¡°La vida est¨¢ para vivirla, no para malgastarla viendo series¡±
Hablamos con gente que ha decidido pasar de la moda televisiva del momento. Estos son sus motivos
Cuando todo el mundo habla del ¨²ltimo cap¨ªtulo de la serie del momento, hay personas que callan, sacan el m¨®vil o cambian de tema. Son aquellas que han decidido resistir al influjo de la que es, a buen seguro, la forma de entretenimiento m¨¢s extendida de los ¨²ltimos tiempos entre los consumidores de productos culturales de todas las edades.
No: no hablamos del que no se enganch¨® en su momento a Juego de Tronos o la que no valora la poderosa carga sociopol¨ªtica de The Wire. Nos referimos a quienes, a¨²n habi¨¦ndolo intentado con m¨¢s o menos empe?o, han llegado a la conclusi¨®n de que las series no merecen la pena. Que no son para ellos. Y m¨¢s a¨²n: que pasar horas y horas delante de la tele es una de las peores formas que existen de invertir el escaso tiempo libre que tenemos.
Cine s¨ª, series no
Parad¨®jicamente -o quiz¨¢ no tanto- algunas de esas personas son declarada y abiertamente cin¨¦filas. Es el caso de Rafa, que durante a?os trabaj¨® escribiendo sobre cine en un peri¨®dico de tirada nacional. "No es que, por sistema, no vea series¡±, aclara. ¡°Empiezo algunas, pero en el 90% de los casos las abandono transcurridos dos o tres cap¨ªtulos".
¡°Las series son una de las expresiones art¨ªsticas actuales m¨¢s sobrevaloradas¡±
Rafa expone sus motivos: "Considero que este formato es una de las expresiones art¨ªsticas actuales m¨¢s sobrevaloradas, fruto unos tiempos en los que prima m¨¢s sentirse parte de algo, o tener algo de qu¨¦ hablar a la hora del caf¨¦ de ma?ana, que consumir un producto que nos aporte y enriquezca¡±.
Para Rafa, uno de los principales problemas es la f¨®rmula. ¡°Se repite hasta la nausea: un primer cap¨ªtulo trepidante y adictivo, cuyo atractivo se reduce -casi siempre- a partir del segundo. Las historias se desploman. Todo est¨¢ dicho transcurridas una o dos horas. Es entonces cuando empiezan las subtramas amorosas, el personaje que regresa del pasado, el sempiterno mal¨ªsimo que luego resulta no serlo¡ A mayor duraci¨®n del metraje, menos capacidad de sorpresa y m¨¢s estandarizados los guiones. Y, al mismo tiempo y por parte del sufrido espectador, una especie de ¡°obligaci¨®n¡± de ver en qu¨¦ termina eso, que acabar¨¢ casi siempre en decepci¨®n¡±.
Jorge, de 38 a?os y ex trabajador en unos cines de versi¨®n original de Madrid, ha pasado buena parte de su juventud consumiendo cine de todos los rincones del planeta. Y tiene una opini¨®n similar. ¡°En general, creo que el principal problema de las series actuales es su extensi¨®n: se alargan demasiado. El producto pierde calidad para acabar convirti¨¦ndose en un tost¨®n. La principal virtud del largometraje es precisamente su brevedad, su urgencia y la capacidad de volarte el cerebro en 90 minutos¡±.
¡°Por otra parte¡±, a?ade Jorge, ¡°en muchas ocasiones el ¨¦xito o fracaso de las primeras temporadas de una serie determina, para mal, las tramas futuras, algo que por ejemplo en el cine no ocurre tan menudo. Pero no s¨®lo eso, sino que las series se han convertido en un acaparador de talentos al que a d¨ªa de hoy pocos directores pueden renunciar, lo que provoca que, desgraciadamente, se aparquen proyectos posiblemente mucho m¨¢s interesantes¡±.
