La huella feminista
Imagino que muchas de las que participaron en la movilizaci¨®n del pasado jueves ya hab¨ªan transitado ese camino
Nos afanamos estos d¨ªas por escribir mucho sobre la movilizaci¨®n del 8-M. Como si con ello pudi¨¦ramos acelerar el paso del tiempo y reservar por adelantado a este acontecimiento un sitio privilegiado en la historia de la lucha por la igualdad de las mujeres.
En ese ejercicio de celebraci¨®n y an¨¢lisis repasamos el origen, la naturaleza y las posibles consecuencias de la protesta atendiendo a diferentes colectivos: el de g¨¦nero y su desigualdad como causa; el de los grupos de la sociedad civil que la protagonizaron y definieron; y el de los partidos pol¨ªticos y su reacci¨®n ante la movilizaci¨®n.
Pero la huella m¨¢s profunda del 8-M tal vez no se encuentra en el papel y reacci¨®n de esos colectivos, sino en las transiciones ¨ªntimas e individuales. Me refiero a las mujeres que tras involucrarse por primera vez en la causa feminista son incapaces de retornar a su realidad laboral, econ¨®mica y familiar sin cuestionarla. Imagino que muchas de las que participaron en la movilizaci¨®n del pasado jueves ya hab¨ªan transitado ese camino. Otras seguramente se acercaron con simpat¨ªa al movimiento y la causa de la desigualdad de g¨¦nero, pero manteni¨¦ndolo en paralelo a sus vidas, impenetrable a su esfera privada. Y quiz¨¢s otras mujeres regresaron de la experiencia del 8-M sintiendo que la causa feminista se ha cruzado para siempre en su vida.
Las transiciones por las que una causa, que nos apela en abstracto con identidades colectivas, acaba organizando nuestra forma ver y actuar en el mundo genera conflictos internos y alumbra incoherencias. Los que impone el feminismo no son f¨¢ciles. Supone reconocerse como protagonista de las m¨²ltiples desigualdades de g¨¦nero en la esfera p¨²blica y privada, en este ¨²ltimo caso alimentadas con frecuencia por parejas, hijos, padres o hermanos. Resolver las incoherencias para recuperar la armon¨ªa comienza por revisarse cr¨ªticamente en lo personal, un paso no exento de costes e incomprensi¨®n.
En la intimidad de estos cambios invisibles se gestan los grandes movimientos. Ocurre cuando encuentran su expresi¨®n colectiva, siguiendo el camino inverso: desde lo personal hacia lo pol¨ªtico. @sandraleon_
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