Laura Baena: ¡°El hombre no siente que el problema de la conciliaci¨®n vaya con ¨¦l¡±
El Club de Malasmadres presenta la iniciativa #rompeelmuro para reivindicar una maternidad sin complejos y demandar avances reales en conciliaci¨®n
Para Laura Baena, malague?a de 36 a?os, la vida cambi¨® en febrero de 2014, cuando decidi¨® dejar su puesto como creativa publicitaria para pasar m¨¢s tiempo con su hija. De la mano llevaba ya a sus incipientes @malasmadres, una cuenta de Twitter nacida de su propia inquietud personal en la que miles de mujeres empezaron a compartir las experiencias de quienes optan por ser madres sin renunciar ni a su vida personal ni profesional en una sociedad donde seis de cada diez mujeres, seg¨²n datos de su ¨²ltimo estudio Somos Equipo (2017), renuncian a su vida profesional tras dar a luz. Lo que empez¨® entonces como un pasatiempo es hoy un proyecto serio por la conciliaci¨®n laboral y familiar que aglutina a m¨¢s de 300.000 seguidores en Facebook y casi 45.000 en Twitter, adem¨¢s de un canal propio en Youtube. Hoy presentan la iniciativa colectiva Yo no renuncio con una p¨¢gina donde hombres y mujeres pueden compartir, hasta el 19 de febrero, ¡°las experiencias personales desencadenadas por la falta de conciliaci¨®n¡±. Las reivindicaciones recogidas ser¨¢n posteriormente presentadas en la Comisi¨®n de Igualdad del Congreso de los Diputados.
La acci¨®n #rompeelmuro que hoy comienza es una reivindicaci¨®n colectiva para visibilizar la conciliaci¨®n entre la vida personal, laboral y familiar y la penalizaci¨®n de la mujer en el mercado laboral. ¡°Para que las experiencias particulares no se queden en gritos aislados y que la uni¨®n de todas las voces retumbe en esta sociedad que mira para otro lado en temas de conciliaci¨®n¡±. Y es que en la lucha por la conciliaci¨®n, afirma, han de ir juntos empresas, Estado y familia. Y para ello, llevan tres a?os trabajando desde que en 2015 presentaron su estudio ConciliaF13. De sus resultados se desprendi¨® que el 80% de las madres profesionales no pod¨ªa conciliar, y el 51% hab¨ªa sufrido situaciones negativas derivadas de la maternidad. Aprovecharon para lanzar una campa?a en Change.org pidiendo incentivos fiscales para las pymes que establezcan una jornada continua de trabajo con flexibilidad horaria, que ha recogido m¨¢s de 300.000 firmas. ¡°Muchas empresas quieren conciliar pero no pueden porque no saben c¨®mo hacerlo; tienen miedo a perder productividad¡±, dice Laura. Presentaron sus conclusiones a los diferentes partidos pol¨ªticos y ello se tradujo en la aprobaci¨®n por unanimidad de una Proposici¨®n No de Ley en Las Cortes valencianas, acompa?ada de una dotaci¨®n de 9 millones de euros en los Presupuestos de 2017. Tambi¨¦n se aprob¨®, con la abstenci¨®n del PP, en la Asamblea de Madrid.
¡°En Espa?a los padres pasamos con nuestros hijos una media de dos horas y cuatro minutos diarios, pero adem¨¢s no se trata de un tiempo de calidad, sino de cenas, ba?o y locura. En tan poco tiempo no se puede educar a los ni?os¡ La realidad es que en Espa?a se concilia gracias a los abuelos y a la red familiar¡±. Pero ?y si no tienes familia cerca? ¡°Entonces empiezas a llegar tarde a recoger a la ni?a de la guarder¨ªa, te sientes desbordada, tienes la sensaci¨®n de que no llegas a nada¡. Y te empiezas a cuestionar por qu¨¦ has sido madre, a sentir en tu piel frases como ¡°?por qu¨¦ has sido madre si trabajas tanto?¡± Ese tipo de cosas te van calando¡±.
