Los juguetes artesanales de Pico Pao, desde Zamora hasta el MOMA
Desde un taller en Zamora, los hermanos Bermejo han llevado sus pasatiempos ancestrales hasta el MOMA de Nueva York y el British Museum de Londres. En plena era de videojuegos y sobredosis virtual, las piezas artesanales de Pico Pao divierten a medio mundo
DESDE ZAMORA hasta el MOMA de Nueva York o la boutique de Louis Vuitton en la plaza Vend?me de Par¨ªs. Es el viaje que han protagonizado los juguetes artesanales de Pico Pao. Detr¨¢s de estos objetos realizados mayoritariamente en madera se encuentran las manos de Javier y Miguel Bermejo, hermanos que, tras estudiar Artes y Oficios en el Madrid de los setenta, optaron por regresar a su casa familiar en Lubi¨¢n, Zamora, y montar un taller en la cuadra. Entonces, ni se les pasaba por la cabeza que, 30 a?os despu¨¦s, sus creaciones ¡ªcaracterizadas por un dise?o limpio¡ª acabar¨ªan en las estanter¨ªas de rutilantes tiendas de todo el mundo.
¡°Comenzamos fabricando reproducciones de las m¨¢quinas fotogr¨¢ficas usadas por los primeros artistas callejeros y telares tradicionales¡±, dice Javier. Pero al poco tiempo, Miguel encontr¨® en un libro una referencia al Juego Real de Ur, un pasatiempo sumerio con 4.500 a?os de antig¨¹edad. Este descubrimiento cambi¨® su propia historia. ¡°Era el ancestro del parch¨ªs y se nos ocurri¨® fabricarlo en madera como el original¡±, cuenta Javier. De este modo comenzaron los Juegos de la Antig¨¹edad, una colecci¨®n artesanal con la que recuperaban entretenimientos tradicionales de diferentes lugares del mundo.
¡°Aunque est¨¢bamos muy ilusionados, nos dimos un buen casta?azo. No era el momento adecuado. Tuvieron que pasar m¨¢s de 10 a?os para que nos llegaran encargos¡±, recuerda Javier. Ahora, su Juego Real de Ur se vende en la tienda del ?British ?Museum de Londres.
?Pero c¨®mo llegaron all¨ª, moderniz¨¢ndose? ¡°Para nada. Lo moderno enseguida se queda viejo¡±. En 2010, con la crisis, perdieron la mayor¨ªa de su clientela nacional, que representaba el 90% del total. Tuvieron que dar un giro al negocio. Javier retom¨® algunos de sus bocetos y materializ¨® uno de ellos, Las Sillas. Se trataba de un juego de construcci¨®n nuevo creado por ¨¦l, sin reglas ni enfrentamientos entre jugadores, elaborado sin tintes ni barnices. ¡°Marc¨® un hito. Fue el nacimiento de nuestra colecci¨®n Ludus Ludi. Con ella abandonamos la violencia del juego cl¨¢sico y empezamos a ofrecer una experiencia m¨¢s po¨¦tica y manual, en la que cada persona se desafiaba a s¨ª misma. Fue un cambio radical del concepto de juego. Lo presentamos en la feria de la Maison & Object Par¨ªs de 2011 y la gente del MOMA neoyorquino y otros museos lo captaron¡±. Entonces dieron el gran salto y se internacionalizaron.
En ese momento, los hermanos Bermejo tuvieron que tomar una ?decisi¨®n: crecer en n¨²mero de empleados o buscar colaboradores con los que poder trabajar. Optaron por lo segundo. Tras rastrear f¨¢bricas y ?artesanos por toda Espa?a, consiguieron crear una red de talleres especializados en diferentes disciplinas que resuelven parte del proceso de fabricaci¨®n. ¡°Producimos de enero a septiembre y el resto del a?o lo dedicamos a la distribuci¨®n¡±. Pero la cabeza y las manos de Javier nunca est¨¢n quietas y cada poco tiempo tiene listo un nuevo prototipo. ¡°Esto funciona de una manera rural. Siembras y cosechas. Pero no haces ambas cosas todos los d¨ªas. Dependes del ¨¢nimo que tengas¡±.?
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