Hagan esto
No nos vamos a librar de la violencia de g¨¦nero de martes a jueves. Hay que ir reduciendo v¨ªctimas y aprendiendo de la experiencia
El goteo incesante de mujeres muertas por sus parejas o antiguas parejas tiene un efecto narc¨®tico y deprimente que nos conduce a todos a un fatalismo irracional. Nos preguntamos cu¨¢ndo parar¨¢ esto sin esperanza de encontrar una respuesta, nos quejamos sin saber muy bien a qui¨¦n dirigir la queja, emitimos un diagn¨®stico casero y esperamos el siguiente caso como quien ha visto un rayo y espera el trueno que ha de seguirlo. Pero los penalistas y criminalistas de la Universidad de M¨¢laga, de cuyo trabajo se hac¨ªa eco anteayer este diario, han adoptado una actitud mucho m¨¢s cient¨ªfica que este humilde periodista cient¨ªfico: han mirado a la realidad de cara, y de sus datos y an¨¢lisis se desprende una v¨ªa de acci¨®n para el futuro inmediato. A m¨ª me han abierto los ojos, y ojal¨¢ le pase lo mismo al legislador, al regulador y al responsable pol¨ªtico.
Para empezar, no es cierto ¡ªcomo yo cre¨ªa¡ª que las medidas contra la violencia de g¨¦nero est¨¦n fracasando. En los ¨²ltimos 10 a?os, el n¨²mero de asesinatos machistas se ha reducido del entorno de 65 al entorno de 45. Una sola muerta ya son demasiadas, por supuesto, pero esa tendencia a la baja revela que las l¨ªneas de acci¨®n actuales, aunque insuficientes, van bien encaminadas.
Segundo, las mujeres que denuncian son solo un tercio de las amenazadas, y un tercio de ese tercio retira la denuncia despu¨¦s. Esto quiere decir que las mujeres maltratadas no conf¨ªan lo suficiente en el sistema penal, y que el sistema debe ofrecerles m¨¢s protecci¨®n, y hacer ver a las dem¨¢s que denunciar funciona, pese a las lamentables y desalentadoras excepciones.
Tercero, en contra del mito urbano, los dispositivos electr¨®nicos de seguimiento del agresor funcionan. Que se usen poco es por lo tanto un error del sistema: deben generalizarse.
Cuarto, el art¨ªculo del c¨®digo penal que se viene usando para castigar al agresor es el incorrecto. En vez del 153, debe usarse el 173, que es el que realmente atiende a la violencia de g¨¦nero. Este tecnicismo aparentemente arcano puede salvar vidas: h¨¢gase.
Cuando una mujer denuncia a su agresor, es probable que necesite un nuevo trabajo, o un primer trabajo en su caso, moverse a otra ciudad si as¨ª lo desea y tener facilidades de contrataci¨®n. Es lo m¨ªnimo que la debemos, y nada de esto se est¨¢ aplicando: apl¨ªquese.
Como ocurre con el c¨¢ncer, no nos vamos a librar de la violencia de g¨¦nero de martes a jueves. Hay que ir reduciendo v¨ªctimas y aprendiendo de la experiencia. Los datos son siempre la mejor gu¨ªa de acci¨®n. Dejen de quejarse y hagan algo.
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