El Operaci¨®n Triunfo de la ciencia
El certamen de j¨®venes investigadores re¨²ne las propuestas cient¨ªficas de estudiantes de secundaria que hablan de epigen¨¦tica, conjeturas matem¨¢ticas o las guerras carlistas
Durante los ¨²ltimos meses, un grupo de j¨®venes talentos musicales se ha convertido en un fen¨®meno televisivo en Espa?a. La academia de Operaci¨®n Triunfo, de la que surgieron David Bisbal o Chenoa, ha dado a conocer a estrellas en potencia como Amaia Romero o Ana Guerra, y todas las semanas, m¨¢s de dos millones de personas dedican una noche a disfrutar de las dotes interpretativas de estos chavales.
La fascinaci¨®n por ver a j¨®venes con capacidades inmensas y sorprendentes, con toda la vida para desarrollarlas, es com¨²n, pero suele centrarse en la m¨²sica o en el deporte, como suced¨ªa en aquel torneo de f¨²tbol de Brunete en el que Andr¨¦s Iniesta se dio a conocer en 1996. La semana pasada, sin embargo, unos pocos privilegiados pudieron observar algo parecido, pero con la ciencia como protagonista.
En Mollina, un pueblo de la provincia de M¨¢laga, se celebr¨® la edici¨®n 30 del Certamen de J¨®venes Investigadores, un evento organizado todos los a?os en esta localidad por el Injuve y el Ministerio de Educaci¨®n Cultura y Deporte. All¨ª se presentaron 40 proyectos desarrollados por estudiantes de secundaria de toda Espa?a y no es dif¨ªcil imaginarse en ellos a algunas de las estrellas de la ciencia del futuro.
Murcia, pese a su menor tama?o, es una de las comunidades con m¨¢s ¨¦xito en el fomento de los j¨®venes investigadores
Entre los participantes hab¨ªa proyectos que cubr¨ªan todas las ¨¢reas del conocimiento. En biolog¨ªa y computaci¨®n, por ejemplo, Eric Matamoros, del IES Ram¨®n Berenguer IV de Amposta (Tarragona), trat¨® de explicar parte de los mecanismos que explican c¨®mo influye el entorno en la forma en que nuestro organismo lee la informaci¨®n que contiene nuestro genoma. Realizando experimentos en laboratorio y simulaciones por ordenador explic¨® c¨®mo la metilaci¨®n, una acumulaci¨®n de marcas qu¨ªmicas sobre el ADN, modifica la flexibilidad del material gen¨¦tico y condiciona su expresi¨®n. Lanzando una hip¨®tesis para el futuro, Matamoros propon¨ªa incluso que este conocimiento se pudiese utilizar para aplicar t¨¦cnicas de edici¨®n gen¨¦tica sobre estos cambios de expresi¨®n de los genes para crear nuevos tratamientos para el c¨¢ncer. En el evento tambi¨¦n fue premiada Materia por su labor de divulgaci¨®n de la ciencia entre los m¨¢s j¨®venes.
En el ¨¢rea de humanidades, gener¨® debate la propuesta de Antonia L¨®pez del IES Francisco de Goya de Molina de Segura (Murcia) sobre c¨®mo las ideas de Charles Darwin han servido para justificar ideas racistas o colonialistas en el pasado y, de mano del neoliberalismo, se ha convertido en lo que llam¨® ¡°la gran pandemia del siglo XXI¡±. Otro proyecto con la historia como protagonista es el de Mario Cuevas y Carlos Jim¨¦nez, del IES Valle del Ebro de Tudela, que defendieron que la primera guerra carlista fue una especie de guerra total, en la que la violencia no solo afect¨® a los soldados sino tambi¨¦n a sus familiares y mujeres, que fueron utilizados para saldar cuentas del enfrentamiento. Ser¨ªa, seg¨²n los j¨®venes investigadores, el conflicto con mayor mortalidad de la historia contempor¨¢nea de Espa?a.
