Ritmos de ruptura
Si no hay voz, no hay lenguaje para denunciar o hablar del problema que a¨²n no tiene nombre
Una velocidad de v¨¦rtigo resum¨ªa el car¨¢cter de la ¨¦poca. Todo se mov¨ªa r¨¢pido y nada permanec¨ªa inm¨®vil: la distop¨ªa de la t¨¦cnica, el mosaico de identidades, los bastiones urbanos de la modernidad, la ruptura de los viejos pactos y valores, los partidos pol¨ªticos que ahora se llamaban movimientos. Al reaccionar contra el est¨¢tico sistema, decidieron transformar la pol¨ªtica en algo excitante y vertiginoso que acompa?ara el ritmo de los tiempos: Keep moving and set everything around in motion! Cuenta Philipp Blom que la ¡°era del movimiento¡± sonaba a jazz.
La marginalidad de los speakeasies se col¨® en el coraz¨®n de la sociedad con la indecente provocaci¨®n de las notas desacompasadas de las nuevas partituras. Algo ins¨®lito nac¨ªa con voces como la de Mamie Smith, la negra irreverente en la que una cultura joven reconoci¨® su energ¨ªa. Pero como sucede en los interregnos, cada paso dado hac¨ªa y deshac¨ªa. Las fricciones, el futuro incierto, los nuevos realineamientos avanzaban al son espont¨¢neo de la acci¨®n-reacci¨®n. Si ¡°ese ritmo sincopado era una amenaza que acechaba en todas las esquinas¡±, entre todas las formas de poder socavadas destac¨® el enorme desconcierto de una de ellas: la masculinidad.
?Qu¨¦ estaba ocurriendo? Las transformaciones de los roles femeninos generaban perturbaci¨®n en las viejas visiones, agarradas a una idea est¨¢tica de los hombres y las mujeres. Inseguros, buscaron refugio en salidas ic¨®nicas como la guerra: los rituales de la masculinidad b¨¦lica reafirmaban sus virtudes perdidas. Muchos de ellos simplemente no entend¨ªan los cambios, la nueva posici¨®n en el espacio p¨²blico de voces que, como la de Mamie, sonaban con una trepidante furia.
Todas ellas eran individuos (?Obvio!) y sin embargo compart¨ªan experiencias vitales parecidas. Tomaron conciencia de que a veces no hay un lenguaje para expresar aquello que se sufre como una vejaci¨®n hasta que se ponen en com¨²n p¨²blicamente esas vivencias. Y si no hay voz, no hay lenguaje para denunciar o hablar del problema que a¨²n no tiene nombre. Entonces como ahora se vibr¨® con corrientes y energ¨ªas liberadas que quer¨ªan emanciparse a su manera, sin viejas tutelas ni ideales de mujer desvanecidos. @MariamMartinezB
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