Arquitectura de maternidades para facilitar un parto normal
Espacios m¨¢s c¨®modos y adaptados a las necesidades de la mujer, pero tambi¨¦n al beb¨¦, la familia y a los profesionales
A ra¨ªz de sus propias maternidades, las arquitectas Marta Parra y Angela M¨¹ller se dieron cuenta de las enormes carencias a nivel sanitario en cuanto a los espacios y a la atenci¨®n al parto. Aquella revelaci¨®n, fraguada al calor de su activismo en la asociaci¨®n El parto es nuestro, les anim¨® a embarcarse profesionalmente en la transformaci¨®n de las maternidades hospitalarias. Lo hicieron a trav¨¦s de la creaci¨®n en 2007 de la firma Parra-M¨¹ller Arquitectura de Maternidades, un proyecto pionero en Espa?a que busca la aplicaci¨®n del Dise?o Basado en la Evidencia (EBD) en los espacios de parto. O lo que es lo mismo, crear espacios m¨¢s c¨®modos y adaptados a las necesidades de la mujer en el proceso de parto, pero tambi¨¦n al beb¨¦, la familia y a los profesionales. ¡°Nos dimos cuenta de que pod¨ªamos aportar algo uniendo nuestra profesi¨®n y nuestra pasi¨®n¡±, nos dice Angela M¨¹ller al otro lado del tel¨¦fono con un leve acento austriaco.
Comenzaron colaborando con el Ministerio de Sanidad como representantes de la asociaci¨®n, y de ah¨ª surgi¨® el proyecto de elaboraci¨®n de un informe de evaluaci¨®n de las maternidades espa?olas, junto con la ginec¨®loga Pilar de la Cueva, con propuestas para mejorar los espacios f¨ªsicos. A aquel informe le siguieron m¨²ltiples consultor¨ªas, tanto a nivel p¨²blico como privado, y la materializaci¨®n de diversos proyectos dentro y fuera de Espa?a. ¡°La primera obra la llevamos a cabo en 2012 en el Hospital Universitario HM Nuevo Bel¨¦n en Madrid. Primero reformamos los paritorio-quir¨®fanos y aquello fue como una peque?a prueba; un a?o despu¨¦s construimos una unidad de parto con tres salas independientes muy completas¡±, explica Angela M¨¹ller. Dos a?os despu¨¦s de aquel primer trabajo se inauguraba en el Hospital de Getafe una sala integral de parto normal a modo proyecto piloto, dise?ada por las arquitectas; y poco tiempo despu¨¦s recib¨ªan el encargo de llevar a cabo el ¨¢rea obst¨¦trica y neonatolog¨ªa de la reci¨¦n inaugurada Cl¨ªnica Universitaria de Navarra (CUN) de Madrid, proyecto estrella sanitario a nivel nacional.
En la actualidad est¨¢n inmersas, entre otras cosas, en un proyecto para un hospital p¨²blico para el que, dadas sus deficiencias, les han pedido reformar toda el ¨¢rea de obstetricia incluso antes de que haya comenzado a funcionar. ¡°Los profesionales sanitarios ya no aceptan trabajar en unos espacios que no se corresponden a una atenci¨®n actualizada y m¨¢s respetuosa. Son espacios m¨¢s propios de los a?os ¡®50 del pasado siglo que de un hospital actual. La inauguraci¨®n del hospital est¨¢ prevista para este verano. Estamos hablando de un hospital p¨²blico, construido con dinero p¨²blico¡±, se lamenta la cofundadora de Arquitectura de Maternidades.
Reconoce M¨¹ller que este tipo de proyectos pueden parecer a primera vista ¡°caros¡± o algo ¡°exclusivos¡±, pero asegura que realmente estos cambios no tienen un coste elevado y, adem¨¢s, no responden a una moda o a un capricho sino a una necesidad: ¡°El proyecto del Hospital de Getafe, por ejemplo, se hizo con un presupuesto limitad¨ªsimo. No es una cuesti¨®n de dinero porque a veces basta con cambiar las cosas de sitio o incluir algunos elementos que no suponen un gasto desorbitado. Es una cuesti¨®n de cambio de mirada¡±.
El espacio s¨ª importa
En 2015, M¨¹ller y Parra publicaban un interesante art¨ªculo en el n¨²mero 18 de la revista Dilemata, titulado La arquitectura de la maternidad. Recuperar y crear nuestros espacios. En ¨¦l explican c¨®mo hoy en d¨ªa se siguen sin cubrir las necesidades de madres e hijos en el acto de dar a luz y nacer. Necesidades tan b¨¢sicas como la intimidad, la comodidad o la seguridad. ¡°Un paritorio no puede ser un escenario. Es complicad¨ªsimo relajarse para dilatar y finalmente parir encima de un escenario, delante de espectadores desconocidos, con los genitales expuestos. Este contexto es algo que hemos asumido culturalmente pero que no se corresponde en absoluto con la fisiolog¨ªa del parto y las necesidades de la mujer pariendo y el beb¨¦ naciendo. Un escenario es, precisamente, lo contrario de lo que necesita este proceso fisiol¨®gico tan intenso y vital, en el cual uno de los elementos primordiales es, precisamente, el cuidado de la intimidad y la privacidad¡±, se?alan las autoras en el texto.
