El secreto de los pianistas que enganchan a los 'millennials' a la m¨²sica cl¨¢sica
EL PRIMERO de los dos hermanos en engancharse a la m¨²sica fue Lucas Jussen. Ten¨ªa cinco a?os y se sent¨® frente al televisor a ver un partido de la selecci¨®n de su pa¨ªs, Holanda. Son¨® el himno y la madre del muchacho, flautista profesional, se percat¨® de que le gustaba, as¨ª que le ofreci¨® ense?arle sus notas al piano. Con esta treta, desvi¨® la atenci¨®n del ni?o del f¨²tbol y despert¨® en ¨¦l un inter¨¦s por un instrumento que se convertir¨ªa en su pasi¨®n. Arthur Jussen, tres a?os menor, o¨ªa los avances musicales de su hermano y en cuanto alcanz¨® la edad suficiente se sent¨® junto a ¨¦l en la banqueta. ¡°Le ve¨ªa tocar con mi madre o con mi padre. Yo estaba siempre ah¨ª escuchando y pensaba: ¡®Yo quiero hacer lo que hace ¨¦l¡±. Ahora, con 24 y 21 a?os, forman un d¨²o de pianistas cl¨¢sicos con una complicidad ¨²nica.
Desde muy pronto la joven pareja se convirti¨® en un fen¨®meno en Holanda. Eran el combo perfecto. Ni?os virtuosos, guapos, serios al piano, traviesos delante de las c¨¢maras. La televisi¨®n se interes¨® por ellos y, como si fueran dos peque?os Mozart, tocaron por primera vez para la reina Beatriz de los Pa¨ªses Bajos con 12 y 8 a?os. Fue en 2005, el mismo a?o en el que Maria Jo?o Pires, una de las mejores pianistas vivas, los invit¨® a estudiar con ella en Portugal y Brasil. Han editado seis CD con Deutsche Grammophon: con el primero consiguieron el disco de platino, y con otros tres de ellos, el de oro. Sus logros son inmensos, pero han alcanzado la mayor¨ªa de edad y cuenta Lucas que la cr¨ªtica ya no los juzga como ni?os, sino como adultos: ¡°Cuando eres peque?o disfrutas tocando sin pensar que te pueden criticar. Si lo hacen, no es delante de ti y suelen a?adir: ¡®Hay fallos, pero para ser un ni?o toca muy bien¡¯. Ahora nos valoran como adultos¡±. Arthur apostilla: ¡°Y eso es m¨¢s honesto, pero tambi¨¦n mucho m¨¢s duro¡±.
"Con Lucas construyo algo especial. Hay muchos solistas, pero no tantas parejas con una conexi¨®n como la nuestra"
A simple vista, a los hermanos Jussen les pega m¨¢s tener un bal¨®n en los pies que un teclado bajo sus manos. Sus referencias son futbol¨ªsticas. Son coquetos, esbeltos, modernos. En su MP3 llevan a Queen y Diana Krall. Su est¨¦tica encima de los escenarios es rompedora. Y con ella tratan de ganarse la confianza del p¨²blico joven. Se han subido al escenario con trajes transparentes. Han quitado las butacas a grandes salas de cl¨¢sica, como el Concertgebouw, para poner pufs. Pero la transgresi¨®n que defienden con su imagen, explica Lucas, no la quieren para su repertorio: ¡°Con la ropa podemos jugar, pero con la m¨²sica somos muy serios. Cuando vienen j¨®venes a vernos sentimos que, por nuestro aspecto, esperan un programa f¨¢cil de escuchar. No es el caso. Se sientan y disfrutan de una hora y media de m¨²sica cl¨¢sica pura¡±.
Con los a?os, los Jussen se han dado cuenta de que el valor de su arte radica en la compenetraci¨®n que han alcanzado juntos. Y aunque les atrae desarrollar sus carreras en solitario, saben que la magia chispea cuando tocan a d¨²o. ¡°Con Lucas construyo algo especial. Hay muchos solistas, pero no tantas parejas con una conexi¨®n como la nuestra. Tenemos la suerte de ser hermanos y la oportunidad de ofrecer juntos algo ¨²nico¡±. Es entonces cuando Lucas completa la frase de su hermano: ¡°Y adem¨¢s es genial no tener que viajar solo¡±.?
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