Adi¨®s a Artur Mas

La dimisi¨®n de Artur Mas, el president de la Generalitat que, asediado por la crisis econ¨®mica y los casos de corrupci¨®n en su partido, inici¨® el giro hacia el independentismo hasta situarlo fuera de la ley y estrellarse contra el art¨ªculo 155, es el primer signo consistente de desbandada, de visibilizaci¨®n de las fracturas internas que empiezan a asolar el frente independentista y, probablemente, el principio de la retirada de una generaci¨®n de pol¨ªticos responsables de la p¨¦rdida provisional de la autonom¨ªa de Catalu?a.

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Su vida pol¨ªtica en im¨¢genes

Como l¨ªder de Convergencia i Uni¨® comenz¨® el viraje hacia posiciones radicales cuando se sinti¨® acorralado por los manifestantes que en 2011 rodearon el Parlament en protesta contra los recortes y los casos de corrupci¨®n en su partido. Desde entonces cambi¨® su discurso, abandon¨® el relato de la austeridad y abraz¨® el del independentismo y el choque con el Estado. Desaf¨ªo al Estado con una consulta unilateral y despreci¨® la posibilidad de un acuerdo de profundizaci¨®n de la autonom¨ªa, planteando un r¨¦gimen de bilateralidad que el Estado no pod¨ªa aceptar.

La p¨¦rdida paulatina de votos en cada convocatoria electoral no le arredr¨®, sino que le fue radicalizando y sometiendo crecientemente a las exigencias de ERC y luego la CUP. Estos forzaron su salida hace dos a?os cuando las acusaciones de corrupci¨®n contra su partido se extendieron. Artur Mas qued¨® entonces al frente del PDeCat, el partido sucesor de CiU, tan ninguneado por Carles Puigdemont en la elaboraci¨®n de su candidatura para el 21-D que apenas ha sobrevivido a la cita electoral.

Condenado por la consulta del 9-N y con su casa embargada por la causa judicial contra ¨¦l, Artur Mas se retira despu¨¦s de expresar su discrepancia con la estrategia de Carles Puigdemont y a pocos d¨ªas de la sentencia del caso Palau.

La deserci¨®n de Mas es el s¨ªntoma m¨¢s fuerte que exhibe el frente independentista de fractura y posible desbandada de sus l¨ªderes. El exconseller Mund¨® ha renunciado a la primera l¨ªnea pol¨ªtica, Carme Forcadell se resiste a presidir el Parlament, como le est¨¢n pidiendo quienes quieren sostener simb¨®licamente las instituciones tal y como estaban antes de la aplicaci¨®n del 155, y en las negociaciones de futuro est¨¢ sobre la mesa la renuncia de varios diputados electos procesados o huidos para no perder la mayor¨ªa.

En el marco del regreso a la normalidad tras el golpe institucional que intent¨® dar el independentismo en oto?o, la salida de los inspiradores o actores del desprop¨®sito puede ser el comienzo de una correcci¨®n que hay que celebrar.