Las activistas del Time¡¯s Up no vestir¨¢n de negro en los Oscar

Time¡¯s Up, el movimiento contra el acoso sexual y la discriminaci¨®n en el ¨¢mbito laboral, no impondr¨¢ dress code -etiqueta-?para la gala de los Oscar. As¨ª que este domingo no se ver¨¢ una sucesi¨®n de vestidos negros en la alfombra roja como ocurri¨® en los Globos de Oro.

Algunas de las organizadoras del movimiento, como Shonda Rhimes, Ava DuVernay o Laura Dern; aseguraron este jueves durante un evento en Sunshine Sachs que, aunque no haya una propuesta de etiqueta, la iniciativa s¨ª que estar¨¢ presente en alg¨²n momento de la gala. Las promotoras quieren llevar el proyecto un paso m¨¢s all¨¢ y que sea algo m¨¢s ¡°serio y duradero¡± que no aparezca solo en las galas de entrega de premios. ¡°Fue una iniciativa que se lanz¨® en la alfombra roja, pero no naci¨® para vivir all¨ª¡±, apunt¨® Shonda Rhimes a los periodistas.

Este proyecto naci¨® como un revulsivo de las mujeres de la industria del cine tras conocerse los casos de acoso sexual cometidos por el productor Harvey Weinstein y otros magnates de la industria del entretenimiento. Pero en la actualidad ha derivado en un fondo legal, que ya ha recaudado 21 millones de d¨®lares, para ayudar a las mujeres que han vivido estas situaciones y quieran denunciar.

Desde su fundaci¨®n, en enero de este a?o, Time's Up ya ha recibido cerca de 1.700 peticiones de ayuda legal, seg¨²n Tina Tchen, directora de la organizaci¨®n White House Council on Women and girls. Pero esta iniciativa no se centra solo en la asesor¨ªa jur¨ªdica sino que tambi¨¦n promueve un proyecto de ley que penalice a las compa?¨ªas que toleren abusos recurrentes de sus empleados, y otro que desaliente el uso de acuerdos judiciales secretos para acallar denuncias. Respalda, adem¨¢s, el objetivo de otro grupo que promueve que las productoras de entretenimiento se comprometan a que en 2020 haya paridad de g¨¦nero en sus c¨²pulas directivas.

Time¡¯s Up Now intenta alejarse del estereotipo de que esta lacra solo afecta a mujeres conocidas, cuando en realidad abarca todo el arco social, y las mujeres menos poderosas son las que sufren mayores dificultades y represalias por alzar la voz. En esa b¨²squeda de transversalidad, tambi¨¦n ofrece asistencia a hombres v¨ªctimas de acoso.?

¡°Debe terminar la lucha de las mujeres para entrar, para escalar en los rangos y simplemente para ser escuchadas y consideradas en puestos de trabajo dominados por hombres. Se ha acabado el tiempo para este monopolio impenetrable¡±, rezaba el comunicado fundacional del movimiento publicado en diarios como New York Times.