Isabel Coixet: ¡°Odio la palabra empoderamiento¡±
Su ¨²ltima pel¨ªcula, La librer¨ªa, est¨¢ nominada a 12 Premios Goya. El pr¨®ximo s¨¢bado se sabr¨¢ cu¨¢ntos galardones cosecha este largometraje n¨²mero 14 de una filmograf¨ªa que ha apostado por un cine ¨ªntimo poblado por mujeres ¡°due?as de su vida¡±. Hija de un obrero textil, ha impuesto su talento en la industria internacional del cine a base de esfuerzo y obcecaci¨®n. Y en los ¨²ltimos tiempos, ha alzado la voz sin tapujos ante el desaf¨ªo separatista de Catalu?a.
ISABEL COIXET (Barcelona, 1960) fue hipster antes de que existieran los hipsters. ¡°Por eso cuando los veo pienso que est¨¢n pasados¡±. Su productora se llama Miss Wasabi por el pellizco que se mete en la boca para despejarse ante un reto como, por ejemplo, hablar en p¨²blico. Es candidata a 12 Premios Goya por La librer¨ªa, ambientada en los a?os cincuenta y rodada en ingl¨¦s con escaso presupuesto. Autora de un cine a la vez ¨ªntimo e internacional, vive entre su ciudad, Madrid, y el mundo ¡ªAlaska, Nueva York, Tokio, Reino Unido o donde filme¡ª . En el hotel Ritz de Madrid se muestra ir¨®nica y cercana, alejada de la imagen dubitativa e infatigable que suele proyectar.
No se ha relajado con el tiempo. Al rev¨¦s. Me cuentan algo y se me va la cabeza. Tengo que centrarme, hacer menos y curr¨¢rmelo m¨¢s.
?Trabaja algunas pel¨ªculas m¨¢s que otras? Apuesto por lo que me interesa. El dinero que soy capaz de reunir es otro tema, pero tengo la sensaci¨®n de que siempre he rodado con prisas. La librer¨ªa cost¨® 10 a?os de esfuerzo porque casi nadie ve¨ªa en mi guion una pel¨ªcula. He tenido que escuchar: ¡°No pasa nada, ?no?¡±, ¡°?Pero ella por qu¨¦ no es m¨¢s joven?¡±, ¡°?Por qu¨¦ no hay una historia de amor?¡±. Parece ser que la historia de amor por la lectura no es suficiente.
?Qu¨¦ se necesita para entrar en su cine? Tengo la suerte de que, incluso cuando una pel¨ªcula ha conectado poco, siempre ha habido alguien que se ha visto en ella. No soy el director m¨¢s prestigioso del mundo ni el m¨¢s exitoso, pero he encontrado gente, en diversos lugares, que est¨¢ profundamente conectada con lo que hago. No hablo de admiraci¨®n, hablo de conexi¨®n, de sentirse menos solo por hallar a alguien en su misma onda. Eso consuela.
Que trabaje para almas gemelas debe de hacer temblar a los productores¡ ?Le cuesta admitir sugerencias? Solo s¨¦ trabajar en equipo. Pero no tengo ni tiempo ni ¨¢nimo para las chorradas que no aportan.
Escribe el guion, elige localizaciones, maneja la c¨¢mara¡ ?Necesita controlarlo todo? Me implico en todo, pero si alguien tiene una idea brillante de vestuario, localizaci¨®n y hasta de guion, aplaudo.?
¡°La historia la escriben los que m¨¢s repiten las cosas. Cuando se habla de taquillazos internacionales solo se menciona los firmados por hombres¡±
Algunos de sus filmes, como Ayer no termina nunca o Mi vida sin m¨ª, tienen m¨¢s su sello formal que otros, como Aprendiendo a conducir. Cada uno tiene un origen. Aprendiendo a conducir fue un acto de amor hacia Patricia Clarkson. Para ella era fundamental hacer esta pel¨ªcula. Es una actriz fabulosa. Tiene un Oscar como secundaria y, como eterna secundaria, necesitaba este papel. Durante a?os me dec¨ªan: ¡°Bueno¡ Si la hace Meryl Streep¡¡±. Lo conseguimos y ella lo bord¨®. No me plante¨¦ tanto hacer una pel¨ªcula como hacer su pel¨ªcula.
?C¨®mo llega una hija¡? ?De un obrero de la FECSA?
