El crudo lenguaje coloquial
?Nos excedemos al recoger palabras malsonantes en cr¨®nicas y columnas? Algunos lectores as¨ª lo creen
Espa?a es el pa¨ªs del tuteo, donde se huye de las formalidades en el trato, y se toleran generosamente las palabrotas en el lenguaje coloquial. Hay lectores que vienen observando c¨®mo esta discutible naturalidad se filtra cada vez m¨¢s en los textos de este peri¨®dico. As¨ª me lo hac¨ªa saber hace tiempo un lector, Gonzalo Redondo, asombrado al leer la expresi¨®n ¡°la gente se descojona¡±, en un reportaje.
La ¨²ltima carta con una queja similar me la envi¨® esta semana desde Fort Lauderdale (Florida) Concha Baquera, lectora ¡°de toda la vida¡± de este diario, tras leer la cr¨®nica sobre la Marcha de las Mujeres en Washington publicada en la edici¨®n impresa del domingo pasado. La frase que le impulsa a escribirme es la que alude al contenido de las pancartas que portaban las manifestantes, y en las que pod¨ªan leerse, seg¨²n el texto, ¡°m¨²ltiples referencias al pussy (en espa?ol, co?o) ¡ª¡°Poder pussy¡±, ¡°Este pussy tiene garras¡±, ¡°Soy la ¨²nica due?a de mi pussy¡±.
¡°Me ha sorprendido el uso de la palabra ¡®c...¡¯ en varias ocasiones¡±, escribe la se?ora Baquera. ¡°Este tipo de lenguaje quiz¨¢ est¨¦ m¨¢s aceptado en una conversaci¨®n informal entre amigos, pero utilizarlo, cuando adem¨¢s no aporta nada a la cr¨®nica, en un peri¨®dico como EL PA?S me ha parecido, cuanto menos, innecesario (¡). El hecho de traducir algunas de las pancartas en las que aparec¨ªa dicha palabra no lo encuentro justificado y el resultado ha sido muy vulgar. El motivo de la manifestaci¨®n era mucho m¨¢s que hablar del ¨®rgano genital femenino (¡). Me he sentido inc¨®moda al leerlo y no es que me asuste del uso de este tipo de lenguaje¡±. La lectora subraya que ni The New York Times, ni The Washington Post incluyen la palabra en sus cr¨®nicas sobre las marchas.
En la edici¨®n digital, el art¨ªculo incorporaba datos de la marcha de Nueva York, y estaba firmado por Amanda Mars y Sandro Pozzi, corresponsales en Washington y Nueva York, respectivamente, que me env¨ªan una respuesta conjunta en la que explican: ¡°Pussy significa co?o. En ingl¨¦s suena m¨¢s suave, pero en castellano se traduce as¨ª o con alguna otra palabra vulgar. En el trabajo que hacemos de calle ¡ªy no calle¡ª nos topamos constantemente con palabrotas que, como no aportan nada m¨¢s que vulgaridad y no influyen en la informaci¨®n, solemos evitar.
Leyendo el peri¨®dico he encontrado palabras malsonantes en diversos art¨ªculos
Sin embargo, la segunda Marcha de las Mujeres contra Donald Trump es uno de esos casos en los que palabra pussy tiene enorme relevancia. El presidente de EE UU fue grabado en 2005 jact¨¢ndose de poder manosear a las mujeres sin consentimiento gracias a su poder. ¡°Cuando eres una estrella, te dejan hacerles cualquier cosa. Agarrarlas por el co?o¡±. En ingl¨¦s, ¡°grab them by the pussy¡±.
La difusi¨®n del v¨ªdeo en octubre de 2016 supuso en un esc¨¢ndalo monumental, nacional e internacional. Precisamente por su brutalidad, la expresi¨®n ¡°grab them by the pussy¡± se convirti¨® en una denuncia. Las referencias a ello ya marcaron aquella primera Marcha de las Mujeres de 2017. El gorrito de lana rosa que se hizo famoso en ella se llama Pussyhat. Este a?o se ha a?adido el movimiento Me too (Yo tambi¨¦n) contra el acoso sexual, y los lemas y pancartas con referencias al pussy cobraron especial relevancia. Su reiteraci¨®n, tambi¨¦n. Quedan muy lejos de la frivolidad. Son un grito de guerra y no uno cualquiera¡±.
El Libro de Estilo proh¨ªbe el uso de ¡°expresiones vulgares, obscenas y blasfemas¡±. ¡°Como ¨²nica excepci¨®n a esta norma¡±, precisa el texto, ¡°cabe incluirlas cuando se trate de citas textuales, y aun as¨ª, siempre que procedan de una persona relevante, que hayan sido dichas en p¨²blico o est¨¦n impresas y que no sean gratuitas¡±. En este caso ¡ªy la respuesta de Mars y Pozzi es ilustrativa al respecto¡ª, mencionar los lemas de las pancartas ¡ªy traducirlos al espa?ol¡ª, era relevante informativamente.
Con todo, la carta de la lectora plantea una cuesti¨®n de fondo sobre la que deber¨ªamos reflexionar: nuestro grado de cumplimiento del Libro de estilo en esta materia. Leyendo el peri¨®dico, me he tropezado con las palabras ¡°puta¡± y ¡°puteros¡±, y con citas que inclu¨ªan las expresiones ¡°puta mierda¡± o ¡°jodidamente falsa¡±. Creo que habr¨ªa que evitar convertir en norma lo que solo debe ser excepcional.
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