"Muchas empresas quieren conciliar, pero tienen miedo a perder productividad"
Convencida de que no pod¨ªa ser la ¨²nica madre en Espa?a que se sent¨ªa as¨ª, Laura ide¨® sus @malasmadres en diciembre de 2013, para buscar a otras que sufrieran esa falta de conciliaci¨®n y compartieran su rabia, pero tambi¨¦n sus ganas de re¨ªrse de todos esos intentos fallidos por ser la madre perfecta que no ser¨ªa nunca y su deseo de vivir la maternidad con libertad, alejada de prejuicios y etiquetas. As¨ª, empezaron compartiendo tuits hasta acumular m¨¢s de mil tips diarios ¡°con todas las cosas que dicen las madres, con la realidad del d¨ªa a d¨ªa de unas mujeres que no llegan a m¨¢s y para quienes la maternidad no es su ¨²nica profesi¨®n¡± y se desarrollaron hasta formar una ¡°comunidad emocional¡± que sirve de apoyo a muchas madres que empezaron a no sentirse tan solas. ¡°Te sientes un poco m¨¢s liberada cuando hay empat¨ªa y acompa?amiento. Todos los d¨ªas me llegan testimonios de gente que se siente desbordada, que no pensaba que la maternidad era esto, mujeres con depresi¨®n posparto que no quieren contarlo por miedo a que las tachen de malas madres¡ Y de repente destapamos esos sentimientos, los hacemos globales, los compartimos¡±.
El club empez¨® a evolucionar a toda velocidad y en mayo de 2014 hicieron la primera fiesta de malasmadres, unas 300 madres de toda Espa?a convocadas por Twitter. Entonces qued¨® claro que hab¨ªa que hacer algo m¨¢s con esta comunidad. Y crearon la web, el blog, empezaron a llegar las colaboradoras¡ Desde su nuevo local en el madrile?o centro comercial Moda Shopping, decorado gracias a la colaboraci¨®n de Ikea ¨Ccon quien tambi¨¦n llevan a cabo un proyecto de comunicaci¨®n interna¨C, las nueve personas que conforman el n¨²cleo de Malasmadres organizan su acci¨®n reivindicativa con charlas y talleres de concienciaci¨®n social en empresas, asociaciones de mujeres e incluso colegios a trav¨¦s de la Asociaci¨®n Yo no renuncio. La tienda es el motor financiero del club, y aunque es principalmente online est¨¢n presentes en 30 puntos f¨ªsicos de Espa?a, gracias a malasmadres emprendedoras que quieren ofrecer los productos del club en sus locales. Cuentan, adem¨¢s, con la ayuda de algunas marcas amigas con las que llevan a cabo determinados proyectos.
Pero ?qu¨¦ es ser una malamadre?
"En Espa?a los padres pasamos con nuestros hijos una media de dos horas y cuatro minutos diarios, pero adem¨¢s no se trata de un tiempo de calidad, sino de cenas, ba?o y locura"
¡°Una malamadre es una madre con poco sue?o, poco tiempo libre, alergia a la ?o?er¨ªa y con ganas de cambiar el mundo. La que se hace la sorda por la noche para que se despierte el buenpadre, a la que se le queman las croquetas y la que queda con las amigas aunque por ello la miren de reojo, o la que se planta a la puerta del colegio y reconoce que se le ha olvidado algo. Es vivir una maternidad real alejada de los roles tradicionales de g¨¦nero, porque es inviable continuar con ellos y a la vez trabajar¡±. Para Laura, el sentimiento central en Malasmadres es la culpa por no poder ser esa madre perfecta, ¡°por no poder estar junto a tu hija las 24 horas del d¨ªa, por no bordarle la mantita con su nombre¡ Culpa por no estar haci¨¦ndolo lo suficientemente bien. Nos han vendido la moto. Y adem¨¢s hay unas normas no escritas de maternidad que hacen que parezcas una mala madre si las rompes. Algo tan b¨¢sico como querer mantener tus aficiones y tus intereses personales m¨¢s all¨¢ de la maternidad¡±. Pero no solo culpa; tambi¨¦n subyace un sentimiento de rabia por sentirse enga?ada a todos los niveles: ¡°Por una sociedad en la que no existe la conciliaci¨®n, por una educaci¨®n de igualdad que luego es inexistente y por la idea de que llegar¨¢s a todo lo que quieras llegar. Te has cre¨ªdo que la igualdad exist¨ªa, y los roles tradicionales se destapan cuando eres madre¡±.