?De Sant Adri¨¤ de Bes¨°s a rodar pel¨ªculas por todo el mundo? En el cine pensaba: ¡°Ostras, ?esto c¨®mo se hace?¡±. Recuerdo hojear un fasc¨ªculo sobre direcci¨®n y no entender nada, hasta que un d¨ªa lo vi: ¡°Ah, esto es la puesta en escena, y esto el flashback¡±. En Televisi¨®n Espa?ola emitieron un ciclo de Joseph Losey, porque la televisi¨®n p¨²blica entonces hac¨ªa esas cosas, y vi Accidente, con Dirk Bogarde. Recuerdo fijarme en c¨®mo se mov¨ªa la c¨¢mara de un personaje a otro. Ten¨ªa 14 a?os.?
Pero estudi¨® Historia. La gente de mi generaci¨®n sab¨ªamos que el materialismo hist¨®rico explicaba el mundo. Un profesor, Josep Fontana, me abri¨® los ojos. Y con la cabeza despierta comenc¨¦ a escribir guiones muy pedantes y a trabajar en una agencia de publicidad. Pago la Seguridad Social desde los 19. Luego todo fue cabezoner¨ªa: escuchar que estaba loca, aguantar burlas. Escrib¨ª Demasiado viejo para morir joven. Lo envi¨¦ a muchas productoras y a una le gust¨®. La ley Mir¨® [Decreto Ley de 1983 sobre Protecci¨®n a la Cinematograf¨ªa Espa?ola] permiti¨® que se hicieran muchas ¨®peras primas.
?Por qu¨¦ quiso rodar en Estados Unidos? Tuve un novio americano. Las cosas eran m¨¢s f¨¢ciles. No ten¨ªas que tener tantos permisos para trabajar en otro pa¨ªs. Am¨¦rica me resultaba familiar porque hab¨ªa le¨ªdo a John Dos Passos, a Sinclair Lewis¡ Lo que le¨ªa mi padre.
?Tambi¨¦n le gustaba leer? Y el flamenco.
Su trayectoria remite a una Espa?a de meritocracia. No sabr¨ªa decir si la infancia de mi hija, que tiene 20 a?os, ha sido mejor o peor que la m¨ªa. Ha sido m¨¢s c¨®moda, ha viajado y ha tenido m¨¢s oportunidades, pero no s¨¦ si ha sido mejor. Yo era una ingenua, estaba convencida de que trabajando mucho conseguir¨ªa hacer pel¨ªculas.
Lo consigui¨®. S¨ª, pero conozco gente de enorme talento en Francia o Argentina que no ha logrado lo que merece. Me hace gracia hablar de carrera, yo veo una monta?a rusa. Lo que te permite llegar no es solo obcecaci¨®n y talento. Tienes que estar obsesionado. Esto es tan duro y parece tan imposible que es muy f¨¢cil dejar de creer. Yo lo que he sabido es levantarme cuando las cosas han ido mal porque encima era de una timidez paralizante.
Pero no duda en hacer p¨²blicas sus opiniones. Si no digo lo que pienso me siento mal. Mi timidez es social. No soporto las reuniones con m¨¢s de cinco personas, los escenarios o las conferencias. Lo paso fatal en promoci¨®n.
Y recibiendo premios¡ S¨ª, lo del Goya. Es un esfuerzo para el que me tengo que medicar. Lo fuerte es que la gente recuerda m¨¢s que hice el rid¨ªculo al recoger el premio que el Goya por el guion de Mi vida sin m¨ª. Te reprochan una torpeza antes que reconocerte un logro.
Cuando Jos¨¦ Luis Garci recogi¨® el Oscar le criticaron el acento espa?ol. Consuela que no fuese por ser chica¡
¡°Siento que quiz¨¢s estamos confundiendo las prioridades y hablando solo del acoso
desde la perspectiva de la mujer blanca y privilegiada¡±
?Le ha perjudicado ser mujer? Tienes que hacer m¨¢s ruido para que te oigan. Ya no grito en los rodajes, pero ha habido momentos en que no he visto otra manera. Cuando doy un pu?etazo en la mesa sobreact¨²o y doy miedo. A las mujeres, hagamos lo que hagamos, nos cuesta m¨¢s llegar. Iciar Bollain gan¨® el C¨¢mara de Oro en Cannes por Hola, ?est¨¢s sola?, y cuando hablan de proyecci¨®n internacional nunca la incluyen. La historia la escriben los que m¨¢s repiten las cosas. La conclusi¨®n es que las mujeres no existimos. Hablo de todos los campos, pero cuando se menciona a cineastas que han hecho taquillazos internacionales se se?ala a los hombres. Mi vida sin m¨ª es el filme espa?ol que m¨¢s dinero ha recaudado en Jap¨®n. Algunas de mis pel¨ªculas funcionan y otras no. Pero muchas han ido mejor que las de muchos directores.
