As¨ª es el lugar sagrado en Madrid en el que bailas descalzo, con los ojos vendados y sobrio
Un espacio para los devotos de la danza donde la m¨²sica es la gu¨ªa para ir m¨¢s all¨¢ de la mente, y alcanzar "el movimiento libre y aut¨¦ntico"
Salir a bailar no es ninguna novedad, lo haces t¨², lo hac¨ªan tus padres, tus abuelos. Lo que ha cambiado es la forma de llamarlo: ¡°ir al baile¡±, "ir a la disco", "de ruta", "al club"¡ La esencia es la misma, ¨¦poca tras ¨¦poca: Intentar socializar y deshinibirte en un espacio donde todo el mundo est¨¢ haciendo eso mismo, en todos los sentidos.
La esencia del baile en s¨ª misma sigue teniendo un germen tribal que, bien pensado, puede resultar hasta absurdo : ¡°Rep¨ªteme un ritmo para que empiece a moverme y as¨ª me sienta bien¡±. El efecto terap¨¦utico del baile y el movimiento es algo tan simple como misterioso. Pero en Madrid hay una fiesta donde da igual que seas un Nacho Duato o el t¨ªo arr¨ªtmico que sujeta el vaso y solo mueve un pie. Acabar¨¢s bailando, y sin energ¨ªas o ayudas extras que no sean la propia m¨²sica. ¡°El Templo del Baile es un lugar sagrado y exclusivo para el baile¡±. Este es el lema de la fiesta que se celebra una vez al mes. Podr¨ªa parecer un t¨®pico pero en el Templo del Baile o bailas o bailas.
¡°Un espacio para los devotos de la danza donde la m¨²sica nos sirve de gu¨ªa para ir m¨¢s all¨¢ de la mente a trav¨¦s del movimiento libre y aut¨¦ntico"
La fiesta tiene unas normas que, de primeras, parecen algo extra?as, acostumbrados a salir en sitios donde vemos a chicas intentando mantenerse en pie sin hacerse quince esguinces en los tobillos con enormes tacones, o nosotros, con esas ¡°camisas de estar de pie¡± (en cuanto te sientas te revientan los botones de lo pesado que vas), al Templo del Baile es mejor venir de sport, c¨®modo y con ropa que te permita moverte.
Al llegar leemos en un panfleto que reza, textualmente: ¡°Entramos en la pista descalzos, sin bebidas y sin hablar. Un espacio para los devotos de la danza donde la m¨²sica nos sirve de gu¨ªa para ir m¨¢s all¨¢ de la mente a trav¨¦s del movimiento libre y aut¨¦ntico. Un viaje musical a trav¨¦s de estilos variados con la intenci¨®n de conectar con diferentes ritmos y emociones¡±.
Suena muy m¨ªstico, y lo es.
Al entrar en la fiesta, la sala est¨¢ oscura y nos encontramos con un p¨²blico con los ojos vendados, la m¨²sica es del rollo electrocumbia, son ritmos latinos mas lentos comparado con lo que vendr¨¢ despu¨¦s. Bailar sin ver es efectivo, adem¨¢s sin el miedo a que te pisen (no hay tacones), te mueves bastante libre. No ver hace que te?desinhibas al instante, te puedes mover todo lo mal que quieras, recuerda que nadie te ve, y cuando te ven no pueden comentar lo mal que te mueves porque en la pista no se habla, solo suena la m¨²sica.
Al principio, la sensaci¨®n es la misma que cuando vas a cumplea?os al que no te han invitado, parece que todos son amigos menos t¨², pero esa sensaci¨®n no tarda en desaparecer. La gente, aunque en silencio, te hace ver que est¨¢ de bastante buen rollo y eso se contagia. Aunque no es una fiesta para ligar, lo de no hablar puede ser una ventaja.
"Reconozco que mis dos mayores miedos en la vida son la muerte y empezar una conga que nadie sigue"
Suenan temas desde Joe Crep¨²sculo al Babylon de Congorock y, por sorpresa, me vi a mi mismo gritando pu?o en alto como en un concierto de Slipknot y pose¨ªdo por el esp¨ªritu del 8M que ¡°soy todas las mujeres¡± de Whitney Houston, no sabia que me podr¨ªa venir tan arriba tan sobrio. La selecci¨®n es variada, ritmos latinos y electr¨®nica y tiene diferentes momentos, no enga?an con lo de las emociones.
El Templo del Baile, que tiene lugar en el madrile?o Caf¨¦ Berl¨ªn, es el ¨²nico sitio donde veo que surge una conga y no est¨¢ fuera de lugar. Reconozco que mis dos mayores miedos en la vida son la muerte y empezar una conga que nadie sigue. Pero aqu¨ª la gente hace bailes colectivos y m¨¢s que querer evitarlos, deseas entrar. Yo pas¨¦ de estar tenso temiendo el momento que alguien me agarrase por detr¨¢s y me obligase a ser maquinista de conga a desear haber formado parte de una. Soy carne de conga.
La tarde-noche acaba a las 23:00 horas. Salimos despu¨¦s de cinco horas de baile, intenso, tan intenso que acab¨¦ algo lesionado de una rodilla y con un esguince en la otra, pero all¨ª no importaba el dolor, como Julian Ross en Oliver y Benji notaba el dolor pero no pod¨ªa abandonar el partido, no quer¨ªa salir de esa fiesta que no me iba a producir resaca. Mi ¨²nica frustraci¨®n repito: no haber entrado en una terap¨¦utica conga, en cuantos dramas no habr¨¦ pensado ¡°en tres congas te olvido¡±.
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