨ªa, entonces.
El PP en Catalu?a acab¨® en manos de un jovenc¨ªsimo Alberto Fern¨¢ndez que hac¨ªa lo que le ordenaban en G¨¦nova, mientras su hermano Jorge iniciaba su carrera madrile?a de la mano de un Rajoy que no soportaba a Vidal Quadras. Entonces, ante la ausencia de cr¨ªtica a las tropel¨ªas pujol¨ªsticas, naci¨® en diciembre de 1996 el Foro Babel creado por escritores, profesores y artistas como Rosa Reg¨¢s, Ana Mar¨ªa Moix, F¨¦lix de Az¨²a, Albert Boadella, Francesc de Carreras y mi hermano Carlos, prematuramente fallecido unos a?os despu¨¦s. Ellos fueron la ¨²nica voz que clam¨® en el desierto, el llamado oasis catal¨¢n, donde no se mov¨ªa una hoja que no controlase Pujol, al que se atribu¨ªan dotes taumat¨²rgicas y que acariciaba un sue?o: ruralizar Barcelona y su ¨¢rea metropolitana. De ese Foro Babel, de ese PP sin presencia y colonizado por CiU, naci¨® Ciudadanos, un movimiento residual que fue alcanzando cotas, dos, tres diputados, que ni ellos mismos se cre¨ªan. ?Qui¨¦n les votaba?, se preguntaba mucha gente incr¨¦dula. ?Pero qui¨¦n vota a ese tal Rivera que se le ocurre salir en pelota picada en un anuncio electoral?
De ese Foro Babel naci¨® Ciudadanos, un movimiento residual que fue alcanzando cotas que ni ellos se cre¨ªan
A estos at¨ªpicos y j¨®venes inconformistas, moldeados intelectualmente por Francesc de Carreras, les votaban todos aquellos que estaban hartos: hartos de Pujol y de sus mentiras, hartos de pagar el 3%, hartos de que se les multase por rotular en castellano, hartos de la queja permanente y del Espa?a nos roba, hartos de estar hartos y, sobre todo, hartos y escandalizados de que asesinos e inductores de terrorismo liderasen sindicatos, recibiesen la Creu de Sant Jordi o se les pusiese su nombre a plazas publicas. Mientras tanto, en el PP de Catalu?a se dedicaban a apoyar a CiU, a montar escuchas ilegales o a la guerra sucia en lugar de poner orden en su casa y en sus cosas. S¨®lo en la ¨¦poca de Josep Piqu¨¦, un PP con ideas pol¨ªticas logr¨® salir del atolladero. Pero Pique, como Gulliver, fue nuevamente derribado por los liliputienses; y quiz¨¢s, tambi¨¦n, por su propia ambici¨®n, ya que no quiso pactar ni con Vidal Quadras ni con Jorge Fern¨¢ndez. Soy testigo excepcional de ello.
Hoy el PP est¨¢ pr¨¢cticamente desaparecido de Catalu?a. En cambio, Ciudadanos s¨ª tiene una pol¨ªtica, la ¨²nica posible: enfrentarse al nacionalismo supremacista sin un segundo de tregua y de descanso para conseguir, un d¨ªa, una mayor¨ªa que pueda gobernar con la Constituci¨®n y el Estatut en la mano. Si el PP se apunta a esta pol¨ªtica podr¨¢n ser relevantes, de lo contrario, desaparecer¨¢n. Y no lo olvidemos: si no pactan con quienes sin fisuras aunque con reformas defienden la Constituci¨®n, o sea PSOE (y PSC) y Ciudadanos, desaparecer¨¢n de Catalu?a primero; y luego del resto de Espa?a.
Jorge Trias Sagnier es abogado, escritor y exdiputado del PP.
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