Mi vida sin m¨ª es su ¨¦xito inequ¨ªvoco. La pel¨ªcula que ciment¨® mi fama de provocadora de llanto oficial.
Tambi¨¦n empez¨® su idilio con la actriz Sarah Polley¡ Un regalo. Cuando no me salen las cosas me digo: ¡°Pero de qu¨¦ te quejas si has trabajado con gente fabulosa, has hecho amigos de verdad y has estrenado en Tokio¡±.
?Se hace amiga de sus actores? No de todos. A Sarah le dije que se pusiera a dirigir. A Patricia Clarkson o a Tim Robbins los entiendo. Y ellos a m¨ª. Ben Kingsley est¨¢ muy fuera de mi espectro, tiene esa cosa de los que son sir, pero en el fondo, a la que rascas la gente no es tan diva.
?Con usted cobran menos? Siempre.
No parece haber renunciado a nada para estar en la primera fila. Dirige, escribe, ha sido madre, ha tenido varias parejas¡ He sido un desastre de madre. Pero no he renunciado a mucho. Igual si me hubiera quedado en casa siendo oficinista de 9.00 a 18.00 tampoco hubiera sido buena madre. Pero, vaya, me hubiera gustado hacerlo mejor.
?Por qu¨¦ cree que lo ha hecho mal? Mi hija se sinti¨® abandonada cuando rodaba fuera.
Es curioso porque cuando el padre aparece poco por casa y llega es recibido con abrazos y no con reproches. Ah, s¨ª, esto es as¨ª. Uno va a por su madre. Solo hay que pensar en los directores que han tenido mogoll¨®n de hijos y no les han hecho ni caso.
?Qu¨¦ hace su hija? Est¨¢ en periodo de reflexi¨®n. Tiene miedo a equivocarse.
?Y qu¨¦ le dice? Que se equivoque ya.
?El poder asociado a una mujer implica soledad? En algunos momentos s¨ª he sentido que lo que hac¨ªa me imped¨ªa tener una relaci¨®n estable. Pero odio la palabra empoderamiento. Una mujer fuerte es una mujer fuerte. Convertirla en mujer empoderada es no acab¨¢rselo de creer, como tener que actuar para parecerlo. Tengo amigos de toda la vida, pero s¨ª noto que la gente presupone que te crees que est¨¢s por encima de los dem¨¢s y te dan por perdida. Eso dice m¨¢s de ellos que de m¨ª.
?A usted, que es tan mit¨®mana, no le pasar¨ªa? Yo a la gente a la que tengo afecto se lo tengo, sea cajera del Dia o poderosa.
?Tiene una amiga cajera del Dia? No, del Lidl.?
?Y sigue yendo en metro como fuente de inspiraci¨®n? Inspiraci¨®n y transporte. En Nueva York, o lo coges o te arruinas.
En cambio ahora estamos en el Ritz. A m¨ª me gusta el fuet y me gusta el champ¨¢n. ?Hay contradicci¨®n ah¨ª? Lo que no me gustan son las simplificaciones ni las etiquetas.?
Protagonizan sus pel¨ªculas mujeres vulnerables, pero fuertes. No las definen sus parejas. No se curan encontrando una nueva relaci¨®n. Son due?as de sus vidas.
Est¨¢ presente en sus filmes en detalles, pero la protagonista de La librer¨ªa, una mujer contra el mundo, parece m¨¢s usted que nunca. Como ella, soy testaruda, no he medido los riesgos que he corrido y tambi¨¦n pienso bien de todo el mundo. Aunque tengo momentos en los que imagino: ¡°Una chimenea, libros y el resto ya se apa?ar¨¢¡±.
?Por qu¨¦ resultan poco cre¨ªbles quienes quieren estar solos con un libro y una copa de vino? Porque solo es cre¨ªble a ratos. Bu?uel dec¨ªa: ¡°Yo adoro la soledad a cambio de que un amigo venga a hablarme de ella¡±.?
?La obcecaci¨®n la define como persona? [Carcajada]. Siempre pienso en mi epitafio [dice con voz impostada]: lo intent¨¦ a tope. Me he pasado la vida tratando de escapar de las definiciones: ?Eres t¨ªmida? S¨ª. Pero tambi¨¦n valiente. Y tambi¨¦n cobarde. ?Entusiasta? S¨ª. ?Pero tambi¨¦n melanc¨®lica? Voy a ratos. Ese es el problema que tiene la gente conmigo, el ¡°s¨ª, pero tambi¨¦n¡¡±. No soportar¨ªa hacer solo una cosa. La vida est¨¢ para aprovecharla explorando.