Con el lanzamiento de la Estrategia a nivel estatal, la atenci¨®n al parto y nacimiento en muchos casos ha cambiado, pero los espacios no se han adaptado a esos cambios tan necesarios para facilitar un parto normal. En este sentido, la visi¨®n de Arquitectura de Maternidades aporta, por un lado, un conocimiento profundo del propio proceso de parto, y por otro, el conocimiento como arquitectas de los materiales m¨¢s adecuados, as¨ª como de la psicolog¨ªa ambiental. ¡°Sabemos qu¨¦ tipo de movimientos genera el parto, qu¨¦ tipo de mobiliario debe haber para soportar todas las posibles posturas de dilataci¨®n, qu¨¦ busca una mujer cuando tiene dolor, cuando le pesa la tripa, qu¨¦ movimientos le alivian¡ Tambi¨¦n qu¨¦ material encaja mejor¡±. Todo esto que M¨¹ller y Parra tienen en cuenta, es algo que otros arquitectos no valoran, en opini¨®n de M¨¹ller bien porque no se han especializado, y por tanto lo desconocen, o bien porque no les interesa ¡°y lo que hacen es reproducir siempre el mismo modelo¡± que no sirve para este proceso fisiol¨®gico. ¡°Nunca hemos puesto la mirada en esto, nunca hemos cuidado estos espacios y estos momentos pese a que son muy importantes y nos pueden influir a largo plazo¡±.
Y es que el entorno va a permitir o bloquear el proceso de parto en funci¨®n de que se cubran o no esas necesidades tan b¨¢sicas que se se?alaban m¨¢s arriba y que no son otras que la mujer se sienta segura y c¨®moda. Cosas tan elementales como tener un ba?o dentro del paritorio se vuelven fundamental (¡°Que una mujer pueda ir al ba?o cuando quiera, que no la tengan que sondar en una cama y que no se pueda mover¡±), pero tambi¨¦n el resto de elementos que forman parte de la habitaci¨®n; que en conjunto se trate de un espacio c¨®modo, agradable, en el que la mujer se pueda mover de manera libre, ¡°hacer el espacio suyo¡±.
Seg¨²n Angela M¨¹ller, la mujer que acude a un hospital a parir normalmente no tiene esa opci¨®n: ¡°A¨²n sigue habiendo hospitales donde la mujer es sentada en una silla de ruedas para realizar el trayecto dentro del hospital, y lo primero que ve al entrar al paritorio es un potro que lo domina todo en medio de la habitaci¨®n. El propio entorno le transmite el mensaje de que tiene que ponerse ah¨ª encima y no moverse, y as¨ª en ning¨²n momento va a hacer suyo el espacio. No se mueve, no puede hacer todo lo que har¨ªa en, por ejemplo, una habitaci¨®n de hotel: apagar o encender luces, modificar la temperatura de la habitaci¨®n, acudir al ba?o, etc. Todo esto deber¨ªa funcionar as¨ª en una sala de parto y es lo que ofrecemos cuando nos realizan una consultor¨ªa y en nuestros proyectos¡±.
La arquitectura como motor de cambio
A finales de 2017, la firma Parra-M¨¹ller Arquitectura de Maternidades recib¨ªa el Primer Premio de su categor¨ªa, Hospitales- Atenci¨®n a la Mujer, as¨ª como el Premio especial a la innovaci¨®n y transformaci¨®n, en el VI Concurso anual de Dise?o Interior en Infraestructuras Sanitarias de la Asociaci¨®n Internacional de Dise?o Interior (IIDA) por la Unidad de Parto Normal en el Hospital Universitario HM Nuevo Bel¨¦n. Para las arquitectas, este premio ha supuesto, m¨¢s all¨¢ de la repercusi¨®n que haya podido tener en cuanto a difusi¨®n de su trabajo, reconocimiento y credibilidad. Y esto es algo que en Espa?a, aseguran, es ¡°dif¨ªcil¡± porque queda mucho por hacer en nuestro pa¨ªs en cuanto a la atenci¨®n al parto normal y al reconocimiento del trabajo y aportaciones de las mujeres en el ¨¢mbito de la arquitectura e ingenier¨ªa hospitalaria.¡±
¡°El parto es algo que est¨¢ directamente relacionado con la sociedad, con d¨®nde est¨¢ la mujer dentro de la sociedad, d¨®nde est¨¢ el valor del proceso de parto y d¨®nde est¨¢ el valor que le damos a los cuidados, tanto de la mujer como del beb¨¦¡±, plantea Angela M¨¹ller. Y es en este escenario en el que la arquitectura puede servir como un motor de cambio que puede facilitar la implantaci¨®n de unos nuevos protocolos de atenci¨®n porque, para las arquitectas, ¡°la atenci¨®n y los espacios deben caminar de la mano¡±. Entienden que es un cambio lento, complejo, incluso a veces tienen la sensaci¨®n de que est¨¢n ofertando un ¡°producto¡± para el que no hay demanda porque hay mucha gente que a¨²n lo ve como una moda ¡°pese a los muchos estudios y evidencias acerca de las condiciones de espacio y atenci¨®n que deben darse en el parto de una mujer¡±.
Sin embargo, prefieren ser optimistas y conf¨ªan en ese poder transformador de la arquitectura porque, como concluye M¨¹ller, el parto importa, el espacio importa, el cuidado importa, porque ¡°una mujer que sale de un ¡°buen parto en el que se ha sentido cuidada y acompa?ada en un entorno agradable, en la que no se han realizado intervenciones gratuitas (que no quiere decir que cuando sea necesario no se realicen sino que se realicen cuando verdaderamente est¨¦n indicadas), es una mujer preparada para afrontar el posparto y la crianza de una manera completamente distinta¡±.
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