La blindada vida de Enrique Iglesias
El cantante vive discretamente tras una gran exposici¨®n en su infancia al ser hijo de Isabel Preysler y Julio Iglesias. Por eso, dicen, preserva a su pareja y a sus mellizos
A sus 42 a?os, Enrique Iglesias pilota su vida en dos planos paralelos. El personal, herm¨¦tico. El profesional, con el turbo puesto. En diciembre refrend¨® lo primero con su obra maestra en el arte de la discreci¨®n: tener mellizos con su pareja, la extenista rusa Anna Kournikova, de 36 a?os, sin que la prensa se enterase hasta despu¨¦s del parto. El truco definitivo de este Houdini de los focos indiscretos. Y mientras los medios y paparazis se devanaban los sesos pregunt¨¢ndose c¨®mo la pareja hab¨ªa logrado ocultar el embarazo, Iglesias, estrella del pop internacional y padre primerizo, ignoraba el revuelo y preparaba su siguiente asalto al olimpo del pop. Lo anunci¨® el martes en sus redes sociales con unas im¨¢genes del v¨ªdeo que acompa?ar¨¢ el tema y que se estrenar¨¢ el 12 de enero, El Ba?o, una sorprendente colaboraci¨®n con Bad Bunny, pr¨ªncipe emergente del trap puertorrique?o, que arrasa entre los j¨®venes latinos. En el avance, Iglesias aparece en una ba?era sumergi¨¦ndose vestido en el agua, con los ojos cerrados, su respiraci¨®n haciendo subir burbujas, con la misma serenidad con la que evade a los mirones.
Eso hace el cantante espa?ol m¨¢s c¨¦lebre mientras fluyen las preguntas curiosas sobre su vida privada. Fundamentalmente, trabajar. Seguir buscando n¨²meros uno para mantenerse en la cima, analizando lo que se escucha, estudiando con atenci¨®n minuciosa la industria de la m¨²sica y apostando fuerte. ¡°Es un artista que todos los a?os entrega un mega hit, que siempre est¨¢ con su dedo justo en el bot¨®n de lo que funciona a nivel global¡±, dice Leila Cobo, experta en m¨²sica latina de Billboard. ¡°Es muy intenso en su trabajo. Est¨¢ completamente dedicado a ello, concentrado en su carrera. Enrique es un perfeccionista¡±, comenta una persona cercana a Iglesias que prefiere que no figure su nombre.
Del nacimiento de los mellizos, Lucy y Nicholas, poco m¨¢s se ha sabido que las muy medidas palabras de Isabel Preysler, la madre del m¨²sico. ¡°Enrique es extraordinariamente feliz en estos momentos¡±, dijo, y a?adi¨® lo obvio: ¡°Es muy celoso y muy reservado con su vida¡±. En medios de EE UU se ha revelado que la pareja orden¨® levantar un muro de cinco metros de alto alrededor de su mansi¨®n en Miami, una casa de 35 millones de d¨®lares al borde de la bah¨ªa, en una isla privada a la que no hay acceso para los curiosos por carretera, aunque s¨ª por mar. As¨ª se tomaron hace unos d¨ªas unas fotograf¨ªas de Iglesias paseando en su propiedad con sus dos perros, Jack y Mad Max, un retriever de chesapeake y un pastor alem¨¢n a los que adora y que son la parte m¨¢s visible en las redes sociales de su vida dom¨¦stica. Cuando est¨¢ en Miami entre viaje y viaje en su avi¨®n privado, uno de sus gustazos es salir en barco por la bah¨ªa de Miami con sus canes. En diciembre, por ejemplo, poste¨® un v¨ªdeo de uno de ellos lami¨¦ndole la cara a leng¨¹etazos mientras navegaban.
La discreci¨®n del Iglesias adulto es el negativo exacto de su exposici¨®n de infancia, hijo de dos celebridades como Preysler y Julio Iglesias. Si de ni?o no pudo evitar los focos, de mayor decidi¨® apagarlos para su mundo ¨ªntimo y encenderlos solo para su actividad art¨ªstica. Muy independiente aunque con don de gentes y cultivador de sus amistades, Iglesias disfruta como quiere del poco tiempo con los suyos y cierra la puerta a la vida social. ¡°?l es uno de los grandes de Miami sin tener que estar metido en la sopa¡±, opina Beatriz Parga, periodista del mundo del espect¨¢culo desde los ochenta en esta ciudad. ¡°Le gusta vivir sencillo, paseando en el bote, viendo el atardecer. Julio tuvo que construir su fama, trabajar un personaje porque si no nadie iba a mirar para ¨¦l. Enrique no necesita eso. Naci¨® con la fama y, aparte de eso, tuvo el car¨¢cter de lanzarse a competir en el mundo de la m¨²sica¡±. Parga apunta otra afici¨®n del cantante, comprar casas, reformarlas y ponerlas en el mercado. ¡°Las deja lindas y las revende. Es un pasatiempo con buen rendimiento econ¨®mico¡±.
Sentido del humor
Padre e hijo apenas se ven. Siempre se ha especulado sobre su relaci¨®n y Enrique Iglesias nunca ha ocultado su falta de contacto, si bien la vincula a la ajetreada vida de ambos. Julio vive entre Rep¨²blica Dominicana y Miami, donde tiene una mansi¨®n a pocos kil¨®metros de la de su hijo y Kournikova.
En su ciudad de adopci¨®n, Miami, a donde lleg¨® con ocho a?os con sus hermanos Chabeli y Julio Jos¨¦ tras el secuestro de su abuelo por ETA, el astro del pop ve crecer su carrera y su familia sin renunciar a una privacidad impenetrable. Hace un par de meses antes de un concierto en Miami una periodista de televisi¨®n le hizo la pregunta que menos le agrada: ¡°Dime algo de ti de lo que yo no tenga idea¡±. Parco, pero con sentido del humor, tocado con su gorra de visera preferida, de una marca de ron, Iglesias sonri¨® y sorte¨® el incordi¨® de un plumazo: ¡°Que mido 1,88, peso 77 kilos y duermo al rev¨¦s¡±.
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