De entre los trabajos m¨¢s destacados, se eligieron tres que representar¨¢n a Espa?a en el certamen europeo de j¨®venes investigadores. Silvia Casacuberta, del Aula Escola Europea de Barcelona, realiz¨® un estudio de dos problemas sobre teor¨ªa de n¨²meros entre los que se encuentran planteamientos novedosos en matem¨¢ticas. Carla Garc¨ªa, del Canterbury School de Las Palmas de Gran Canaria, resolvi¨® un problema computacional a trav¨¦s de algoritmos gen¨¦ticos para calcular la ruta m¨¢s corta para recorrer miradores de la isla de Gran Canaria con veh¨ªculos el¨¦ctricos. En esa ruta se inclu¨ªan estaciones para recargar el autom¨®vil. Por ¨²ltimo, Gin¨¦s Mar¨ªn, del IES Alc¨¢ntara de Alcantarilla (Murcia), realiz¨® un trabajo en el que trataba de identificar cu¨¢les de las empresas que se venden como econom¨ªa colaborativa lo son realmente y cu¨¢les son en realidad empresas que se sirven de un sistema legal anticuado para llevar a cabo su actividad econ¨®mica a menor coste. Seg¨²n su an¨¢lisis, BlaBlaCar ser¨ªa realmente econom¨ªa colaborativa y Uber, no.
El trabajo de un instituto de Jara¨ªz de la Vera (C¨¢ceres) despert¨® el inter¨¦s del director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares
Jes¨²s Jord¨¢, profesor de la UNED y director cient¨ªfico de este certamen, asegura que el nivel de los trabajos que reciben es cada vez mayor. En su opini¨®n, la aparici¨®n de j¨®venes capaces de plantear proyectos tan complejos y de desarrollarlos depende de varios factores. ¡°Es fundamental la existencia de profesores motivados, que son los tutores de cada uno de los trabajos y muchas veces se implican pese a no tener reconocimiento, pero tambi¨¦n es importante el sistema de cada comunidad aut¨®noma¡±, afirma. Catalu?a ha sido desde el principio la comunidad l¨ªder, llegando a concentrar el 50% de los participantes, pero la introducci¨®n en Murcia de un bachillerato de investigaci¨®n ha colocado a esta comunidad entre las tres con m¨¢s representantes, junto a Madrid y Catalu?a.
¡°Hay comunidades en las que las inspecciones educativas no les dejan participar o les ponen trabas¡±, se?ala Jord¨¢, que cree que no deber¨ªa considerarse incompatible ¡°fomentar la igualdad en la ense?anza e incentivar a los alumnos que tienen inter¨¦s en la investigaci¨®n¡±. Ese aparente conflicto entre la excelencia y la igualdad, tambi¨¦n la perciben los participantes en el certamen. Gin¨¦s Mar¨ªn cree que ¡°el sistema educativo se centra mucho en lo te¨®rico y no te facilita pensar por ti mismo¡± y Carla Garc¨ªa considera que tambi¨¦n es importante ¡°que te dejen centrarte en lo que te interesa¡±. ¡°Hay mucha gente que hace lo que cree que debe hacer y no lo que quiere hacer¡±, remacha.
Sobre la procedencia de los participantes, Jord¨¢ explica que el 80% vienen de institutos p¨²blicos, aunque tambi¨¦n es importante la participaci¨®n de centros privados como el Aula Escola Europea o el Canterbury School, de donde han salido dos de los tres representantes espa?oles del pr¨®ximo certamen europeo. No obstante, destaca la labor de algunos institutos de pueblos en los que con pocos recursos la implicaci¨®n de los docentes ha logrado grandes ¨¦xitos. ¡°En un instituto de Jara¨ªz de la Vera (C¨¢ceres), un ni?o de 4? de la ESO y una ni?a de 1? de Bachillerato hicieron un proyecto observando el funcionamiento de la v¨¢lvula a¨®rtica del coraz¨®n de la mosca Drosophila melanogaster y observaron cosas que no hab¨ªan visto los cient¨ªficos¡±, cuenta. ¡°Valent¨ªn Fuster, el director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), quiere que le presenten el trabajo¡±, a?ade.
El a?o que viene se volver¨¢ a celebrar esta especie de Operaci¨®n Triunfo de la ciencia y sus organizadores esperan que esos equipos de profesores y alumnos de especial talento sigan sorprendi¨¦ndoles con sus propuestas.
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