Egipto abrir¨¢ una l¨ªnea para denunciar las ¡®fake news¡¯

El r¨¦gimen de Al Sisi pretende externalizar en la ciudadan¨ªa su guerra contra la prensa cr¨ªtica. El fiscal general, Nabil Sadek, anunci¨® el pasado lunes la creaci¨®n de una hot line para recibir denuncias sobre ¡°noticias falsas y rumores¡± publicados tanto en medios de comunicaci¨®n como en las redes sociales. La noticia se produce apenas dos semanas antes de las elecciones presidenciales y en plena campa?a de las autoridades contra la prensa independiente en un pa¨ªs que ocupa el tercer puesto del mundo en el ranquin de reporteros encarcelados, con m¨¢s de una veintena, seg¨²n el Comit¨¦ para la Protecci¨®n de los Periodistas.

Seg¨²n el comunicado de la Fiscal¨ªa, los ciudadanos podr¨¢n hacer llegar sus quejas tambi¨¦n a trav¨¦s de mensajes de telefon¨ªa SMS y de la popular aplicaci¨®n WhatsApp. En teor¨ªa, su objetivo es poner fin a ¡°las noticias falsas premeditadas con el objetivo de minar la seguridad del Estado, aterrorizar a los ciudadanos ¡­ o da?ar los intereses p¨²blicos del Estado.

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El fiscal general, que el mes pasado denunci¨® la existencia de ¡°fuerzas del mal¡± entre los medios de comunicaci¨®n, se ha convertido en la punta de lanza de la ¨²ltima ofensiva contra la prensa cr¨ªtica por parte del r¨¦gimen. Desde el golpe de Estado militar de 2013 ha cerrado m¨¢s de una decena de medios entre cadenas de televisi¨®n y diarios. Adem¨¢s, en los ¨²ltimos meses, las autoridades han bloqueado el acceso docenas de p¨¢ginas de informaci¨®n on line como Madamasr o al-Bidaya.

La actual caza de brujas se desat¨® despu¨¦s de la emisi¨®n de un breve documental y reportaje multimedia de la cadena brit¨¢nica BBC titulado La sombra de Egipto sobre las desapariciones forzosas, una pr¨¢ctica ampliamente documentada por las organizaciones locales e internacionales de derechos humanos. El Gobierno no solo calific¨® de ¡°montaje¡± el reportaje, hilvanado a partir de las declaraciones de familiares y abogados de las v¨ªctimas, sino que inst¨® a todas las fuentes oficiales a boicotear al canal neg¨¢ndose a ofrecerle declaraciones.

La idea de externalizar en la poblaci¨®n la persecuci¨®n de la disidencia, ya sea pol¨ªtica o religiosa, no es nueva en Egipto. A menudo, activistas, artistas y pol¨ªticos son denunciados por particulares cercanos a las autoridades, lo que permite a estas lavarse las manos ante las acusaciones de reprimir a la oposici¨®n. De hecho, un ciudadano egipcio ha presentado una querella contra la BBC a ra¨ªz del mencionado reportaje, y el 10 de abril tendr¨¢ lugar la primera sesi¨®n del proceso judicial, que podr¨ªa llevar al cierre de las oficinas de la prestigiosa cadena en Egipto.