Suspenso rotundo

Las democracias no se definen solo por las elecciones, que pueden celebrarse tambi¨¦n en los reg¨ªmenes autoritarios con cierta apariencia de pluralidad. La verdadera cualidad que diferencia a los Estados democr¨¢ticos de los que aparentan serlo es la independencia del poder judicial, tan digna de protecci¨®n como tambi¨¦n primer objetivo de quienes intentan minar su calidad en su propio inter¨¦s.

El Grupo de Estados contra la Corrupci¨®n (Greco), organismo perteneciente al Consejo de Europa, acaba de recordar al Gobierno del PP que ha suspendido en todas las ¨¢reas en las que le hab¨ªa requerido una mejora urgente. De las 11 recomendaciones que hizo el Greco a Espa?a en un duro informe en 2016, ninguna ha sido resuelta satisfactoriamente. Solo siete de ellas han tenido alg¨²n avance parcial. El suspenso es rotundo, el escenario dibujado, grav¨ªsimo, y la amonestaci¨®n p¨²blica por el casi nulo avance en la lucha contra la prevenci¨®n de la corrupci¨®n en lo que respecta a Parlamento, jueces y fiscales nos puede abochornar a todos, pero apela directamente al Gobierno.

En su respuesta al Greco, el Gobierno del PP hab¨ªa atribuido al a?o de bloqueo pol¨ªtico por la repetici¨®n de elecciones la lentitud en las acciones y hab¨ªa se?alado algunas iniciativas que ya se estudian en el Congreso, pero el Consejo de Europa lo ha considerado un obst¨¢culo de sobra superado (hace m¨¢s de un a?o que Mariano Rajoy se invisti¨® presidente) y que es hora de ¡°hechos, no de palabras y planes¡±. El organismo abunda especialmente en la necesidad de que el Consejo General del Poder Judicial no sea elegido en ninguna de sus fases con la intervenci¨®n de las autoridades pol¨ªticas; y de que la comunicaci¨®n entre la Fiscal¨ªa General del Estado y el Gobierno sea siempre por escrito y transparente.

Las duras palabras del Consejo de Europa son doblemente valiosas, porque se?alan una realidad conocida pero tambi¨¦n porque lo hace desde una instituci¨®n exterior. Y ponen en entredicho al Gobierno, que a la menor ocasi¨®n se jacta de haber emprendido numerosas reformas para atajar la corrupci¨®n. Coinciden adem¨¢s con el inicio de un a?o, el 2018, en el que los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n en los juzgados no por rutinarios ser¨¢n menos vergonzantes: el 15 de enero se conocer¨¢ la sentencia del caso Palau, que afecta a la antigua CiU; en un horizonte cercano la Audiencia Nacional dar¨¢ a conocer la sentencia de la primera ¨¦poca de G¨¹rtel; la parte valenciana seguir¨¢ su curso en esa comunidad; el Tribunal Supremo deber¨¢ decidir sobre los recursos de Rodrigo Rato a su condena de cuatro a?os y medio por las tarjetas black y el de I?aki Urdangarin contra la suya de seis a?os y medio por el caso Noos. Los expresidentes de Andaluc¨ªa Gri?¨¢n y Chaves tendr¨¢n que comparecer en la audiencia que juzga el fraude de los Ere. Y la P¨²nica, el caso Lezo, la destrucci¨®n de ordenadores del PP y otros asuntos seguir¨¢n su curso sin paliativos.

No hay excusas para que Rajoy dilate nuevamente las medidas. Con el apremio de Ciudadanos y del PSOE, que deber¨ªan liderar a fondo la exigencia, el Gobierno debe acometer las reformas necesarias.