?A La librer¨ªa le cambi¨® el final. Era demasiado desesperanzador.?
?Buscaba una pel¨ªcula m¨¢s comercial? No. Lo que busco es un sentido, una semilla.?
En Aprendiendo a conducir pasa de explorarse a s¨ª misma a explorar el mundo. La vida secreta de las palabras sali¨® de un documental sobre la tortura. Ayer no termina nunca es mi mejor amiga, que perdi¨® un hijo y sin superar esa tragedia decidi¨® aprender a convivir con ella.?
Se est¨¢ volviendo m¨¢s reivindicativa. ?Tiene algo que ver su ¨²ltima pareja [el activista Reed Brody]? ?l considera que soy una burguesa.
Se lo present¨® el juez Garz¨®n. ?Qu¨¦ le ha aportado? Me ha curado la desconfianza que sent¨ªa hacia los hombres. ?l no se siente amenazado. Es un ejemplo de cabezoner¨ªa: 17 a?os para llevar al antiguo dictador de Chad a juicio. Ahora est¨¢ con el expresidente de Gambia. Es un hombre fascinante.?
?Por qu¨¦ es tan dif¨ªcil encontrar a mujeres activas y divertidas en pel¨ªculas dirigidas por hombres? No se les ocurre. En las pel¨ªculas de mujeres siempre hay alguien que se hace la cama. En las de hombres, no. La vida cotidiana no la ven. Se les escapa la parte que nosotras hacemos m¨¢s all¨¢ de nuestro trabajo: llevar al ni?o al dentista, las comidas¡
La lista. Una sobrecarga mental que por fuerza te hace ver el mundo de otra manera.?
?Es m¨¢s mit¨®mana con los escritores o con los actores? Con los escritores. La literatura me produce un gran respeto por lo que puede conseguir con poqu¨ªsimos medios, las palabras.
?Se hizo amiga de Philip Roth? Hubiera preferido no conocerlo. Es de un egocentrismo agotador.
?El cine no la ha vacunado contra el egocentrismo? Ya, pero¡ Me ley¨® El animal moribundo tres veces, tres. Se interrump¨ªa cada dos p¨¢rrafos y dec¨ªa: ¡°Esto es bueno, ?verdad?¡±. A m¨ª se me acababan los adjetivos. Era insoportable. Todo el rato pensaba: ¡°Se lo contar¨¦ a mis nietos¡±.?
Se lo est¨¢ contando a todo el mundo¡ Est¨¢ tan convencido de lo que hace que resulta agotador. Una pena.
?Qu¨¦ otros escritores le interesan? Dos Passos me parece infravalorado cuando es evidente que Cela ley¨® Manhattan Transfer antes de escribir La colmena. Me gustan los que crean mundos. Patrick Modiano siempre hace el mismo libro y cada septiembre espero el pr¨®ximo.
Ha hablado claro contra el independentismo en Catalu?a. No estar a favor del independentismo no significa ser facha, como quieren simplificar. Me he preguntado muchas veces por qu¨¦ hab¨ªa tanto miedo a hablar. Creo que lo ve¨ªamos como una insensatez tan enorme que no cre¨ªmos que pudieran continuar. Pens¨¢bamos que caer¨ªa por su propio peso. Pero ahora lo veo cada vez m¨¢s dif¨ªcil. Cuesta admitir que uno ha sido manipulado. En los inicios del nazismo, el partido nazi consigui¨® crear un esp¨ªritu de camarader¨ªa entre la gente que hizo que sintieran que pertenec¨ªan a algo. Esa pertenencia les dio la victoria. Muchas buenas personas juntas pueden resultar da?inas, y cuando alguien tiene que recordar todo el rato lo buena persona que es¡, sal corriendo.
Se est¨¢n destapando muchos casos de acoso en Hollywood. ?Le sorprende? El problema es que seguimos hablando de la mujer como v¨ªctima. Hay por ah¨ª cient¨ªficas cojonudas, hablemos de ellas. Hay hombres con las manitas largas. Claro que hay que par¨¢rselas, pero cuando hay abusos tan horripilantes en el mundo, cuando a ni?as de los campamentos de refugiados les destrozan la vida sin que tengan capacidad de elegir, no para conseguir un trabajo, siento que igual estamos confundiendo las prioridades y hablando del acoso desde el punto de vista de una mujer blanca y privilegiada.
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