Contar un aborto en Facebook puede ser muy ¨²til
Un estudio concluye que hablar en redes de experiencias traum¨¢ticas como la interrupci¨®n de un embarazo puede ayudar a alejar el estigma, aliviar el dolor y ayudar a otras mujeres
La actriz de The Big Bang Theory Melissa Rauch public¨® el pasado julio una carta en la revista Glamour en la que hablaba de su aborto espont¨¢neo. Un texto lleno de rabia por el hecho de haberse sentido culpable porque su embarazo se trunc¨®. "Me habr¨ªa ayudado ser consciente de que muchas mujeres atraviesan una forma de depresi¨®n posparto despu¨¦s de un aborto espont¨¢neo, sin un beb¨¦ que ense?ar a la gente. Saber esto podr¨ªa haber puesto en contexto algunos de mis momentos m¨¢s oscuros", escrib¨ªa.
Un estudio de la universidad de Drexel, en Filadelfia (Estados Unidos), revela que hablar de experiencias tab¨² o con un componente estigmatizante en redes sociales puede tener un efecto positivo a la hora de superar el trauma y sirve como apoyo a otras personas que han pasado por lo mismo. En la ¨¦poca del #MeToo, esta conclusi¨®n cobra una especial relevancia. Los autores se han centrado en los abortos porque as¨ª es como acaban uno de cada cinco embarazos en su pa¨ªs y a¨²n as¨ª, el 55% de la poblaci¨®n estadounidense piensa que es algo muy poco com¨²n.
Hay m¨¢s mujeres y hombres que han decidido contar esta experiencia. El creador de Facebook, Mark Zuckerberg, lo hizo en su red social, Gwyneth Paltrow, en una entrevista, Beyonc¨¦ escribi¨® una canci¨®n... En Espa?a, la ilustradora Paula Bonet lo cont¨® en su Instagram y la influencer Isasaweis en su canal de Youtube. Para elaborar el estudio titulado Anunciar un aborto en Facebook: un marco de referencia de la toma de decisi¨®n para revelaciones estigmatizantes en redes sociales, los investigadores Andrea Forte y Nazanin Andalibi entrevistaron a mujeres que hab¨ªan explicado su aborto en esa plataforma para analizar sus sensaciones y qu¨¦ mensajes recibieron. "Cuando pasan por ello, muchas aseguran que el apoyo m¨¢s significativo proviene de aquellas que han experimentado lo mismo, no necesariamente de sus parejas y madres", apunta el estudio.
Priscilla and I have some exciting news: we're expecting a baby girl! This will be a new chapter in our lives. We've...
Gepostet von Mark Zuckerberg am Freitag, 31. Juli 2015
La investigaci¨®n se?ala que las participantes contaron su experiencia como mecanismo de autoayuda, para procesar la p¨¦rdida, tomar el control de lo que quieren contar y as¨ª evitar preguntas inc¨®modas. Tambi¨¦n para concienciar a la gente sobre este proceso y romper el tab¨²; una de las participantes en el estudio cuenta, por ejemplo, c¨®mo recibi¨® algunos mensajes critic¨¢ndola por haber hecho p¨²blico algo que deber¨ªa quedar como un secreto.
Hay quien tiene claro todo lo contrario. Laura Carnero, de 31 a?os, cont¨® su aborto espont¨¢neo en su canal de Youtube (10.000 seguidores). "Lo hice porque me lo recomend¨® mi psic¨®logo, para desahogarme y para hacer visible algo que es m¨¢s habitual de lo que creemos". Seg¨²n los datos de la Sociedad Espa?ola de Ginecolog¨ªa y Obstetricia, hay un 11% de posibilidades de que se produzca un aborto espont¨¢neo entre los 20 y los 24 a?os, y el porcentaje crece conforme aumenta la edad. Una mujer que se queda embarazada entre los 30 y los 34 a?os, tiene un 15% de riesgo de perder el beb¨¦ y un 25% entre los 35 y 39.
?Por qu¨¦ se mantiene este estigma? "En el fondo creo que todas tendemos a sentirnos culpables. Por mucho que el m¨¦dico te explique que es algo normal y que si se ha producido es porque el feto no se estaba formando bien, no paras de culparte por si ha sido porque has comido algo mal, porque has trabajado demasiado, porque te has enterado tarde de que estabas embarazada y has fumado...", resume al otro lado del tel¨¦fono. Carnero recibi¨® decenas de mensajes de otras mujeres agradeci¨¦ndole que lo contara y diciendo que ellas lo hab¨ªan mantenido en silencio.
