Que nada cambie, para que todo pueda cambiar realmente

Giuseppe Tomasi, duque de Palma y pr¨ªncipe de Lampedusa, es uno de esos extra?os genios a los que ha bastado publicar una sola obra para pasar a la historia: El Gatopardo. En realidad, le bast¨® una frase: ¡°Si queremos que todo siga como est¨¢, es necesario que todo cambie¡±. En esa frase se condensa la vocaci¨®n del conservadurismo inteligente por encauzar cambios inevitables de modo que no arrastren consigo estructuras de poder que aspiran a la permanencia. Un cambio lampedusiano es aqu¨¦l que anticipa el curso de los acontecimientos, y desactiva su potencial subversivo. Frente a la torpeza y la soberbia de los conservadores apolillados, aferrados a un mundo que se desvanece, los astutos lampedusianos est¨¢n dispuestos a travestirse para que todo siga igual.

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La izquierda se ha mostrado siempre suspicaz ante los cambios lampedusianos, y ha temido que sus vanguardias pol¨ªticas terminaran infiltradas por agentes conservadores disfrazados de reformistas entusiastas. Esa suspicacia ha provocado que algunos caigan en una din¨¢mica perversa. Parafraseando al genio siciliano podr¨ªa formularse de la manera siguiente: ¡°que nada cambie, para que todo pueda cambiar realmente¡±. Y subrayo, realmente.

El list¨®n del cambio debe elevarse tanto que en el proceso no encuentren acomodo lampedusianos que malogren un proceso de verdadera transformaci¨®n. No basta reformar, hay que romper y constituir. Aprovechar procedimientos reglados o incluso resquicios institucionales para cambiar peque?as cosas que mejoren la vida de las personas es, desde este punto de vista, contraproductivo. Y sospechoso. La posibilidad de que siniestros lampedusianos se hagan con las riendas y condenen el proceso a la irrelevancia es, a su juicio, muy elevada. Aliarse con lampedusianos para propiciar cambios est¨¢ descartado. Tambi¨¦n hacerlo con los que se al¨ªen con lampedusianos, y con los aliados de los aliados de los lampedusiados, y as¨ª ad infinitum. Mejor quedarse como estamos. Contra la Casta (?qu¨¦ digo? La Trama) vivimos mejor.

En los ¨²ltimos a?os los Podemos/Izquierda Unida/Comunes, y hasta once partidos m¨¢s que componen Unidos Podemos, parecen haber llegado para ¡°que nada cambie" con el objeto de que en alg¨²n momento, indeterminado pero indubitable, que todos sienten cercano pero es imposible calendarizar, s¨²bitamente todo cambie realmente.

Mientras tanto ya van a cumplir cuatro a?itos, y en los ¨²ltimos dos han posibilitado un gobierno del PP, malogrando la investidura de un candidato socialdem¨®crata. Han bloqueado la posibilidad de que un presidente no independentista del Parlament pudiera hacer de contrapeso a un Gobierno independentista encabezado por un President o Presidenta conservador/a. Han expulsado al PSC del Gobierno del Ayuntamiento de Barcelona, desde el cu¨¢l se impulsaban pol¨ªticas progresistas que cambiaban incrementalmente el bienestar de las personas, bajo el pretexto de que eran c¨®mplices en la aplicaci¨®n del 155, arroj¨¢ndose a cambio en brazos de quienes ofertan construir un simulacro de rep¨²blica. Pol¨ªtica pirot¨¦cnica, futil, que quiz¨¢s colma anhelos expresivos de un electorado deseoso de consumir espect¨¢culos virtuales, pero que dudosamente nos trae cambios reales.

Triste iron¨ªa. A pesar de sus or¨ªgenes nobles y adinerados, el pr¨ªncipe de Lampedusa muri¨® en la cama, sin que El Gatopardo encontrara editor. P¨®stumamente, fue un ¨¦xito.