Lobotomizados
S¨ª: las series se alargan. Y eso hace que pasemos pegados a la pantalla mucho, mucho tiempo. Horas que, seg¨²n los protagonistas de este reportaje, podr¨ªamos invertir en cosas mucho m¨¢s ¨²tiles. ¡°?Cu¨¢ntas buenas pel¨ªculas podr¨ªamos ver en lo que dura una serie? ?Cinco, siete, veinte?¡±, se pregunta Rafa. ¡°He le¨ªdo magnificas novelas mientras mi pareja se ¡°entreten¨ªa¡± viendo una serie interminable¡±.
Willy, de 42 a?os, no tiene televisi¨®n ni est¨¢ dado de alta en plataforma online alguna. Y hace una lectura pol¨ªtica del asunto: ¡°El adormecimiento que se produce en una sociedad ocupada en asuntos que no tienen importancia es bueno para el sistema¡±, se?ala. ¡°Mientras la implicaci¨®n social y pol¨ªtica sigue en descenso con la excusa de falta de tiempo, las horas que se pasan delante de una pantalla consumiendo series es asombrosa. Esto supone una p¨¦rdida enorme de horas de conversaci¨®n, debate, vida social, lectura o simplemente disfrute de otras muchas actividades al aire libre¡±.
Hay quien encuentra otros motivos para rechazar el consumo de series. Afri, de 30 a?os, asegura ser ¡°muy consciente¡± de la poderosa capacidad de adicci¨®n que tienen las series. Y es precisamente por eso por lo que las rechaza. ¡°Al final te pasas el d¨ªa enganchada hasta que termina. ?Y muchas no terminan nunca!¡±, se queja. ¡°La vida est¨¢ para para disfrutarla, no para perder el poco tiempo que tenemos viendo series¡±.
¡°Mientras la implicaci¨®n social y pol¨ªtica sigue en descenso con la excusa de falta de tiempo, las horas que se pasan consumiendo series es asombrosa¡±
Afri a?ade algo m¨¢s. ¡°Hay pocas series que no sean t¨®xicas. La mayor¨ªa te ponen ante situaciones muy violentas o extremas para llamar tu atenci¨®n. Situaciones que no tienen nada que ver con la realidad. Si eres una persona sensible, como es mi caso, acabas pensando que el mundo tambi¨¦n es un lugar violento y extremo. En cierto modo, las series dirigen tu pensamiento y te quitan libertad, pues te venden un estilo de vida y unos patrones que no tienen por qu¨¦ ser los tuyos¡±.
Clara, de 28 a?os, se encuentra en un punto parecido. ¡°No es que est¨¦ en contra de las series, pero reconozco que soy incapaz de acabar una. Mi chico se desespera¡±, r¨ªe. ¡°Me gustan las series como Black Mirror, en las que cada cap¨ªtulo tiene una entidad propia, que empiecen y terminen de forma independiente. No me gusta que el argumento me obligue a engancharme, sino que, si me ha interesado la tem¨¢tica que aborda la serie, pueda empezar por uno u otro cap¨ªtulo aleatoriamente sin que eso afecte a la trama¡±.
¡°En cierto modo, las series dirigen tu pensamiento y te quitan libertad, pues te venden un estilo de vida y unos patrones que no tienen por qu¨¦ ser los tuyos¡±
?ngela, tambi¨¦n de 28, coincide con ella. ¡°Ese toque tan caracter¨ªstico de las series de ¡®entrega por fasc¨ªculos¡¯ me da mucha pereza¡±, apunta. ¡°Creo que requiere de algo parecido a un compromiso, a una suerte de fanatismo que, personalmente, yo no tengo. Por eso prefiero ver una pel¨ªcula, que en un tiempo mucho m¨¢s acotado me ofrece una experiencia completa¡±.
Si las series tienen tantos inconvenientes, ?por qu¨¦ est¨¢n en auge? Rafa es contundente. ¡°Porque es la manera perfecta de atontar todav¨ªa m¨¢s al p¨²blico, de tenerle a¨²n m¨¢s horas paralizado y entretenido aludiendo a sus m¨¢s bajos instintos. Fast food disfrazada de producto ambicioso con historias que apenas dar¨ªan para un sprint narrativo envueltas en un formato de marat¨®n. Mejor que el espectador gaste 13 horas de su vida a base de puro ¡°entretenimiento¡± que alimentarle de historias variadas e intensas¡±.
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