Maria ?ngels Claramunt es cofundadora del foro Superando un Aborto y del libro La cuna vac¨ªa. "El estigma no es el mismo si la mujer aborta voluntariamente, accidentalmente o por mal diagn¨®stico, son tres casu¨ªsticas diferentes que en otras lenguas distinguen con palabras diferentes, pero en la nuestra no. Lo com¨²n en todos los casos es el sentimiento de cupa, la necesidad de hacer el duelo, y lo invisible e invalidado que es este duelo en nuestra sociedad", se?ala. La experta explica as¨ª de d¨®nde nace el sentimiento de culpa: "La mujer se siente madre y resposable de esa vida desde que sabe que late en su interior y si falla siente que ella ha fallado en su cometido, y de ah¨ª la culpa, por m¨¢s que haya razones m¨¦dicocient¨ªficas que le expliquen los motivos reales. No ayuda en nada a este sentimiento el hecho de que el 50% de los abortos queden sin diagnosticar, sin conocerse la causa".
Salir del armario del aborto
El estudio de Filadelfia se refiere exclusivamente a los abortos espont¨¢neos, pero muchas organizaciones feministas han encontrado en las redes un medio con el que reivindicar la libertad reproductiva de las mujeres y combatir el estigma social que se agrava m¨¢s a¨²n cuando una mujer decide que quiere acabar con el embarazo. Famosos, como la artista Jemima Kirke, tambi¨¦n han compartido este proceso en Internet.
Desde hace un mes, el feminismo trata de abrirse camino en uno de los programas de m¨¢s audiencia de Argentina, y de la tele ha saltado a la agenda pol¨ªtica. "En los pr¨®ximos d¨ªas se va a debatir la ley del aborto (en ese pa¨ªs es ilegal) y ya no se podr¨¢n hacer m¨¢s los boludos, van a tener que dejar de cajonearla", anuncia al tel¨¦fono Mariana Nadaja. Esta psicoanalista de 38 a?os abort¨® de forma clandestina cuando ten¨ªa 21. Su madre lo hab¨ªa hecho d¨¦cadas antes, pero solo lo supo cuando ambas aceptaron participar en una campa?a de un colectivo de su pa¨ªs en el que varias mujeres relataban su experiencia. "Quer¨ªa mostrar a otras mujeres que no est¨¢n solas y que no tiene por qu¨¦ ser una experiencia traum¨¢tica si no tienes dudas de la decisi¨®n", explica. Nadaja tuvo la suerte de recibir el apoyo de sus padres y que fuera su progenitor, m¨¦dico, el que buscara el modo m¨¢s seguro de hacerlo. "Sus colegas en el hospital se lavaban las manos, fueron las enfermeras las que le dieron el contacto de un doctor", relata.
Nadaja es la tercera mujer que aparece en el v¨ªdeo del Colectivo de Salud Feminista. Su madre es la s¨¦ptima.Tomas Halfon, uno de los fundadores de la organizaci¨®n, sabe que, de alg¨²n modo, fue sanador para ellas: "Una oportunidad de procesarlo de otra manera, aunque la mayor¨ªa lo ten¨ªa m¨¢s que asumido y superado", apunta el activista.
El proyecto Yo abort¨¦ trata de hacer visible la poblem¨¢tica de hacerlo en pa¨ªses en los que est¨¢ prohibido. Milagros Brugman, de 28 a?os, fund¨® en 2015 la p¨¢gina de Facebook con ese nombre para recopilar testimonios en Per¨². "Como estoy implicada en estos temas, varias amigas que quedaron embarazadas me hab¨ªan ido preguntando a lo largo del tiempo c¨®mo pod¨ªan hacer para abortar de forma segura. Se avergonzaban por lo inmoral que se consideraba hacerlo. Empec¨¦ a pensar que era una especia de verdad que todo sab¨ªan pero que si no se cuenta, es como si no existiera. Yo digo que hacerlo p¨²blico es como salir del armario del aborto", explica. En pocas semanas recopilaron decenas de testimonios, aunque hace unos meses sufrieron varios ataques por parte de bots que consiguieron bloquear la p¨¢gina.
"La idea que se transmite aqu¨ª a las mujeres que quieren interrumpir su embarazo es que es su culpa y su responsabilidad por haber querido tener relaciones sexuales. Se les transmite que tener un hijo es su castigo y que as¨ª aprender¨¢n a no abrir las piernas", a?ade Brugman. Aun as¨ª, agradece la valent¨ªa de todas aquellas que se decidieron a contar su experiencia a pesar de todos los comentarios negativos. "Contribuyeron a humanizar el aborto, a mostrar que va m¨¢s all¨¢ de una mujer insensible que no quiere ser madre".
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