En la ra¨ªz de esa falta de conciliaci¨®n, y el motivo por el que las mujeres no est¨¢n accediendo a puestos de responsabilidad, est¨¢ la falta de corresponsabilidad. ¡°Nosotros nos dimos cuenta de que es muy dif¨ªcil impulsar el cambio social y la conciliaci¨®n si en el hogar no se est¨¢ haciendo. Si en casa no rompes con esa sociedad patriarcal que hace que la carga de las tareas dom¨¦stico-familiares y de cuidado de los ni?os recaiga sobre la mujer, es imposible romperlo fuera, en el mercado laboral¡±. Y no tiene nada que ver, como alg¨²n mito sostiene, con que el marido pueda ganar m¨¢s, porque incluso en los hogares donde ellas ganan lo mismo o m¨¢s sigue siendo la mujer la que mayoritariamente se ocupa de estas tareas. El problema principal es que ¡°el hombre no siente que el problema de la conciliaci¨®n vaya con ¨¦l; tenemos que hacerle part¨ªcipe. Por eso hablamos de #somosequipo, porque creemos que solas no lo podemos conseguir. Tiene que ser de la mano del hombre¡±. Y aunque hoy en d¨ªa estos se implican m¨¢s en las tareas dom¨¦sticas y familiares, lo suelen hacer en las que son m¨¢s visibles de cara a la sociedad, mientras que las mujeres asumen las tareas de organizaci¨®n y planificaci¨®n.
"Los colegios tienen que educar desde los m¨¢s peque?os en el cambio de roles, en corresponsabilidad"
Aparte de las labores de conciliaci¨®n, es fundamental tambi¨¦n la labor educativa, introducir este tipo de conversaciones en los colegios y en las familias. ¡°Los colegios tienen que educar desde los m¨¢s peque?os en el cambio de roles, en corresponsabilidad, y las instituciones tambi¨¦n han de estar ah¨ª, respaldando ese proceso. Pero claro, esto lleva un tiempo, requiere un cambio generacional. Y como necesitamos que se vayan produciendo cambios, ah¨ª entra el Gobierno y leyes necesarias como la de los incentivos a las pymes o los permisos de maternidad y paternidad, que deben de ser igualitarios e intransferibles (y m¨¢s largos). Eso es fundamental¡±. Para Laura, el objetivo ha de ser el establecer un Plan Nacional de Conciliaci¨®n que establezca la situaci¨®n ideal, e ir dando pasos hacia la consecuci¨®n de esos objetivos: mayor flexibilidad, establecimiento de bolsas de horas destinadas a la conciliaci¨®n, etc.
Pero ?existe la voluntad pol¨ªtica de trabajar por la conciliaci¨®n? La respuesta, para Laura, es positiva. ¡°No hay m¨¢s remedio. El futuro de la sociedad depende de los hijos, de que haya una natalidad alta, y que el 40% de las mujeres no tengan que renunciar a ser madres. El Gobierno est¨¢ preocupado por la pir¨¢mide poblacional y porque sabemos que as¨ª no tenemos realmente futuro como sociedad. Pero ?qu¨¦ estamos haciendo? Al final, estamos fomentando que los j¨®venes se vayan fuera a trabajar, impidiendo que las mujeres sean madres¡ Vamos a la base. S¨ª que hay una preocupaci¨®n, y una voluntad pol¨ªtica por escuchar, pero no hay un inter¨¦s por cambiarlo desde donde hay que cambiarlo. No saben c¨®mo hacerlo¡±.
?Quieres saber si eres una malamadre? Entonces no lo dudes: pincha aqu¨ª.
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